Mundo Gremial

21 diciembre, 2016

Ganancias: «El déficit fiscal lo van a seguir pagando los salarios»

Ante la modificación del impuesto a las ganancias en el Congreso tras el acuerdo entre la CGT y el gobierno, Radio Sur 88.3 entrevistó al periodista especializado en temas gremiales Jorge Duarte que analizó los puntos a favor y en contra del proyecto legislativo.

Ante la modificación del impuesto a las ganancias en el Congreso tras el acuerdo entre la CGT y el gobierno, Radio Sur 88.3 entrevistó al periodista especializado en temas gremiales Jorge Duarte que analizó los puntos a favor y en contra del proyecto legislativo.

– Teniendo en cuenta la posición que ha tenido el Ejecutivo luego de la media sanción de otro proyecto en Diputados y el histórico reclamo de la CGT al respecto, ¿considerás que esta modificación del Impuesto a las Ganancias es más favorable a los sindicatos o al gobierno?

– En principio parece un acuerdo bastante amarrete pero tiene sus claroscuros. Parece escaso principalmente porque implica una suba del mínimo no imponible del 23%. En un año en el que venimos con una inflación que, según todas las mediciones, supera el 40%.

Eso implica que los que dejen de tributar con esta suba que se produce ahora de manera inmediata, muy probablemente cuando las paritarias impacten en su salario vuelvan a incorporarse al pago de ganancias.

Pero la buena noticia -por mirar el vaso medio lleno- tiene que ver con que la modificación de las escalas hace que, si bien muchos de los que ahora salen van a volver a tributar, cuando eso suceda van a pagar mucho menos. Porque el impacto fuerte se produce con una reducción en lo que se retiene sobre el excedente del mínimo no imponible.

– ¿En concreto a partir de que número se va a empezar a pagar ganancias?

– Para el caso de casados con hijos hablamos de 37 mil pesos. Y si damos un pantallazo en el nivel general de ingresos estamos hablando de algo así como un millón y medio de personas. Medio millón va a dejar de pagar ahora y seguramente se reincorpore, como decía antes, cuando reciban el aumento de las paritarias.

– Según informó el propio gobierno, como Ganancias es un impuesto coparticipable, el dinero que se deje de recaudar va a impactar de manera equitativa en las provincias que, de todas formas, ya están con problemas para pagarle a los empleados estatales.

– Si, es histórico que las provincias tengan problemas para pagar los salarios. Más a esta altura del año donde prácticamente todas pusieron en duda no sólo el pago de salarios sino también del aguinaldo.

Ahora habrá que ver como se hace una estrategia financiera para que las provincias recuperen esos recursos que están dejando de ingresar por esos tributos. En ese sentido es una mala noticia que el acuerdo quitó lo que venía del proyecto de Diputados que era gravar la renta financiera, el juego y de nuevo a las mineras.

En cambio lo reemplazaron por tributos que van a seguir pagando los salarios, como el caso de los trabajadores judiciales -no los jueces- que estaban exentos y ahora van a empezar a pagar. O subiendo los montos del monotributo y cargando parte del déficit fiscal sobre las espaldas de los monotributistas y autónomos.

– Se termina el año y la CGT no hizo un sólo paro general a pesar de haber amagado varias veces. ¿Qué balance haces del año de la central sindical?

– Llegamos a fin de año sin un paro general por primera vez desde 2011. O sea que hubo por lo menos un paro por año en los últimos cuatro.

El balance, si uno mira el mercado laboral es a todas luces negativo: hubo reducción de salario, pérdida de puestos de trabajo, aumento de suspensiones. Todos los números son altamente negativos.

La CGT tuvo su punto cumbre allá por el 29 de abril cuando hizo una movilización que sedujo no sólo a los trabajadores organizados sino también a un montón de independientes que se acercaron pensando que ahí podía surgir una central que represente sus intereses y los del pueblo en general. Luego se comenzó a diluir, se quedó en sus internas y la falta de consenso que se nota a las claras más allá de que convivan distintos espacios en el mismo edificio de la calle Azopardo.

No hay un proyecto claro ni un programa definido con el cual sentarse a negociar con el gobierno. Por eso lo hacen de manera fragmentada y casi sin fuerza porque no tienen consenso para tomar alguna medida de presión en caso de que el Ejecutivo no les de lo que piden como reivindicación.

– ¿Cuáles son estos sectores?

– Hay tres sectores adentro, que son los que representa cada uno de los secretarios generales. Además el hecho de que sean tres los titulares de la CGT demuestra la falta de consensos que los llevó a no conseguir un líder que aúne criterios.

Al margen quedó la Corriente Federal de Trabajadores que convive en la CGT sin cargos y es como el espacio más centroizquierdista.

Y afuera de la central, pero de trayectoria cegetista, siguen quedando dos espacios que no se integraron a la unidad formal que son el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) que lidera el taxista Omar Viviani y las 62 Organizaciones de Gerónimo «Momo» Venegas.

Por lo tanto más allá de que hoy en Azopardo haya una convivencia y un número mayor al que había antes, la fragmentación sindical sigue en el mismo nivel que el año pasado.

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas