Medio Oriente

17 enero, 2017

Gaza se moviliza entre bombas israelíes, crisis energética y tensiones con Hamás

La castigada Franja de Gaza sufre una de las peores crisis energéticas de su historia, con apenas tres horas diarias de suministro. Movilizaciones y reclamos contra Hamás, acusaciones cruzadas con la ANP y un salvador aporte financiero de Qatar para pasar el invierno. Israel aportó algunas bombas durante el fin de semana.

Durante la primera quincena del año, miles de gazatíes tomaron las calles para reclamar por la falta de suministro eléctrico. La provisión de energía se vino reduciendo hasta llegar a apenas tres horas por día, lo que torna aún más difícil afrontar el crudo invierno en curso.

El Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, respondió a las inéditas movilizaciones con represión y acusó a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de intentar aprovechar la crisis energética para socavar su poder. El domingo 15 Israel bombardeó una supuesta posición de Hamás que habría atacado uno de sus vehículos. En París se reunió una conferencia de paz, sin palestinos ni israelíes,  que continúa abogando por la solución de los dos estados.

El problema del suministro de energía eléctrica en la Franja de Gaza es un problema histórico. La situación llegó a ser catastrófica en 2008, luego de que Israel bombardeara la única planta generadora de energía, o en 2013 cuando la planta debió cerrar por la prohibición israelí al ingreso de los combustibles necesarios para su funcionamiento.

Pero el millón y medio de habitantes de la estrecha franja costera está habituado a  vivir sin energía entre 8 y 21 horas por día. Se estima que Gaza necesitaría de unos 600 megawatts diarios, pero suele subsistir con la mitad. Israel provee 120 mw, otros 20 llegan desde Egipto y el resto es entregado por la planta generadora de la ciudad, que depende del gasoil que pueda obtener.

En las últimas semanas se desató una crisis eléctrica que bajó la provisión a tres horas diarias. El contexto es el de nuevas tensiones entre Hamás y la ANP, con acusaciones cruzadas acerca de quién y cómo debe hacerse cargo del pago de los combustibles suministrados por Israel. El gobierno israelí ratifica que está aportando electricidad normalmente, más allá de algunos cortes coyunturales, y desmintió que haya restricciones particulares al ingreso de combustibles. Sin embargo sí reconoce que la empresa proveedora israelí pretende cobrar lo adeudado antes de comprometerse a enviar más combustible.

El Coordinador de las Actividades Gubernamentales en los Territorios, general Yoav Mordechai, responsabilizó directamente a Hamás por la crisis energética: “Los líderes de Hamás disfrutan de electricidad las 24 horas del día, los siete días de la semana; mientras que el resto de la población solamente recibe tres horas diarias”.

Fawzi Barhoum, vocero de Hamás, acusó a su vez a ANP de usar la crisis para “dañar la imagen de Hamás y castigar al pueblo de Gaza” y sostuvo que la organización islámica está dispuesta a “una colaboración positiva con cualquier tipo de esfuerzos para resolver la crisis”.

Sin embargo, las tensiones en la castigada Franja de Gaza siguen creciendo. Las inéditas movilizaciones masivas de las dos primeras semanas del año fueron disueltas con firmeza por Hamás, que no dudó reprimir con mano dura. Según diversas fuentes, fueron detenidos hasta 300 manifestantes, que fueron liberados en las últimas horas gracias a negociaciones con representantes de las diversas facciones políticas palestinas.

Por el momento, la crisis terminal parece haberse evitado gracias al providencial aporte financiero de Qatar. La monarquía qatarí donó 12 millones de dólares (4 millones mensuales or tres meses) que permitirán importar combustible desde Turquía para volver a poner la tercera turbina de la planta generadora y volver a un esquema de por lo menos 12 horas de suministro.

Pero la resolución de la crisis se logró por intermedio de la ANP y no de Hamás. Muhammad al Amadi, presidente del Comité Nacional de Qatar para la reconstrucción de Gaza, se comunicó con Zafer Milhem, director Interino de Energía de la Autoridad Palestina para confirmarle el aporte financiero. Inmediatamente el primer ministro de la ANP, Rami Hamdallah, atribuyó el logro a la exitosa “comunicación continua” del presidente palestino, Mahmud Abás, con Qatar. Si los proyectos finalmente se concretaran, la ANP también podría anotar a su favor el proyecto de tendido de una nueva línea eléctrica desde Israel y hasta una eventual provisión de gas natural israelí, una negociación que recién está comenzando.

La crisis energética dejó a la vista las tensiones entre los diversos liderazgos palestinos y también mostró que Gaza no es unánimemente partidaria de Hamás, aunque las permanentes tensiones con Israel permiten que el grupo islámico mantenga una fuerte base de sustentación. En ese contexto la crisis energética (y política) puede derivar en mayores fricciones con con los principales responsables del bloqueo y la miseria de Gaza.

Este domingo 15 Israel bombardeó una supuesta posición militar de Hamás, responsabilizándola de haber atacado a un vehículo israelí. Las bombas cayeron a pesar de que no hubo heridos en el supuesto ataque terrorista. Las Fuerzas de Defensa de Israel también decidieron cerrar el paso de Kerem Shalom, en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, como medida preventiva.

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas