América Latina

30 noviembre, 2016

Temer a un paso del impeachment

Un escándalo dentro del gabinete de Michel Temer puede ser el inicio de su fin como presidente. El ex ministro de Cultura, Marcelo Calero, denunció haber recibido presiones de Temer y el ex ministro de Gabinete, Geddel Vieira Lima, para no interferir en un proyecto inmobiliario. La oposición exige el impeachment.

Un escándalo dentro del gabinete de Michel Temer puede ser el inicio de su fin como presidente. El ex ministro de Cultura, Marcelo Calero, denunció haber recibido presiones suyas y del ex ministro de Gabinete, Geddel Vieira Lima, para no interferir en un proyecto inmobiliario. La oposición exige el impeachment.

El pasado lunes 28 de noviembre el Partido Solidaridad y Libertad (PSOL), apoyado por el Partido de los Trabajadores (PT), presentó un pedido de impeachment (juicio político) contra el actual presidente de Brasil, Michel Temer, ante la Cámara de Diputados. Tras el escándalo de corrupción de su ex ministro de Gobierno, Geddel Vieira Lima, los partidos de oposición exigen la renuncia del presidente y la realización de nuevas elecciones. Mientras, la población brasileña se moviliza masivamente en rechazo al ajuste implantado con la aprobación de la PEC 55 que se consumó el martes 29 y supone congelar el gasto público por 20 años.

Las acusaciones alegan que el mandatario incurrió en un crimen de responsabilidad por deshonestidad en la gestión pública involucrado en un episodio reciente que incluye directamente a Vieira Lima, que fue denunciado por el ex ministro de Cultura, Marcelo Calero. En su denuncia, Calero dijo que Temer lo protegió.

El caso

Calero renunció a su cargo el pasado 18 de noviembre argumentando motivos personales. Pero luego brindó una entrevista al diario Folha de Sao Paulo en la que contó que el ministro Geddel Vieira Lima lo presionó para que intervenga el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) con el objetivo de lograr la habilitación de la construcción de un emprendimiento inmobiliario en Salvador de Bahía, frenada por este organismo.

El emprendimiento, conocido como La Vue, consiste en un edificio de lujo sobre la costa en la zona de Ladeira da Barra. Consta de 24 pisos de 259 metros cuadrados cada uno, con cuatro habitaciones en suite, tasados en 2,5 millones de reales (740 mil dólares). Geddel Vieira es propietario de uno de esos futuros departamentos.

Aunque el Iphan Bahía había autorizado la construcción del edificio, la dirección nacional del organismo se opuso argumentando que no cumple con los estándares de preservación patrimonial del centro histórico de esa ciudad. Los impactos incluyen la posibilidad de derrumbes de bienes del Iphan ubicados en los alrededores del predio, como el fuerte y faro de Santo Antônio da Barra, el fuerte de Santa Maria, el conjunto arquitectónico y paisajístico de la colina y la iglesia de Santo Antônio.

Las obras se mantuvieron paradas desde el mes de junio y el pasado 16 de noviembre el Iphan, bajo la órbita del Ministerio de Cultura, informó que la empresa constructora debía rediseñar el proyecto para ajustarse a los estándares sugeridos. El 18 de noviembre Calero renunció.

Al otro día, el ex ministro de Cultura formuló una denuncia ante la Policía Federal en la que dijo haber sido presionado por Geddel desde el mes de junio. Sostuvo que el 6 de noviembre el funcionario le dijo en una conversación telefónica que “no le gustaría ser sorprendido con una decisión contraria a sus intereses”. Pero además, afirmó que el propio Temer también estuvo involucrado en esta acción de chantaje al haberle sugerido que resuelva el problema lo antes posible a favor del entonces ministro de Gabinete.

El episodio incluye una cena en el Palacio de Alvorada en la que Temer le sugirió derivar el tema a la Abogacía General de la Unión (AGU), organismo encargado de representar y velar por los bienes de la nación. Calero agregó que el presidente le dijo que se quede tranquilo y que si volvía a ser presionado por Geddel le debía contestar que su pedido no era posible de ser atendido.

Sin embargo, al día siguiente fue convocado a una reunión en el Palacio de Planalto en la que Temer le dijo que la decisión del Iphan había causado “dificultades operacionales” en su gabinete y que Geddel estaba enojado. De acuerdo al testimonio del ex ministro de Cultura, el presidente le solicitó una salida para que el proceso derive en la AGU y le dijo: “La política tiene de estas cosas, este tipo de presiones”.

La denuncia

Muchas de estas conversaciones fueron grabadas por Calero y entregadas a la Policía Federal, quien las presentó ante la Procuraduria General de la República para que avale la investigación.

Tras la denuncia, Temer argumentó que estaba “arbitrando conflictos” entre decisiones divergentes en un organismo público, en referencia al Iphan. Pero los hechos y las pruebas presentadas demuestran que optó por proteger a Geddel. El 21 de noviembre la Comisión de Ética Pública de la Presidencia de la República decidió iniciar un proceso de investigación sobre el ex ministro de Gabinete, aunque luego ese proceso fue pospuesto. Como resultado de este escándalo, Geddel renunció a su cargo el pasado 25 de noviembre.

Ahora, la Procuraduría General deberá decidir si este caso debe ser tratado por el Supremo Tribunal Federal (STF). Con respecto al impeachment, será el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien decidirá darle o no lugar.

Temer fue clave en la destitución de Dilma Rousseff, mientras que el entonces presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, fue quien se ensució las manos -y actualmente se encuentra en un presidio en Curitiba a disposición del juez Sergio Moro-. Pero el conglomerado mediático que lo protegió ya no le es suficiente para mantenerse en el poder.

Rodeado por escándalos de corrupción, una catarata de pruebas ha inundado los procesos de investigación, a diferencia del juicio realizado contra Dilma. Y todavía aparecerán más evidencias cuando la Procuraduría General de la Nación de lugar a las «delaciones premiadas» de la empresa Oderbrecht en el marco de la investigación por la operación Lava Jato, entre los que puede aparecer el del presidente no electo.

El actual mandatario brasileño está minado por sus propios actos. Son muchas las acusaciones que pesan sobre él. El entramado de poder que lo hizo presidente puede sacarlo rápidamente. Pareciera que sólo falta decidir el verdugo: el Congreso o el STF.

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

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