América Latina

31 octubre, 2016

El gobierno colombiano tensiona la instalación de la mesa de diálogo con el ELN

Luego de la suspensión de la primera ronda de conversaciones entre el gobierno colombiano y el ELN por parte de Juan Manuel Santos, el avance de los diálogos de paz se tensiona.

Luego de la suspensión de la primera ronda de conversaciones entre el gobierno colombiano y el Ejército Nacional de Liberación (ELN) por parte de Juan Manuel Santos, el avance de los diálogos de paz se tensiona.

La primera ronda del diálogo entre el gobierno de Colombia y el ELN estaba prevista para iniciarse en Quito el pasado jueves 27. Esta nueva instancia implicaba un impulso al proceso de construcción de la paz luego del desconcertante triunfo del “no” en el plebiscito por la refrendación de los Acuerdos de Paz entre el gobierno y las FARC el pasado 2 de octubre.

El 27 de octubre se iba a llevar a cabo la ceremonia de instalación de la Mesa de Diálogo en la Capilla del Hombre, realizada por el reconocido pintor local Oswaldo Guayasamín. Para esto se habían congregado en Quito numerosos cancilleres y funcionarios de países como Ecuador, Venezuela y Noruega (países garantes) y de Chile, Cuba y Brasil (estados acompañantes), como así también delegados de organizaciones sociales colombianas.

Pero por sobre la importancia de este evento, el presidente Juan Manuel Santos decidió suspenderlo alegando la necesaria liberación del ex congresista Odín Sánchez por parte del ELN como requisito. «Tras la decisión del gobierno de Colombia de aplazar la instalación formal de las Mesas de Diálogo con el Ejército de Liberación Nacional, la Cancillería del Ecuador informa a los representantes de los medios de comunicación que el evento previsto para este jueves 27 de octubre ha sido suspendido hasta nuevo aviso», anunció formalmente la Cancillería colombiana.

El ex diputado Odín Sánchez se encuentra retenido por el ELN desde el mes de abril, cuando se entregó a cambio de su hermano Patrocinio, ex gobernador del departamento del Chocó. El presidente Santos y el máximo representante de la delegación del gobierno colombiano y ex ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, habían manifestado en los días previos al 27 de octubre que «la condición» del gobierno nacional había sido «muy clara» y no veían «por qué no se pueda cumplir oportunamente», en referencia a la liberación de Sánchez.

El mismo jueves 27 de octubre, previo a la instalación de la Mesa de Diálogo en Quito, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), organización que media en los procesos de entrega y liberación de retenidos, notificó que no se encontraban notificados de un operativo de estas características con Odín Sánchez. “Ante los crecientes rumores en torno a la posible liberación de Odín Sánchez, quisiéramos aclarar que por el momento el CICR no ha activado ningún operativo con este fin”, sostuvieron. Tras esta información, Restrepo anunció que el proceso de liberación de Sánchez estaba en marcha.

Por su parte, el jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, afirmó el 29 de octubre que la liberación de Odín Sánchez no se estableció como compromiso necesario para la instalación de la Mesa. Aún así, Beltrán aseguró que la liberación de Sánchez está en proceso y se concretará durante la primera ronda de negociaciones.

No obstante, el presidente Santos optó por suspender indefinidamente la instalación de la Mesa de Diálogo, instancia planificada durante años en reuniones previas. Incluso apuntó a ponerlo en duda cuando afirmó el domingo 30 desde Barranquilla: «Hasta que no vea a Odín Sánchez libre, sano y salvo no habrá negociación con el ELN, así de claro y así de sencillo».

En este contexto, Santos impulsó desde el 29 de octubre una serie de reuniones con representantes de los partidos que apoyaron el “no” en el plebiscito del 2 de octubre, vinculados con el ex presidente Álvaro Uribe. En estas reuniones participan el jefe negociador de la paz por parte del Gobierno, Humberto De la Calle y el alto comisionado por la paz, Sergio Jaramillo.

El mandatario manifestó que estas reuniones tienen como objetivo realizar modificaciones al Acuerdo de Paz original, firmado en Cartagena el pasado 26 de septiembre entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). «El cese al fuego que pactamos es frágil por eso necesitamos un nuevo acuerdo ya», advirtió Santos. Las delegaciones de paz del gobierno y de las FARC manifestaron desde La Habana que continúan buscando mejorar el acuerdo, aunque consideran que el ya firmado «contiene lo necesario para garantizar el fin del conflicto».

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