América del Norte

14 noviembre, 2016

Bernie Sanders: «El Partido Demócrata necesita romper con el establishment corporativo»

El viernes pasado el ex precandidato demócrata Bernie Sanders publicó en el New York Times un artículo de opinión analizando el triunfo de Donald Trump y los problemas que afectan a Estados Unidos. Planteó una serie de desafíos tanto para el futuro presidente como para el Partido Demócrata.

El viernes pasado el ex precandidato Bernie Sanders publicó en el New York Times un artículo de opinión analizando el triunfo de Donald Trump y los problemas que afectan a Estados Unidos. Planteó una serie de desafíos tanto para el futuro presidente como para el Partido Demócrata.

«A dónde van los demócratas a partir de ahora» se titula la nota que Sanders escribió. Allí sintetizó no sólo cuestiones que ya viene discutiendo hace años sobre la economía estadounidense, sino cuáles considera que son los desafíos para el partido que integra, luego de la elección de Donald Trump como próximo presidente de Estados Unidos.

«Estoy entristecido pero no sorprendido por el resultado. No es un shock para mí que millones de personas que votaron a Trump lo hayan hecho porque están exasperadas con el status quo económico, político y mediático», afirmó el senador por el Estado de Vermont.

Sanders, que perdió en las internas del Partido Demócrata con Hillary Clinton y luego hizo campaña por ella en la elección presidencial, dijo comprender los motivos que llevaron a millones de estadounidenses a votar por el magnate republicano. Según escribió, la elección expresó un «voto-protesta» de las mayorías, en clara «oposición al sistema económico y político que pone las ganancias y los intereses corporativos sobre los suyos».

«Las familias trabajadoras miran como los políticos consiguen apoyo financiero para sus campañas de billonarios e intereses corporativos y luego ignoran las necesidades de los estadounidenses promedio», puntualizó. Y dijo que en los últimos 30 años, cada vez más norteamericanos «trabajan largas horas por salarios más bajos y ven como los trabajos remunerados decentemente se van a China, México y otros países». Los trabajadores, afirmó, «están cansados de tener jefes ejecutivos que ganan 300 veces más que ellos, mientras el 52% de todos los nuevos ingresos se lo lleva el 1% más rico».

El senador enumeró también el resto de las problemáticas por fuera de lo estrictamente salarial que hacen a las condiciones de vida de la clase trabajadora y que en los últimos años se han agudizado: «No pueden pagar un cuidado decente y de calidad para sus hijos. No pueden mandar a sus hijos a la universidad y no tienen nada en el banco cuando se acercan a la jubilación. En muchas partes del país no pueden acceder a una vivienda, y encuentran que el costo del seguro de salud es demasiado alto».

«El presidente electo Trump está en lo correcto: el pueblo estadounidense quiere un cambio. ¿Pero qué cambio les va a ofrecer?», se pregunta el líder progresista, que se autoproclama un «socialista democrático». «¿Tendrá el coraje de enfrentarse a la gente más poderosa del país que es responsable por el sufrimiento económico que tantas familias sienten, o apuntará esa rabia de la mayoría hacia las minorías, inmigrantes, los pobres e indefensos?», cuestiona.

Y sigue: «¿Tendrá el coraje de enfrentarse a Wall Street, trabajar para romper las instituciones financieras ‘demasiado grandes para fallar’ y demandar que los grandes bancos inviertan en pequeños negocios y creen trabajos en el Estados Unidos rural y las ciudades del interior? ¿O enlistará a otro banquero de Wall Street para dirigir el Departamento del Tesoro y continuará los negocios como siempre? ¿Se enfrentará, como prometió en campaña, a la industria farmacéutica y bajará los precios de las drogas recetadas?». Aunque expresó tener la «mente abierta» respecto al gobierno de Trump, las preguntas subyacen desconfianza.

«Habiendo perdido el voto popular del país», dijo, el presidente electo «haría bien en prestar atención a las propuestas de los progresistas».

«Combatiremos al racismo, la intolerancia, la xenofobia y el sexismo en todas sus formas, siempre y cuando vuelvan a emerger», sostuvo Sanders luego de contar que se siente «afligido» de escuchar historias de estadounidenses siendo «intimidados y acosados a raíz de la victoria de Trump». «Escucho el llanto de familias que están viviendo con el miedo de ser excluidos», dijo. «Hemos llegado muy lejos como país combatiendo la discriminación. No vamos a volver atrás», aseguró.

El demócrata planteó la importancia de «cambiar el sistema económico», dado que el actual permite que «multimillonarios como Trump no paguen ni un centavo en impuestos federales».

Al mismo tiempo, explicó que propondrá «una serie de reformas para revitalizar el Partido Demócrata», al cual pertenece desde 2015, cuando dejó de ser independiente para meterse en la carrera a la Casa Blanca. «Creo firmemente que el partido necesita romper lazos con el establishment corporativo y, una vez más, transformarse en un partido con raíces en los trabajadores», indicó. Y agregó: «Debemos abrir las puertas del partido para darle la bienvenida al idealismo y la energía de los jóvenes y todos los estadounidenses que están peleando por justicia económica, social, racial y ambiental.

«Tenemos que tener el coraje de avanzar sobre la codicia y el poder de Wall Street, las compañías farmacéuticas, de seguros y petroleras», dijo, en sintonía con todo su discurso electoral.

«Cuando mi campaña presidencial llegó al final, prometí a mis seguidores que la revolución política continuaría. Y ahora, más que nunca, eso debe ocurrir», concluyó Sanders.

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