Con un masivo acto comenzó el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres

Este sábado, alrededor de las 11 de la mañana, decenas de miles de mujeres se congregaron en el Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario para inaugurar una nueva edición del Encuentro Nacional de Mujeres (ENM).

Las integrantes de la Comisión Organizadora se dispusieron sobre el escenario para dar comienzo al evento. Con un encendido discurso que repasó las principales problemáticas de las mujeres en la coyuntura actual y denunció el impacto de la política económica del gobierno de Cambiemos, Rosario recibió a las delegaciones de todo el país.

“En los Encuentros se trazan los caminos para afianzar las importantes conquistas que logramos las mujeres en todos estos años”, dijeron desde el escenario en el documento acordado por las más de 200 mujeres que fueron las encargadas de organizar el ENM.

El documentó repasó la enorme diversidad de mujeres, en edad, extracción social, ideología, pertenencia política, orientación sexual, etc., que participan de este evento hace 31 años: “Necesitamos del protagonismo de todas”, dijeron.

“Es importante que recordemos qué significa Rosario en términos económicos y productivos para los poderosos del país”, afirmaron. “Por estos puertos de Rosario y su cordón, hoy en manos extranjeras, se llevan el 75% de la producción nacional. Por allí circula libremente el tráfico de armas y drogas y la trata de personas, que se han convertido en los negocios más redituables e impunes de los últimos años, para beneficiar a los ganadores de siempre: los grandes monopolios imperialistas, las patronales y los terratenientes”, sostuvieron las locales.

Y agregaron: “Mientras salen por los puertos de Rosario las riquezas que produce el pueblo, nuestra ciudad es el reflejo descarnado de un país donde, a la par de la concentración de la riqueza, crecen la desigualdad y el hambre. El Gran Rosario registró, en el segundo trimestre, el nivel más alto de desocupación: el 11,7%”.

Además, denunciaron que la ciudad “se ha vuelto territorio de operaciones de bandas narcocriminales, un negocio millonario del que participan y son protagonistas policías, políticos de todos los niveles del Estado y empresarios, con la complicidad del Poder Judicial, mientras nuestras barriadas populares padecen los efectos más brutales de la devastación neoliberal”.

A su vez, señalaron que “con la narcopolicía y los negociados, se reproducen y aumentan” las formas de violencia hacia las mujeres como los secuestros para trata con fines de explotación sexual.

También estuvo presente el repudio a la “militarización de la Ciudad” que ha realizado el gobierno de Santa Fe en convenio con el Nacional, con la excusa de la guerra contra el narcotráfico. “Esta militarización es la única forma que tienen de imponerle al pueblo las políticas de ajuste y entrega del Gobierno de Macri y los gobernadores”. A eso sumaron fuertes críticas al impacto de la inflación, el tarifazo y los despidos en las condiciones de vida de los sectores populares y, principalmente, de las mujeres.

Luego de exigir mejores condiciones laborales y el fin de la precarización laboral, pedir igualdad salarial y de oportunidades y apoyar el proyecto de paridad en las listas electorales, criticaron lel modelo productivo, la sojización y la concentración de la tierra.

Bajo el monumento que homenajea a Manuel Belgrano, recordaron también a las libertadoras latinoamericanas y nombraron a Berta Cáceres como ejemplo de las mujeres que resisten en todo el continente contra el avance del imperialismo.

Un apartado especial mereció el tema de la violencia de género que en los últimos años, y sobre todo después del “Ni una menos”, cobró importancia en la agenda pública. “Los contextos violentos siempre traen aparejada mayor violencia contra las identidades femeninas. Las denuncias aumentan y los casos más terribles no cesan de multiplicarse, mientras que el Estado, en sus diferentes niveles, no genera respuestas ni abordajes integrales que se propongan cambiar la vida de las mujeres en situación de violencia. El Poder Judicial es cómplice, ya que garantiza la impunidad de violentos y femicidas”, sostuvieron.

Luego, las organizadoras del ENM se refirieron a la salud sexual y reproductiva y la educación sexual. Recordaron también el caso de Belén en Tucumán, “¡No queremos más mujeres muertas ni presas por abortar!”, exclamaron.

“Una parte de la Iglesia controla resortes sensibles de la educación, como la Educación Sexual Integral y cátedras en Derecho y Medicina donde se forman abogados, jueces y médicos. En los hospitales públicos, las y los objetores de conciencia niegan el acceso a los protocolos de salud y los abortos legales no punibles, culpabilizando y penalizando a las mujeres, como ocurriera con Yamila en nuestra ciudad”, aseguraron y exigieron: “Por eso decimos que queremos un Estado laico y seguimos levantando nuestra consigna ‘educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir’”.

“Hace años que se niega y obstaculiza la realización del debate parlamentario sobre esa ley que venimos exigiendo desde hace tanto tiempo, para poder decidir sobre nuestros cuerpos: la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”, reclamaron.

Luego de repasar la importancia de los ENM realizados en la ciudad en 1989 y 2003, afirmaron: “El Encuentro será, como ha sido históricamente, el caldero para luchar y conquistar nuestros derechos”.

Para concluir, dijeron a las decenas de miles que escuchaban y seguían el acto por las pantallas gigantes dispuestas al costado del escenario: “Este Encuentro ya deja de ser nuestro, ya es de todas, y esperamos vivirlo con intensidad, cuidarlo”. “Esperamos que lo disfruten y se lo lleven transformado en fuerza para continuar la lucha diaria por un futuro mejor. Nuestra alegría es por recibirlas, nuestro fervor es por lo que crece, nuestra firmeza es por no ceder en lo conquistado y por conseguir los derechos que se nos adeudan”.