Nacionales

14 diciembre, 2016

Emergencia en adicciones: «No ataca las raíces ni combate a los narcotraficantes»

El gobierno nacional emitió un decreto declarando la Emergencia Nacional en Adicciones hasta 2018. Luciano Álvarez, del movimiento “Ni un pibe menos por la droga”, fue entrevistado por Con el pie izquierdo (Radio Sur) y aseguró que si bien es positivo porque hay una situación crítica para la juventud de los barrios, «no resuelve los problemas de fondo».

El gobierno nacional emitió un decreto declarando la Emergencia Nacional en Adicciones hasta 2018. Luciano Álvarez, del movimiento “Ni un pibe menos por la droga”, fue entrevistado por Con el pie izquierdo (Radio Sur) y aseguró que si bien es positivo porque hay una situación crítica para la juventud de los barrios, «no resuelve los problemas de fondo».

– ¿Qué opinan del decreto firmado por Mauricio Macri?

– Es un avance, un reconocimiento a las organizaciones que venimos trabajando hace mucho tiempo el tema junto con la Iglesia y las organizaciones de madres que luchan contra la droga. Pero estamos preocupados porque ese decreto no habla del presupuesto, ni de destinar recursos humanos al tema del combate de las adicciones.

Por ende, es un paso positivo pero no apunta a lo lo que es necesario: avanzar en ir a fondo en la lucha contra las adicciones, con el combate al narcotráfico y la atención de los chicos que tienen dificultades con el tema. Pero centralmente el punto es que lo que no se resuelven son las condiciones de vida de los jóvenes que son las que llevan a que haya crecido el consumo de droga como creció en los últimos años. Es contradictoria la política del gobierno con lo que plantea el presidente en ese decreto.

-¿Que plantea en concreto?

– Lo único claro que el decreto plantea que consideramos muy bueno respecto de la intervención concreta en el territorio, es que se van a implementar en todas las instancias de educación a partir de los cuatro años, un espacio curricular de prevención y conversación y discusión en las escuelas sobre el tema de las adicciones. Eso es lo único concreto planteado. Está por verse cómo se implementa y qué implica.

Lo que hace falta son espacios deportivos, culturales, recreativos en los barrios, cosa que nosotros vamos generando desde las organizaciones sociales pero que desde el punto de vista del Estado no son una prioridad política activa. Por lo tanto no está claro en concreto cómo va a impactar en los territorios a corto plazo, porque no habla de eso el decreto.

Entendemos que para combatir las adicciones tiene que haber una política integral. Si hay por un lado 200 mil despidos en un año, dos millones de pobres más, es caldo de cultivo que genera mayores condiciones para que los pibes vayan cayendo en esos temas. Por otro lado, si hay que resolver el trabajo para los jóvenes hay que resolver educación para todos, mientras que la deserción escolar es cada vez más grande.

Hay que trabajar en abrir clubes en los barrios, instancias de contención y esparcimiento, básicamente lo que venimos resolviendo desde las organizaciones y la Iglesia en los barrios. No es una política estatal que todos los pibes tengan acceso al deporte, la cultura y la recreación. Y nosotros entendemos que ese es el punto desde el que se combaten las adicciones. Desde resolver mejores condiciones de vida para los jóvenes en los barrios.

– ¿Cómo viene trabajando el gobierno en la lucha contra el narcotráfico, que ha sido uno de sus supuestos caballitos de batalla?

– Este año se han tomado medidas de supuesto combate al narcotráfico pero que atacan lo pequeño. Se ha volcado la Prefectura y Gendarmería en los barrios y, en vez de combatir al narco, terminan cagando a palos a los pibes, pidiéndole documentos. Por lo tanto criminaliza a los pibes por portación de cara, por la gorra. Nosotros no estamos de acuerdo con eso. Es contradictorio también decir que se lucha contra las drogas con una ley que blanquea capitales que no pregunta de dónde vienen, por lo que se puede blanquear la plata del narco. No se atacan las raíces de fondo ni se combate a los narcotraficantes. Es una política para la foto que lo que hace es criminalizar a los pibes, que son víctimas de un sistema. Tiene que haber una perspectiva mejor para los pibes y eso es lo que habría que discutir.

Respecto al gobierno anterior, hay un cambio de forma pero de fondo no se resolvió nada. De todas formas es positivo afirmar que la Argentina está en emergencia, porque se mueren todos los días pibes en los barrios, o por el consumo de drogas o porque son rehenes de la guerra entre los narcos.

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