Economía

23 enero, 2017

Aunque fue beneficiado por el gobierno, el campo eliminó puestos de trabajo

Con la quita de las retenciones, el campo fue uno de los sectores más privilegiados durante el 2016, año que se caracterizó por la presión impositiva sobre el sector asalariado. No obstante, entre julio y septiembre se eliminaron más de 5 mil puestos de trabajo y en todo el año cerraron más de 460 tambos. 

Una de las primeras medidas anunciadas por Mauricio Macri apenas asumió como presidente de la Nación, hace poco más de una año, fue la quita de retenciones al sector agropecuario. Pero un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicado el 17 de enero reveló que al menos 5367 puestos de trabajo se perdieron en el sector agropecuario entre julio y septiembre de 2016.

El rubro forestal fue el más afectado, con una caída del 6,98%. Por su parte, las explotaciones agrícolas y ganaderas tuvieron una perdida del 1,49% de los puestos de trabajo. En este ámbito, el sector tambero fue uno de los más afectados, aunque no existen cifras oficiales, se estima que fueron más de 460 tambos los que debieron cerrar durante 2016.

En diciembre de 2015, a tan sólo cuatro días de asumir como presidente, Mauricio Macri anunció “retenciones cero” para las exportaciones de trigo, maíz, girasol, carne y productos de las economías regionales. En el caso de la soja, la reducción de las retenciones fue del 5%, quedando el tributo en un 30%. En ese momento, Macri anunció un «recorte gradual», quitando un porcentaje año a año, con el objetivo de eliminar la totalidad de las retenciones para la soja en el año 2022.

El resultado de beneficiar a los sectores concentrados: crecimiento del déficit fiscal

Aunque no hay datos oficiales que den cuenta del impacto de esta medida sobre el déficit fiscal durante el 2016, se estima que liberar al agro de pagar impuestos implicó una transferencia de al menos 4 mil millones de dólares al sector. Este número se estima teniendo en cuenta que durante el 2015, las retenciones a las exportaciones del campo sumaron alrededor de 80 mil millones de pesos, de los cuales un 65% corresponde al complejo sojero. A esto debe sumársele que Macri eliminó las retenciones al sector minero, lo que implicó una pérdida de 200 millones de dólares en las recaudaciones fiscales.

De acuerdo a las cifras del Banco Central, el déficit comercial del país durante el 2016 fue de casi 16 mil millones de dólares, equivalente a 3 puntos del PIB. El déficit fiscal, por su parte, fue de al menos 5 puntos del PIB, más allá de las positivas noticias anunciadas por el gobierno con el “blanqueo”. El déficit gemelo (fiscal y comercial) fue el más importante de los últimos 20 años. Y esto no contempla el déficit propio del Banco Central, que también cerró en rojo.

En el caso de las exportaciones, no hubieron variaciones entre el 2015 y el 2016. El ingreso por las mismas no superó los 58 mil millones de dólares, pese a la fuerte reducción impositiva con la cual se beneficio al sector agropecuario. Esto se debe, en parte, a que la demanda global no ha aumentado, como muestra la tendencia de los mercados internacionales, que parece profundizarse a partir de la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Es decir, los beneficios al campo no contribuyeron ni en términos de aumento de los ingresos a la balanza comercial, ni en términos de distribución social, a través de la generación de empleo. Por el contrario, los dueños del campo aprovecharon el proceso de despidos, que dejó al menos a 127 mil personas sin trabajo durante el 2016, para reducir su mano de obra. En las mediciones del INDEC, vale decir, no se tiene en cuenta los empleos informales, que se estima que en el sector agropecuario sobrepasa el 50%.

Pero para comprender la profundidad del déficit argentino debe tenerse en cuenta que durante el 2016, el país tomó deuda por 50 mil millones de dólares. Y que tan sólo en los primeros 20 días de 2017 ya se endeudó por 7 mil millones.

El nuevo ministro de Economía, Nicolás Dujovne, ha sido designado para frenar esta carrera hacia la recesión indefinida. Porque vale decir, la inflación no se vio frenada pese a la caída del consumo. Dujovne enfatizó desde el Foro de Davos que el país aumentará las importaciones para bajar los precios y “equilibrar” el déficit. En el mismo sentido se expresó Dujovne sobre el mercado de trabajo. La flexibilización laboral, que ya fue puesta en marcha por Macri y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, parece ser el camino elegido por la gestión para «emprolijar» las cuentas en el 2017.

 

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

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