Mundo Gremial

30 noviembre, 2016

La CGT denuncia en voz baja que no se cumple el «acuerdo antidespidos»

La CGT cuestiona que no se está cumpliendo el «acuerdo antidespidos» firmado con el gobierno hace una semana en la Mesa de diálogo. Planteos en la reunión con la Conferencia Episcopal y reclamos a la Unión Industrial Argentina.

Hace apenas una semana se llevó adelante el segundo encuentro por un Diálogo por la Producción y el Trabajo, la segunda de las mesas convocadas por el gobierno nacional para lograr acuerdos entre representantes del Estado, empresarios y sindicalistas. En el acta de la reunión se planteó «un compromiso de no despedir hasta marzo de 2017», con el objetivo de «darle certezas a los trabajadores de que hay un compromiso común tanto para generar nuevos empleos como para preservar los existentes».

Sin embargo, como sucedió con los más informales acuerdos antidespido de abril, los empresarios demostraron su absoluta falta de voluntad para respectar el pacto con una nueva oleada de despidos en diversas áreas de la producción.

Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, dos de los triunviros cegetistas, se reunieron este martes con la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y si bien, con su tibieza habitual, «valoraron» los acuerdos y manifestaron su voluntad de seguir apostando a estas mesas de diálogo también mencionaron su preocupación por el incumplimiento empresarial.

«Nos preocupa que desde el sector empresario hay algunos que no están respetando el acuerdo que firmamos hace menos de una semana», manifestó Schmid. Y agreó: «Lo que pedimos es una mayor responsabilidad social».

El triunviro también denunció que «desde que se anunció el acuerdo se detectaron dos casos de empresas que no respetaron el acuerdo, como sucedió en Ferrum y una empresa de calzados en San Luis en las que hubo despidos y suspensiones».

El planteo realizado ante monseñor José María Arancedo fue replicado luego por el secretario de Acción Social de la CGT, José Luis Lingeri (quien fue parte de la delegación cegetista que se reunió con la CEA).
Luego de la reunión con el Episcopado Lingeri denunció “la ausencia de sensibilidad y de conciencia social de algunos sectores del empresariado”. Y agregó que no pretenden que el acuerdo «sea eterno» sino que se extienda por un trimestre, como para «pasar las fiestas y llegar a marzo con verdadera armonía». «Pero algunos no entienden el mensaje de la CGT, el Gobierno e Iglesia», concluyó, atribuyendo esa dificultad a una «falta de seriedad y conciencia».

El también secretario general del Sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias luego específicó: “Me refiero en especial a la Unión Industrial Argentina (UIA), cuya actitud es preocupante y, sobre el tema despidos, mantiene una posición reticente». Para terminar, realizó una distinción entre la responsabilidad de las PyMEs y de los grandes grupos empresarios: «Puede entenderse en ese sentido las dificultades de las pequeñas y medianas empresas que, a lo mejor, no tienen poder económico para solventar la situación. Pero no en las grandes compañías, que hicieron un colchón y, durante años, obtuvieron dividendos favorables”.

Más allá de la demasiado benevolente contabilidad de la CGT, que ha constatado que apenas dos empresas incumplieron los acuerdos, lo cierto es que las cesantías y amenazas de despidos siguen multiplicándose sin pausa en diversos sectores industriales y de servicios.

Avenida.com, sitio de venta online vinculado al ministro porteño de Modernización, Innovación y Tecnología Andy Freire, despidió a 120 trabajadores y se especula con su eventual cierre total. La alimenticia Nevares, elaboradora de productos Georgalos y Bonafide, anunció 60 despidos de su planta de Carlos Keen (despedidos hicieron circular por redes un mensaje que además denunciaba las pésimas condiciones sanitarias de la planta). Herzo, una aliada de Puma, anunció el cierre de su planta en San Luis y despidió a 200 operarios. La textil riojana Hilados también informó de 130 cesantías, confirmando que el sector textil es uno de los que más directamente sufre la apertura de importaciones.

A este cuadro hay que sumarle algunos casos de suspensiones masivas y por tiempo indeterminado, como la de 500 operarios de Ferrum y los despidos o cierres de empresa que aparecen como inevitables, aunque no haya confirmación oficial. En este rubro podemos incorporar los 162 trabajadores de BGH de Tierra del Fuego que han decidido instalar un campamento permanente frente a la planta contra el anuncio inminente o la movilización del Sindicato de Trabajadores Químicos de San Lorenzo contra el posible cierre de la fábrica de pinturas American Colors de Puerto General San Martín.

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