13 diciembre, 2016
Le confessioni: Una parábola acerca del poder
Un monje es invitado a una reunión del G8. La noche previa al inicio del cónclave el director del FMI lo convoca para que le tome su confesión. Al día siguiente aparece muerto. Este es el punte de partida de un drama sobre el poder, los engranajes y vericuetos de la economía, la globalización y la avidez por la acumulación.

En un lujoso hotel de la costa alemana se realiza una reunión del G8. Economistas y funcionarios de los Estados miembros y del Fondo Monetario Internacional se congregan en el lugar para llevar a cabo un cónclave en el que se tomarán decisiones que impactarán en la vida de millones de personas en el mundo entero. La reunión en sí misma, no se diferencia de las que habitualmente celebra el Grupo. La novedad es que a ésta han sido invitados una estrella de rock, una escritora de best sellers para niños y el monje Roberto Salus, religioso que cultiva el ayuno y la meditación, propiamente un hombre austero que contrasta con este medio que no tiene puntos de contacto con la austeridad.
El mismísimo Director del Fondo, Daniel Rochè, ha convocado al religioso porque quiere confesarse. Tiene sus motivos para hacerlo.
Por la noche, Salus concurre a la habitación de su anfitrión y lo escucha. Al día siguiente Roché aparece muerto.
A partir de ese momento la película sufre una transformación. Va tomando el tenor de un thriller, una historia de intriga diplomática, una trama donde aparecen, cuándo no, los intereses económicos en la urdimbre de las relaciones entre los países económicamente más fuertes.
Todos quieren saber qué confesó Roché, conocer qué datos privados de la organización pudo haber revelado. Muchos de los presentes se sienten amenazados por el silencio del fraile. Lo presionan, pero no logran quebrar el secreto de la confesión. Todos tratan de tomar contacto con él, de conocer alguna circunstancia de la confesión que les permita tomar ventaja sobre los demás.
El religioso escucha y observa, pero habla poco. Interviene sembrando dudas en estos señores que representan los grandes intereses de la economía mundial, los de los poderosos.
Al comenzar la película, recién llegado al aeropuerto, este extraño monje compra una pequeña grabadora en la que registra un verso en dialecto napolitano que reza más o menos “Cuando en el cielo un angelito no hace lo que tiene que hacer, Dios lo encierra en una celda oscura”. Quizás el director Roberto Andò, el mismo de Viva la Libertà (2013), pone a modo de cita preliminar, este poema como señalamiento acerca del tema.
El poder, los engranajes y vericuetos de la economía, la globalización y la avidez por la acumulación son notas presentes en esta sinfonía.
Intriga, suspenso con algún matiz de la estética surrealista son elementos de marcada presencia. Constantemente el film transita por el límite entre el realismo y la parábola.
Excelente fotografía de Maurizio Calvesi. Buenas actuaciones de Toni Servillo y Daniel Auteuil, pese a las exigencias de la industria que los impulsa a repetirse.
El trámite lento y denso no siempre colabora con el éxito del resultado.
Si no tiene exigencias con el tempo, con un poco de paciencia, se puede ver.
Ben Davis Min
Ficha técnica
Título original: Le confessioni
Año: 2016
Duración: 100 min.
País: Italia/Francia
Director: Roberto Andò
Guión: Roberto Andò
Música: Nicola Piovani
Fotografía: Maurizio Calvesi
Reparto: Toni Servillo, Connie Nielsen, Pierfrancesco Favino, Marie-Josée Croze, Moritz Bleibtreu, Lambert Wilson, Daniel Auteuil, Richard Sammel, Johan Heldenbergh, Togo Igawa, Aleksei Guskov, Stéphane Freiss, Julian Ovenden, John Keogh, Andy de la Tour, Giulia Andò, Ernesto D’Argenio
Productora: Coproducción Italia-Francia; BiBi Film / Barbary Films / Rai Cinema
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