Batalla de Ideas

14 noviembre, 2016

El efecto Trump pone a Malcorra en la cuerda floja

Por Micaela Ryan. Que la canciller Susana Malcorra tiene un pie fuera del ministerio de Relaciones Exteriores y Culto no es un secreto. El apoyo explícito de Macri a Hillary Clinton promovido por la canciller y su posterior derrota tiene un costo muy alto que Malcorra parece no poder pagar. Macri busca asumir la relación con Trump en primera persona.

Por Micaela Ryan. Que Susana Malcorra tiene un pie fuera del ministerio de Relaciones Exteriores y Culto no es un secreto. El apoyo explícito de Macri a Hillary Clinton promovido por la canciller y su posterior derrota tiene un costo muy alto que la funcionaria parece no poder pagar. Macri busca asumir la relación con Trump en primera persona.

Las últimas semanas no han sido positivas para Susana Malcorra. El pasado 5 de octubre se conoció el fin de su campaña hacia la secretaría general de la ONU ya que en ese lugar fue elegido el ex primer ministro de Portugal, António Guterres. Así, Malcorra vio desplomarse lo que era un sueño bastante difícil de alcanzar: convertirse en la primera mujer en comandar las Naciones Unidas.

Pero el malestar dentro de Cambiemos con respecto a la canciller no se vincula con la esperada derrota en su aspiración al máximo puesto de la ONU, sino con los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos. Ella fue “punta de lanza” en el posicionamiento que el gobierno y del propio Mauricio Macri, manifestaron de manera explícita a favor del Partido Demócrata.

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A fines del mes de septiembre manifestaba en declaraciones con las radios Mitre y La Red que la candidata Hillary Clinton “es más cercana a la mirada del gobierno de Macri” que la de Trump. «La visión que tiene Donald Trump es muy de cerrarse hacia adentro, que es distinta a la que nuestro gobierno tiene. Es muy riesgoso ir a un proceso de cierre, de xenofobia», afirmó en ese momento. Los días previos al martes 8 de noviembre las manifestaciones del gobierno de Macri a favor de Clinton se hicieron cada vez más notorias.

“Desde que asumió este gobierno, la relación con Estados Unidos entró en una nueva etapa y creemos que si gana Trump podemos entrar en un parate”, había alertado Malcorra en TN horas antes de que se definan los comicios norteamericanos. Luego de conocerse los inesperados resultados que le otorgaron el triunfo a Trump, los efectos dentro del gabinete comenzaron a tener lugar.

La canciller fue la primera funcionaria del gobierno argentino en reconocer el triunfo del magnate a través de un mensaje en su cuenta Twitter. Aunque junto con las felicitaciones para los republicanos se apuró en realizar un gesto hacia los demócratas.

La salida de Lousteau y la llamada entre Macri y Trump

Las repercusiones del triunfo de Trump en el tablero político de Argentina tuvieron un efecto inmediato. Y las preocupaciones y enojos dentro del gobierno de Cambiemos no tardaron en hacerse sentir.

El primer fusible en estallar fue Martín Lousteau, embajador argentino en Washington. Tan sólo dos días después de los comicios, el gobierno nacional anunció la decisión de apartarlo de su cargo antes del 20 de enero, día que asumirá la presidencia Donald Trump.

Desde la Casa Rosada intentaron bajar el nivel de repercusión a su despido y argumentaron que Lousteau estaba planeando regresar al país para dedicarse de lleno a la campaña legislativa de 2017, un hecho que puede ser real pero que está basado en una justificación poco creíble. Luego comenzaron a trascender en los medios de comunicación los nombres de los posibles reemplazos en la Embajada de Argentina en Estados Unidos, entre quienes se nombraron a Emilio Cárdenas, Fernando Petrella y Martín Redrado.

Tras estos hechos, Lousteau dijo que él no hizo «nunca una manifestación sobre Hillary en ningún momento». En declaraciones con radio Vorterix explicó: “En el gobierno nacional hay gente que tiene relación previa con el Partido Demócrata. En poco tiempo la Argentina revirtió la relación con Estados Unidos, pero con una administración que salía, entonces lo que yo dije es que es natural que la continuidad facilita las cosas. Esto es una descripción de algo, no un apoyo”.

«Hay vínculos directos entre Macri y Trump, Macri lo conoce a Trump de antes. Hemos conseguido los teléfonos y la comunicación entre ambos es posible», agregó.

Esa llamada se concretó finalmente en la tarde del lunes 14 de noviembre. La información se dio a conocer a través de un comunicado de la Presidencia de la Nación, donde se informaba que mantuvieron una conversación durante 15 minutos en la que “recordaron su histórica relación personal y se comprometieron a trabajar en una agenda común para el crecimiento de los dos países”.

El mandatario argentino dijo además que espera verlo (a Trump) en Buenos Aires durante la cumbre del G-20 que se realizará en la ciudad en 2018. Trump contestó que le gustaría recibirlo en la Casa Blanca antes de ese año.
 “Argentina es un gran país y tendremos la más cercana relación entre nuestros países de la historia”, manifestó.

La puerta de salida se abre

Un nuevo factor apareció este lunes 14 de noviembre a través de una importante operación de prensa que sugiere que Lousteau puede no ser el único afectado por el triunfo de Trump. La noticia tiene la forma de una cifra: 1.300.000 pesos. Ese es el monto que Malcorra gastó para su campaña en la ONU en términos de viajes y viáticos. Además del dinero, contó con ocho funcionarios de Cancillería y cinco diplomáticos de la Embajada argentina ante Naciones Unidas trabajando para su candidatura.

La información fue publicada por el diario La Nación, a partir de un informe del jefe de Gabinete, Marcos Peña. El mismo contiene más de 700 preguntas y dedica tres de ellas a los gastos de la canciller para su candidatura. El diario reportó además que el vocero de Malcorra aclaró que los gastos se hicieron “en forma transparente y con previa aclaración de los motivos de cada viaje”.

Lo cierto es que el perfil de la canciller, de grandes vínculos con el Partido Demócrata y en especial con Susan Rice, quien fue embajadora del país norteamericano en la ONU, no pareciera ser el adecuado para la nueva etapa que comienza.

Es sabido que quienes manejan la política internacional del gobierno de Cambiemos son el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, quienes tomaron estas decisiones. Al mismo tiempo, Macri buscará asumir la relación con Trump de manera directa, apelando a algún pasado empresarial en común. Serán ellos quienes definan el nuevo nombre del próximo ministro de Relaciones Exteriores y no se descarta que tanto Peña como Pompeo -hombres de máxima confianza con el presidente- puedan asumir el cargo que, hasta el momento, todavía ocupa Malcorra.

@LaMicaRyan

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