Miles marcharon en el Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario

Desde las seis de la tarde las columnas de mujeres se empezaron a reunir en la calle Santa Fe de la ciudad de Rosario. Más de diez cuadras de activistas se preparaban para marchar al Monumento a la Bandera. Encabezaron la enorme multitud la Comisión Organizadora local y las diferentes comisiones pro-Encuentro Nacional de Mujeres de las diferentes regionales del país, junto con las Socorristas en Red y diversas colectivas feministas.

Luego, el gran sector de partidos y organizaciones sindicales fue iniciado por la agrupación Mala Junta de Patria Grande, seguida por las trabajadoras del Movimiento de Trabajadores Excluidos. Más atrás marchaba La Poderosa y luego la columna continuaba con Las Rojas, Pan y Rosas-PTS, Plenario de Trabajadoras – PO, Juntas a la Izquierda – MST y Mumalá. A continuación se ubicaban las organizaciones kirchneristas (Kolina, Nuevo Encuentro y La Cámpora) que ordenaron su columna detrás de una bandera que exigía la libertad para Milagro Sala.

Las banderas, remeras y pañuelos violetas hegemonizaban el paisaje, y los lapachos rosarinos florecidos del mismo color subrayaban el tinte feminista del día. A las 18:20, las columnas empezaban a moverse.

Mujeres con pañuelos verdes simbolizando la lucha por el aborto legal seguro y gratuito, mujeres con vestidos floreados, mujeres con el torso desnudo, caminaban entonando canciones que hablaban de las reivindicaciones propias del movimiento. En una esquina, Graciela bailaba. “Tengo 68 años, es la primera vez que vengo a un Encuentro. Es muy hermoso lo que pasa acá. Vine aunque me vuelvo rápido porque mi nieta me está esperando”, dijo a Notas.

Por las calles de Rosario la movilización fue avanzando con una alegría pacífica y contagiosa. Cada tanto, las mujeres frenaban para jugar a la ya clásica “corridita” feminista, que antecede siempre al también ya tradicional sonido que se logra tapando intermitentemente la propia voz con las manos. Así, un poco cantando y  otro poco jugando y bailando, se encaraba una movilización que prometía ser larga.

Varios carteles exigían que se declare la Emergencia Nacional en Violencia de Género, además de denunciar la grave situación que las mujeres sufren respecto de los femicidios. El reclamo por el derecho al aborto legal también tuvo como todos los años, un lugar central en afiches, pancartas  cantitos.

El contenido opositor se expresó de varias formas: consignas, canciones, carteles con la cara del presidente tachada. El clima era claramente contrario a las políticas neoliberales del gobierno nacional.

“Macri basura, vos sos la dictadura”,”Macri gato legalizá el aborto”, “Las mujeres queremos decidir”, “Macri no es puto, es liberal, hacete cargo es heterosexual” fueron parte de la renovación del cancionero feminista, adecuado a la coyuntura, que se sumaron al ya clásico “Qué momento, a pesar de todo les hicimos el encuentro”.

El recorrido de la marcha estaba por llegar  a su fin. Pasaba por la Catedral rosarina para denunciar la ingerencia e la Iglesia en las políticas de Estado  y la cultura machista.

La infantería de la policía provincial, que se encontraba asestada adentro de la Catedral, reprimió a la movilización con balas de goma y golpes. Varios periodistas resultaron heridos y muchas organizaciones debieron replegarse para garantizar la seguridad de las mujeres que estaban marchando.

Aún así la movilización resultó un hecho político. Las miles de mujeres que el domingo marcharon en la ciudad de Rosario lograron expresar los acuerdos construidos y consensos sobre los desafíos futuros de forma colorida, vistosa y contundente.

Mariel Martínez – @Mariel_mzc y Rocío Varela – @rociovarelac

Foto: Micaela Ryan