América Latina

7 diciembre, 2016

#YoSoyYuliana: el femicidio que conmociona a Colombia

El femicidio de la niña Yuliana Samboní, de siete años, ocurrido el pasado domingo 5 de diciembre, ha conmocionado a la sociedad colombiana. Miles de mujeres salieron a las calles en reclamo de justicia.

El femicidio de la niña Yuliana Samboní, de siete años, ocurrido el pasado domingo 5 de diciembre ha conmocionado a la sociedad colombiana. Miles de mujeres salieron a las calles en reclamo de justicia.

Yuliana Andrea Samboní Muñoz era hija de una familia indígena del norte del Cauca que se había mudado recientemente a Bogotá en busca de mejores condiciones de vida. Cuando fue secuestrada se encontraba jugando en la calle frente a su casa, en el barrio de Bosque Calderón, localidad de Chapinero, al norte de Bogotá. La niña fue encontrada muerta a las 19.30 de ese día en el departamento del principal sospechoso, Rafael Uribe Noriega, quien se encuentra actualmente en la Cárcel Modelo de Bogotá por ser considerado un “peligro para la sociedad”.

El fiscal general Néstor Humberto Martínez informó que Uribe Noriega está acusado de cuatro cargos: femicidio agravado, tortura, secuestro simple y acceso carnal violento por el crimen de Yuliana. Las investigaciones demostraron que la niña fue subida a una camioneta cuyo trayecto culmina en la residencia de Uribe Noriega, un arquitecto de 38 años perteneciente a una familia rica de Bogotá propietaria de una empresa de construcción. Evidencias de la presencia de Yuliana y el acusado fueron encontradas en el vehículo y en el apartamento donde apareció su cuerpo.

El lunes, antes de que las investigaciones lo vincularan con el caso, Uribe Noguera había buscado internarse en la Clínica Navarra alegando adicción a las drogas y enfermedad mental, luego de haber ingerido un cóctel de licor y cocaína. Pero según acusó la fiscalía, el acusado se encontraba consciente a la hora de llevar adelante los crímenes contra Yuliana, que murió por asfixia.

Están implicados en el caso los hermanos del acusado, Francisco y Catalina Uribe Noguera, por haber tratado de alterar la escena del crimen en dos ocasiones. Ellos fueron quienes encontraron el cuerpo y dieron aviso a la policía.

“Se siente mucho dolor e impotencia por encontrarnos frente a un Estado que no da garantías de justicia”, dijo a Notas Sandra Solano Nivia, de la Confluencia de Mujeres para la Acción Pública que integra el Congreso de los Pueblos.

“Este nuevo caso de feminicidio nos pone a pensar en qué otro horror nos puede pasar a las mujeres, sobre nuestros cuerpos, sobre nuestras vidas. También nos hace pensar en cómo nos han venido robando el espacio público a las mujeres y a las niñas. Ya no podemos estar en la calle tranquilas, jugando”, reflexionó.

Sandra contó que los medios de comunicación han abordado el tema con una fuerte dosis de amarillismo, centrándose en la historia de Uribe Noguera y haciendo a un lado a la víctima y su familia. “La madre de Yuliana, que está embarazada, está internada en un hospital debido al dolor y el desespero que le ocasionó el femicidio de su hija. De eso los medios de comunicación no hablan”, alegó.

Si bien los cargos pueden implicar hasta 60 años de prisión para el acusado, Sandra relató que “posiblemente pueda quedar libre dentro de algunos años porque forma parte de la oligarquía de Colombia y sabemos todo el poder que eso implica”. “Esto nos hace pensar en cómo la violencia contra las mujeres y las niñas en este país está atravesada por la clase social. Somos las mujeres y las niñas empobrecidas las que estamos muriendo, en su gran mayoría. Este feminicida buscó a una niña pobre porque sabía que seguramente no iba a pasar nada”, detalló.

Durante la tarde del martes 6 de diciembre las mujeres se congregaron en las calles bogotanas para repudiar el femicidio de Yuliana. Durante la concentración, se reclamó justicia al mismo tiempo que se enarboló la consigna #NiUnaMenos que nació en Argentina el 3 de junio de 2015 y se masificó por el mundo.

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“El movimiento de mujeres de Colombia está totalmente conmocionado. Acabamos de despedir a una compañera que fue asesinada por empalamiento en el Valle de Cauca. Es un momento para que estemos más fuertes que nunca, hermanadas, exigiendo reales garantías de no repetición y exigiendo garantías de justicia reparativa”, sostuvo Sandra.

“En Colombia, hasta el mes de septiembre, estaban reportados 160 casos de feminicidio en lo que va del 2016, pero hay muchos casos que no se denuncian”, informó Sandra. Y especificó que, a pesar de que existe una legislación que penaliza el feminicidio (ley 1761), “de esos 156 casos apenas 20 tienen sentencia”.

“Esto refleja la dificultad para acceder a la justicia que tenemos las mujeres en nuestro país y para que se cumpla nuestro derecho de vivir una vida libre de violencias”, lamentó.

El caso de Yuliana, que ha tenido un fuerte impacto en la sociedad colombiana puede ser el inicio de la masificación del movimiento contra la violencia hacia las mujeres. Así lo considera Sandra, quien opina que solo con el fortalecimiento de un movimiento latinoamericano contra los femicidios podrá lucharse contra esta violencia machista propia de una profunda cultura patriarcal.

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

Fotos: Confluencia de Mujeres para la Acción Pública

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