26 septiembre, 2016
Ayotzinapa: «La movilización internacional le dio fuerza a los familiares de los 43»
Mariano Casco es sociólogo, graduado en la Universidad de Buenos Aires y maestro en ciencias sociales con orientación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara. Radicado en México, analiza la actualidad de la causa por la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa.

Mariano Casco es sociólogo, graduado en la Universidad de Buenos Aires y maestro en ciencias sociales con orientación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara. Radicado en México, analiza la actualidad de la causa por la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa.
– A dos años de Ayotzinapa ¿cuánto crees que se ha avanzado en el esclarecimiento del caso comparándolo con el año pasado?
– Habría que definir esclarecimiento. El gobierno y sus instituciones mantiene la misma versión de siempre, esta es: que el cartel Guerrero Unidos incineró en un basurero en Cocula a los 43 estudiantes. Pero esa versión ha sido desmentida por las investigaciones independientes realizadas tanto por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) como por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Estas últimas elevaron sus últimos informes en el 2016 por lo que en ese sentido se sabe más que en el aniversario pasado. Lo cierto es esas logran desmentir con rigurosidad la versión oficial, pero se sigue sin saber el paradero de los normalistas desaparecidos. Las investigaciones apuntan a que para esclarecer la situación hay que investigar al ejército, pero el gobierno y sus instituciones se han negado terminantemente a eso.
– A nivel internacional ¿cómo considerás que han actuado organismos e instituciones de derechos humanos internacionales? ¿Cuál fue el rol de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)?
– En general los familiares de los desaparecidos han destacado la labor del GIEI que depende del CIDH para esclarecer la masacre. Por ejemplo la investigación de la institución ayudó a demostrar que el ejército está en el centro de la escena, aunque el gobierno lo niegue. Desde el 29 de julio del 2016 el CIDH estableció un mecanismo de seguimiento indefinido para continuar supervisando la investigación sobre la desaparición de los 43.
Por otro lado, la solidaridad internacional jugó un papel central en la lucha de los estudiantes y sus familiares. “Las jornadas globales por Ayotzinapa” de estos últimos dos años logró visibilizar la importancia del caso y de la situación de derechos humanos que se vive en México. De hecho este 26 de septiembre se realizarán actividades en varias partes del mundo.
El gobierno mexicano se ha preocupado mucho históricamente por su “lugar en el mundo”. Yendo a la historia, “el viejo” PRI buscaba construirse una imagen democrática, por ejemplo, recordemos que en los setenta recibió miles de exiliados políticos que escapaban de las dictaduras del cono sur, pero al mismo tiempo masacraba a los sectores populares que se le oponían, como Lucio Cabañas y su guerrilla en Guerrero.
Más cercano en el tiempo, en los 90 la solidaridad internacional ayudó a que el PRI no descargue sobre los zapatistas alzados toda su furia represiva. Por supuesto que los reprimió y los sigue reprimiendo pero su marco de acción quedó limitado por el apoyo internacional.
De esta manera, es viable pensar que la movilización de los pueblos del mundo en apoyo a los estudiantes de Ayotzinapa le dio fuerza a los familiares de la víctimas. Cuestión más que reconocida por ellos mismos.
– ¿Ha influido de alguna forma lo que paso con Ayotzinapa para que las luchas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tengan mas peso? ¿De qué forma se articulan estas luchas?
– La masacre de Iguala simboliza el México bárbaro del siglo XXI, cuando se conoció el caso fueron cientos de miles las personas movilizadas. El reclamo es la aparición con vida de los 43 pero también de los miles más de desaparecidos que hay en México y que de manera incansable sus familiares buscan arriesgando día a día su vida. Toda esta lucha se hizo contra el Gobierno de Peña Nieto en particular y el Estado genocida en general por lo que se debilitó muchísimo su credibilidad.
Tomando a Gramsci podemos decir que en México se vive una crisis orgánica de largo plazo que está asumiendo con Peña Nieto uno de sus momentos más agudos. Él es uno de los gobernantes con menos credibilidad en la historia reciente mexicana y las movilizaciones por Ayotzinapa fueron sin duda un elemento que redujeron muchísimo la imagen triunfante con la que asumió su mandato a fines del 2012.
Se puede ver que las movilizaciones de la CNTE de este año están enmarcadas en una situación de crisis fuerte del gobierno, esa es una de las explicaciones de porque han recibido tanto apoyo popular. Muchos sectores populares ven en un triunfo de ellos un triunfo propio, ven en una derrota del gobierno una victoria de todos.
Los maestros y los estudiantes normalistas rurales son, históricamente, uno de los sectores más movilizados en México, su lucha ha estado siempre muy unida. En Guerrero, los maestros ayudaron muchos a los padres en su búsqueda. Y este año los familiares se movilizaron varias veces en apoyo a la CNTE.
– Además de encontrar a los 43, ¿cual seria la mejor forma de que Mexico se recupere de esta herida abierta?
No veo una forma de que México se recupere de esta herida abierta si no es con la aparición con vida de los 43 y de los otros miles de desaparecidos y con el castigo a todos los culpables de esta barbarie en curso.
Marina Damil – @marinadamil
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