9 noviembre, 2016
Trump presidente: cuando la peor opción se vuelve realidad
Por Diana Broggi desde Iowa, Estados Unidos. Las elecciones en Estados Unidos se convirtieron en uno de los acontecimientos más esperados y que despertaron las mayores inquietudes e intereses en el mundo entero. Al final de un largo día y una larga noche del martes 8 de noviembre, millones de personas votaron por Trump y otros millones por Hillary, aunque estos últimos votos no alcanzaron.

Por Diana Broggi desde Iowa, Estados Unidos. Las elecciones en Estados Unidos se convirtieron en uno de los acontecimientos más esperados y que despertaron las mayores inquietudes e intereses en el mundo entero. Al final de un largo día y una larga noche del martes 8 de noviembre, millones de personas votaron por Trump y otros millones por Hillary, aunque estos últimos votos no alcanzaron.
La tensión fue creciendo en las últimas semanas donde aumentaron los debates públicos, acusaciones y especulaciones en la pelea entre demócratas y republicanos. Así, la contienda por la dirección del rumbo del gigante americano de 50 Estados y más de 325 millones de personas pasó a ser el episodio clave en la escena política y mediática internacional.
El sabor de la derrota y la amargura Demócrata se ha instalado en los rostros aún desconcertados de los voluntarios y los supporters -seguidores- de Hillary. Para ellos y ellas, quienes todos estos meses y más intensamente en los días previos de la elección y hasta el mismo día de las elecciones -ya que no existe la veda electoral- hicieron campaña puerta a puerta para hablar con la gente y convencer de que “Trump es odio”, la escena es difícil. No queda otra que pensar hacia adelante, mientras se preguntan si es que las mujeres o los latinos votaron por la opción republicana, en los balances que se aproximan con el diario de miércoles.
Evidentemente, los esfuerzos demócratas no alcanzaron, y mas allá de que hasta el mismo Bernie Sanders -precandidato demócrata de “izquierda”- llamó a votar a Hilary, la candidata no terminó de sembrar una aprobación de estos sectores que le permitieran cosechar mejores resultados al día de hoy. Ya tiempo antes de este 8 de noviembre hemos leído y escuchado que, más allá de todo, “Trump ya había ganado”, haciendo referencia a la inusitada instalación de su figura y el carácter masivo de su impronta en las masas americanas. En la lógica del bipartidismo el “reciclaje” parece ser una modalidad cada vez más usual mediante la cual las expresiones más conservadoras de las clases dominantes elaboran figuras electorales que conectan y generan simpatía en las grandes masas de la población desde un perfil absolutamente mediático.
Sin embargo, sería injusto decir que ganó el racismo, la xenofobia o el sexismo en Estados Unidos, aunque es indudable que Donald Trump representa todo eso de forma burda y descarada. Hay un pueblo norteamericano que merece ser escuchado y entendido en su complejidad, en sus necesidades, en sus demandas. En la mañana del miércoles 9 de noviembre, una nota de opinión de un diario local del poblado Ames en el Estado de Iowa titulaba “What really makes America great” (Lo que realmente hace grande a Estados Unidos), lo que constituye un contrapunto con el slogan ganador de Trump: «Make America great again» (Volver hacer grande América). Este sentimiento no nace desde la mezquindad, el egoísmo o la intolerancia manifiesta del candidato, sino desde la gente que trabaja día a día, se esfuerza, se compromete por su país pero no la está pasando bien.
Muchas de estas personas optaron por Trump. Hoy esa peor opción es realidad en Estados Unidos y habrá que profundizar estos análisis para entender por qué ante un sistema que deja cada vez mas gente afuera, las respuestas se canalizan por derecha. Por qué son las grandes mayorías que efectivamente eligen un Macri, un Trump, y en el mundo de las grietas una vez más se expresa la necesidad de saldarlas con proyectos de izquierda, populares, que realicen transformen estructurales. Habrá que medir las distancias porque por ahora las partidas las ganan otros, más allá de lo odioso que pueda resultar el show electoral yanquee o los globos amarillos de la revolución de la alegría.
@DianaBroggi1
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.