Cultura

27 septiembre, 2016

Grey’s Anatomy: la novela que se reinventa a sí misma

Empezó la temporada 13 de la ultrapremiada novela sobre médicos de Seattle. Ya sin Derek hace algún tiempo (sí, McDreamy muere en la temporada 11), y luego de un período de duelo y transición, la historia vuelve a tomar nuevos giros, todos vinculados al amor, la amistad, la vida y la muerte. Como de costumbre en cualquier novela. Pero Grey’s Anatomy tiene una capacidad que otras no: renace de sus cenizas ante cada punto de inflexión.

Casi nueve millones de estadounidenses vieron el estreno de la nueva temporada de Grey’s Anatomy el pasado jueves 22. El ininterrumpido éxito de la novela, renovado desde que los viejos episodios están disponibles en Netflix, siguen ubicándola como líder de audiencia en su país de origen, pero también se ha instalado en América Latina y España.

Lejos quedó el grupito de residentes peleando por un lugar en el cuerpo médico del Seattle Grace Hospital, un lugar de élite para los aspirantes a cirujanos. A lo largo de más de una década, los jóvenes se transformaron en adultos, en referentes de las distintas disciplinas. Algunos partieron hacia nuevos rumbos y otros, murieron.

La muerte, de obvia presencia en los hospitales, es también un eje crucial de Grey’s Anatomy. Tanto personajes secundarios como protagonistas pierden la vida de las más variadas formas. Denny Duquette, un paciente del que se enamora una de las jóvenes médicas, Izzie Stevens, fallece por complicaciones luego de un trasplante de corazón (temporada 2); Ellis Grey, madre de la protagonista Meredith y eminencia médica que padece Alzheimer, fallece de un paro cardíaco (temporada 3); George O’Malley, uno de los más queridos personajes de las primeras épocas de la serie (final de la temporada 5), muere después de un accidente. Más adelante, Reed Adamson y Charles Percy, residentes con papeles secundarios, fallecen en uno de los episodios más tremendos de la novela, en un tiroteo en el hospital (temporada 6) y Henry Burton, un paciente que mantiene una relación con una de las médicas, pierde la vida en una cirugía del corazón (temporada 9).

El trágico accidente de avión -sí, en esta novela pasa de todo- dejó la muerte de dos personajes centrales: Lexie Grey (hermana de Meredith) y el cirujano plástico y rompecorazones Mark Sloan (temporada 8). Otra que deja la serie es Adele Webber, esposa del ex director del Hospital y viejo amante de la madre de Meredith, Richard Webber, al fallecer de un ataque al corazón (temporada 9). También Heather Brooks, una residente, muere en medio de una cirugía cerebral, luego de haberse electrocutado y caído al piso (temporada 10).

Capítulo aparte merece el fallecimiento de uno de los principales protagonistas de la serie. Fue en el episodio 21 de la temporada 11. Derek Shepherd, neurocirujano y amor de Meredith desde el comienzo de la serie, sobreviviente de un disparo en el pecho y un accidente de avión, murió en un accidente mientras manejaba en la ruta. El episodio es uno de los más tristemente memorables de la serie y muchos pensaron que la guionista Shonda Rimes no podría mantener la atención del público luego de semejante golpe. Pero la autora -también responsable de otros grandes éxitos como Scandal, Private Practice (un spin-off de Grey’s…), How to get away with murder y The catch- una vez más logró que la historia se reinvente.

Cada giro, cada muerte, cada viaje (todavía se extraña a Cristina Yang, Teddy Altman y Addison Montgomery y se sufre por la mudanza de Callie), no olvidan lo ocurrido una, dos o diez temporadas atrás. Pero los recuerdos no limitan la historia, por más que condicionen a los personajes y sus vidas. La trama sigue siendo fresca, las lágrimas siempre son convocadas y lo que está adelante es lo que llama a seguir viéndola.

Aunque por momentos Grey’s Anatomy se parece a la parodia de Days of our lives que proponía Friends (no solo por la cantidad de sorpresivas muertes, sino también por hermanas que aparecen y revelaciones del estilo de «yo soy tu padre» y «mi madre era amante de tu padre» cada una o dos temporadas), y tiene todos los elementos de una soap-opera más, lo cierto es que trasciende el género por su impecable libreto.

Imposible evitar el suspiro melancólico al pensar en el personaje que le da nombre a la serie. Meredith Grey (Ellen Pompeo), aunque tenga una parsimonia por momentos irritante, es una construcción magistral. Única hija del matrimonio entre Ellis -una renombrada cirujana- y Thatcher Grey. El divorcio entre ambos cuando ella tenía cinco años, provocado por la relación de su madre con Richard Webber, sumado al abandono paterno y la dedicación al trabajo y frialdad maternas, configuró una Meredith fuerte y frágil a la vez, que madurará emocionalmente a lo largo de la serie.

Médica como su madre, vive las tensiones de toda mujer trabajadora entre el hogar y la carrera. Pero Meredith tiene claridad en sus virtudes como cirujana y nunca está dispuesta a renegar su profesión. Así se las ingenia para criar a tres hijos y triunfar.

«Mer» está atravesada por la tragedia y su pulsión de muerte muchas veces emerge en la serie. Desde que mete la mano en el cuerpo de un paciente para extraer una bomba hasta que cae al agua y se intenta suicidar en medio de un accidente de ferry, pasando por ofrecer su vida a cambio de la de su marido cuando un hombre armado ingresa al hospital. Cuando era chica su madre se intentó suicidar adelante de ella. Pero también tiene un instinto de supervivencia y amor por los demás realmente conmovedores: sobrevive al accidente de avión, dona medio hígado para su padre, se juega por sus amigos hasta llega a explicarle a un residente cómo realizarle a ella misma una cesárea.

Grey’s… tiene personajes entrañables y detestables, complejos y conflictivos. Alex Karev (Justin Chambers), uno de los pocos que sigue desde el comienzo, es la máxima expresión de ello. Sobrador, pedante y con aires de superioridad al principio, se humaniza con su descubrimiento de la pediatría de la mano de Arizona Robbins (Jessica Capshaw, de quien se espera un regreso en el tercer capítulo de la actual temporada) y crece, se enamora varias veces y hasta quiere casarse. Un ataque de celos infundado despierta a su costado oscuro, como lo llama su amiga Meredith, y le da una paliza a un residente que lo deja en el hospital. El primer capítulo de la temporada muestra a Alex, el amigo de oro y tierno pediatra, detenido por la policía.

No es ER (Emergency Room) porque el foco está mucho más puesto en la novela que en la práctica médica. Pero 13 temporadas sin perder espectadores dicen algo: todo producto televisivo puede ser brillante si tiene buen guión, buenas actuaciones y logra renovarse año tras año. Incluso las novelas.

Julia de Titto – @julitadt

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