5 diciembre, 2016
Estados Unidos: la lucha de Standing Rock frena construcción de oleoducto
El domingo 4 de diciembre el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos anunció que no permitirá la construcción del oleoducto Dakota Access a través del lago Oahe. Este reclamo fue mantenido durante más de medio año por la comunidad sioux de Standing Rock, que logró una masiva solidaridad y presencia en los medios de comunicación, que devino en el freno esta obra de gran impacto ambiental en su territorio.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, autoridad encargada de emitir los permisos para las obras públicas en Estados Unidos, comunicó el domingo 4 de diciembre que no autorizará la construcción del oleoducto Dakota Access –conocido como proyecto DAPL- a través del lago Oahe, en el estado de Dakota del Norte.
El proyecto, impulsado por la compañía Energy Transfer Partners, proyectaba extenderse por por 1770 kilómetros partiendo desde el yacimiento petrolero Bakken en Dakota del Norte, atravesando los estados de Dakota del Norte, Dakota del Sur, Iowa y en Illinois. A partir de ahí empalmaba con un conducto ya existente conduciendo el crudo directamente a las refinerías de la costa del golfo de México en Texas.
La obra está presupuestada en 3.800 millones de dólares y mide casi 2 mil kilómetros, donde se esperaban transportar 500 mil barriles de crudo a diario. El oleoducto se encuentra construido casi en su totalidad, a excepción del tramo que se extiende a través del lago Oahe.
El comunicado emitido por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército el pasado domingo 4 de diciembre está firmado por la Secretaria de Obras Civiles del Ejército, Jo-Ellen Darcy. Allí se afirma que la construcción está frenada desde el 14 de noviembre de 2016, cuando se optó entablar un diálogo con el pueblo Sioux que se encontraba en las cercanías del lago Ohae realizando una protesta para impedir el avance de la construcción.
La comunidad sioux de Standing Rock se encuentra a tan sólo media milla del trazado del oleoducto y esta obra pone en jaque el acceso al agua, como la salud del medioambiente en el que habitan.
“Aunque hemos mantenido permanentes discusiones e intercambios sobre nueva información con la comunidad Sioux de Standing Rock y con los responsables de la construcción del Dakota Access, está claro que hay más trabajo por hacer”, dijo Darcy.
“La mejor manera de completar el trabajo responsablemente y expeditamente es explorar rutas alternativas para el trazo del oleoducto”, concluyó. Luego de conocerse el comunicado la empresa constructora emitió su descarga aduciendo que harán todo lo posible para ver el “vital proyecto terminado”.
Por su parte, la comunidad sioux de Standing Rock recibió la noticia con mucha satisfacción. Desde el mes de julio de 2016 habían iniciado un proceso en la Corte Suprema contra el Cuerpo de Ingenieros del Ejército para que reevalúe el impacto ambiental del proyecto. La presión social y mediática ha ido aumentando a medida que el reclamo de Standing Rock iba recibiendo el apoyo y la solidaridad de miles de comunidades indígenas y ambientalistas de Estados Unidos, Canadá y muchos otros países.
Las medidas de protesta incluyeron la instalación de un campamento que bloqueó el avance de las obras. Este campamento fue ferozmente reprimido, hiriendo a más de 160 personas. La expansión de la solidaridad, que incluyó la movilización y acompañamiento de más de dos mil veteranos de guerra, adquirió notoriedad en las redes sociales y los medios de comunicación.
La comunidad de Standing Rock evalúa el reciente anuncio como un triunfo en su lucha, aunque advierten que no se debe bajar la guardia ante los próximos pasos que implican discutir el nuevo trazado del oleoducto y el poder que las compañías han ganado sobre los derechos civiles y de las comunidades.
El referente del pueblo Sioux, Dallas Goldtooth, dijo que esta decisión “es un movimiento de victoria sin precedentes”, aunque advirtió que es una medida temporal. Goldtooth enumeró las posibles acciones a seguir, que van desde la realización de actividades de difusión sobre el impacto de este tipo de obras, sobre la necesidad de proteger el agua, como así también la relación de reuniones con congresistas, la advertencia a bancos que financian estos proyectos y el trabajo de lobby que implica instalar la protección de las fuentes de agua como una política de Estado. La tarea central de los próximos meses estará puesta en discutir el nuevo trazado con las autoridades del Ejército y de las compañías.
“Este no es el final de la pelea pero es un breve descanso entre batallas y un signo de lo lejos que hemos llegado gracias a los dirigentes indígenas y protectores de agua en Standing Rock. Vamos a celebrar y reflexionar y seguir luchando”, concluyó el dirigente sioux.
Micaela Ryan – @LaMicaRyan
Fotos y video: Indigenous Rising Media
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