América Latina

15 septiembre, 2016

Macri, Temer y Cartes suspenden a Venezuela del Mercosur

Argentina, Brasil y Paraguay, con el apoyo tácito de Uruguay, definieron suspender temporalmente a Venezuela del Mercosur. El acuerdo con la Alianza del Pacífico y el tratado de libre comercio con la Unión Europea como trasfondo de la decisión.

Argentina, Brasil y Paraguay, con el apoyo tácito de Uruguay, definieron suspender temporalmente a Venezuela del Mercosur. El acuerdo con la Alianza del Pacífico y el tratado de libre comercio con la Unión Europea como trasfondo de la decisión.

Un comunicado del organismo con fecha del 13 de septiembre firmado por los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay establece que “los Estados Partes signatarios del Tratado de Asunción han verificado el no cumplimiento por parte de la República Bolivariana de Venezuela de lo acordado en el Protocolo de Adhesión en cuanto a la adopción del acervo normativo vigente del Mercosur”. Agregan además que Venezuela “no ha adherido al Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica N° 18 (ACE 18)”.

La crisis del organismo planteada luego de que Uruguay concluya su mandato en la presidencia pro témpore del organismo el pasado 29 de julio adquiere una nueva escalada a partir de esta decisión. En ese momento, Venezuela anunció el inicio de su período al mando del organismo, tal como lo establece su reglamento.

El documento conocido recientemente fue consensuado por los cuatro países firmantes del Tratado de Asunción, quienes alegan esa condición a lo largo del texto más allá de reconocer a Venezuela como un miembro pleno. El Tratado de Asunción es, junto con el de Ouro Preto, uno de los acuerdos fundamentales que dieron origen al organismo. No fue hasta 2012 que Venezuela se incorporó como miembro pleno, mientras que Bolivia aún se encuentra en proceso de adquirir esa condición.

La suspensión temporal de Venezuela -y, por ende, la remoción de la presidencia pro témpore- fue firmada por estos cuatro países, con apoyo expreso de Argentina, Brasil y Paraguay y la abstención de Uruguay. En sus dos primeros artículos resuelve excluir a Venezuela de “los cursos de acción y adoptarán las decisiones necesarias en materia económica y comercial y otras materias esenciales”, como así también de “formar parte de las negociaciones con terceros países y grupos de países”.

Así, los flamantes gobiernos conservadores de Argentina y Brasil -instalado de facto- comienzan a desarrollar la anunciada estrategia de llevar al Mercosur hacia la Alianza del Pacífico. De la misma manera, las objeciones interpuestas por el gobierno venezolano sobre los riesgos de llevar adelante un tratado de libre comercio con la Unión Europea ya no afectarán la concreción de estos acuerdos que torcerán el rumbo que ha signado por más de tres décadas al organismo.

El documento se complementa con otros dos artículos que fijan el 1° de diciembre de 2016 como fecha en la que “se analizará de nuevo el estado de cumplimiento de las obligaciones asumidas por la República Bolivariana de Venezuela en el Protocolo de Adhesión al Mercosur”.

“La persistencia del incumplimiento a partir de la fecha señalada (…) importará el cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de Estado Parte del Mercosur”, establece. Y agrega que esta situación podrá sostenerse “hasta que los Estados Partes signatarios del Tratado de Asunción convengan con la República Bolivariana de Venezuela la condiciones para restablecer el ejercicio de sus derechos como Estado Parte”.

Cuando Venezuela anunció el comienzo de su mandato, Paraguay y Brasil mostraron su inmediato rechazo. En este primer intento de aislamiento, ambos países intentaron la aplicación de una cláusula democrática que posibilita la suspensión a un Estado miembro ante la ruptura del orden democrático en virtud del Protocolo de Ushuaia, suscrito en 1998.

Además de que no existen hechos para justificar esta medida, lo paradójico de este planteo se basa en quiénes lo sostienen. Paraguay tuvo un golpe de Estado parlamentario en 2012 que derrocó a Fernando Lugo y alteró el proceso democrático en el país, retrocediendo al bipartidismo conservador. Temer, por su parte, se encontraba en la presidencia interina brasileña mientras se llevaba adelante el cuestionado proceso de impeachment que devino en el golpe de Estado parlamentario contra Dilma Rousseff. La frágil legitimidad de Temer y la indefinición de la cancillería argentina impidieron suspender a Venezuela en ese momento.

El canciller paraguayo, Elaido Loizaga, enfurecido ante la falta de apoyo manifestó a los medios que se estaba incumpliendo con el artículo 37 del Protocolo de Ouro Preto que establece que “las decisiones de los órganos del Mercosur (como el Consejo del Mercado Común) serán tomadas por consenso y con la presencia de todos los Estados parte”. No obstante, el modo en que se decidió la actual suspensión de Venezuela no cumplió con dicha normativa.

Pero seis semanas más tarde, Temer ya se proclamó como presidente brasileño y Macri allana el camino para las transnacionales en la región en el Foro empresarial conocido como «Mini Davos». En este contexto, la derecha continental toma revancha contra Venezuela aislándola del Mercosur.

Con ello vendrá también la modificación de las relaciones económicas del continente a partir de las decisiones que estos cuatro países tomen en los próximos dos meses.

Argentina puede ser una de las más afectadas en la apertura de los mercados de la región, ya que hasta el año 2015 más del 40% de sus exportaciones iban destinadas al bloque regional, en especial a Brasil.

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

Fotos: HispanTV

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