Fútbol

30 noviembre, 2016

La tragedia de Chapecoense: morbo, negocio y complicidades

El accidente aéreo que terminó con la vida de casi todo el plantel del equipo brasileño de Chapecoense generó una reacción positiva en la mayor parte del mundo del fútbol. Sin embargo algunos medios de comunicación, empresas y la propia Conmebol tienen que rendir cuentas.

El arquero de Chapecoense, Danilo, salvó con su pierna derecha lo que era gol de Marcos Angeleri y clasificación a la final para San Lorenzo hace una semana atrás. Esa pelota que pegó en la pierna del portero local depositó en la final a sus compañeros y al club brasileño de la ciudad de Chapecó en la zona oeste del estado de Santa Catarina. “Si fuera por Danilo, él volvería a atajar esa pelota final”, afirmó el tercer arquero del equipo, Marcelo Boeck, al programa «Estudio Fútbol» de TyC Sports. Boeck pidió autorización para no viajar y pasar su cumpleaños en familia ya que igual no iba a jugar.

En el avión de la empresa LaMia, que se estrelló antes de llegar a Medellín (Colombia), volaba Chapecoense a jugar la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional, pero iban mucho más que futbolistas, dirigentes, periodistas y tripulantes. En ese avión viajaba un sueño al que accedió un equipo en base a humildad, unión y fútbol.

La tragedia humanizó a un deporte cada vez más influenciado por el negocio. Las muestras de solidaridad y apoyo no tardaron en aparecer. Pero así como este triste hecho es una buena oportunidad para volver a las fuentes de los que perdieron la brújula, también dejó expuestos a otros.

Algunos medios brasileños comunicaron que no iban a entrevistar familiares de víctimas para respetar el duelo, mientras que otros -de todo el mundo- luchaban por la primicia y jugaban con las salud del arquero Jackson Follman, uno de los sobrevivientes. Antes del parte médico ya confirmaban que le tuvieron que amputar las dos piernas, cuando la noticia oficial terminó siendo que solo le amputaron una.

La pelea por el rating en la tragedia se olvida que del otro lado hay familiares y víctimas en pleno duelo, no piensa en eso, prefiere usar las manos para sostener la cámara que muestra que llevan a Helio Neto, otro de los futbolistas que pelea por su vida, en vez de usarlas para ayudar en el rescate.

No se trata de no informar sobre la tragedia, pero sí de no de jugar con ella. En momentos de caos solo suma la información chequeada, no la primicia y el morbo televisado.

El tercer futbolista sobreviviente es Alan Ruschel de quien se dijo que corría el riesgo de quedar cuadripléjico. Su novia lo desmintió ante la prensa: “Alan es todo para mí, si pudiera me casaría ahora mismo con él”, dijo.

La Conmebol y la tragedia

Buscar culpables cuando la ocurrido todavía está salando en la herida no es la prioridad como así tampoco disfrazar de inocentes a futuros investigados. La cadena Fox Sports Latinoamérica -que tiene los derechos de televisación de las copas continentales oficiales- perdió a seis periodistas que iban a cubrir la final. Justamente por tener el negocio en su pantalla, suele omitir críticas a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Pero llama la atención que para reivindicar la seriedad de la aerolínea boliviana LaMia digan que en ese mismo avión viajó la selección argentina cuando fue a Brasil el mes pasado y que cataloguen al piloto del vuelo como un “héroe” asegurando que tenían la información que había dejado caer la gasolina de reserva para evitar una explosión. Luego el director general de LaMia, Gustavo Vargas, reconoció que era una “posibilidad que el avión se haya quedado sin combustible”.

Las horas posteriores siguieron poniendo dudas sobre ciertas informaciones brindadas. «La Conmebol tenía connivencia con LaMia. Cotizaban más barato a los clubes. Era un negocio, montaron la empresa para eso. La Conmebol la recomienda y sugiere la compañía», denunció el piloto argentino Jorge Polanco a FM Late 93.1. Del piloto fallecido, calificado como “héroe” para toda Latinoamérica, supimos que además era copropietario de la compañía, la cual tenía un solo avión en condiciones y dos más en mantenimiento.

La pequeña empresa LaMia trajo a Lionel Messi y sus compañeros de selección de Belo Horizonte a Buenos Aires luego de perder con Brasil en el mismo avión que cayó el lunes. Además otros equipos del continente usaban los vuelos chárter de esta particular compañía que ofrecía el servicio más barato. La mayoría de los clubes que la usaban eran bolivianos, paraguayos y también las selecciones de Bolivia, Venezuela y Argentina. También Chapecoense, el modesto club de Brasil que no tenía el poderío económico para elegir el vuelo más directo.

Por qué la AFA expuso a sus futbolistas a viajar en un vuelo más económico pero menos seguro muestra la situación actual del fútbol argentino y deja abierta una pregunta que deberán responder sus autoridades. “A los futbolistas argentinos los sorprendió la precariedad de la aeronave. Quedaron molestos por la incomodidad de las instalaciones del avión y subrayaron la antigüedad del aparato”, publicó el diario La Nación.

La investigación de la tragedia demostrará hasta donde llegó la negligencia, cuanto tuvo de evitable y cuanto de accidente. Los sueños truncos de un grupo de futbolistas y el dolor de un pueblo entero merecen verdad y justicia.

Nacional y Net Shoes, dos reacciones distintas ante la tragedia

Por otra parte Atlético Nacional de Medellín fue un reflejo de cómo mutó el fútbol con la tragedia. A poco de conocerse el accidente la red social oficial del club lanzo un frío comunicado que decía: “Nacional lamenta profundamente y se solidariza con @chapecoensereal por el accidente ocurrido y espera información de las autoridades”.

Casi ocho horas después y luego de que futbolistas de su equipo salgan a manifestar a la prensa que querían que sea campeón Chapecoense y que le entreguen el dinero del premio a los familiares de los fallecidos, recién ahí el Twitter oficial del club colombiano confirmó el pedido elevado a la Conmebol.

A lo largo del día se solidarizaron con Chapecoense e invitaron a los hinchas de Nacional a acudir al estadio a la hora que debía disputarse el partido con una vela para rendirle homenaje a los fallecidos.

Pero también hubo oportunismo del negocio en un día cargado de dolor. La empresa Net Shoes tuvo que salir a aclarar por qué aumentó la camiseta de Chapecoense de 129 a 250 reales después de lo ocurrido. La justificación oficial fue que en realidad salía eso pero la habían bajado por el Black Friday de descuentos del viernes pasado.

Pasó una nueva tragedia por nuestros ojos, hubo actitudes para todos los gustos, hay cosas que cambian en la desgracia y otras que no cambian nunca. Mejor quedarse con las primeras, “Nunca olvidaremos su legado de Campeón: gracias por atreverse a soñar como los grandes. Eso es la grandeza. #LeyendasPorSiempre”, acompañada de una imagen que decía “algunas historias se hacen inmortales”, rezaba el Twitter oficial de Atlético Nacional al mediodía del martes.

En el mismo lugar donde antes hubo un comunicado helado ahora se rendían ante los héroes que se subieron a un avión en busca de la gloria efímera de un título, sin saber que se encontrarían con la gloria eterna de un mundo entero que aún los llora.

Lucas Jiménez – @lucasjimenez88

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