América Latina

12 septiembre, 2016

La flexibilización laboral en Brasil ya está en camino

A menos de dos semanas de consumado el golpe de Estado contra Dilma Rousseff, el presidente no electo Michel Temer anunció, a través de su gabinete, que presentará un proyecto de ley para la reforma laboral a fines de 2016. La medida incluye la extensión de la jornada a 12 horas, la ampliación de la edad jubilatoria y la reducción de las negociaciones colectivas de trabajo, entre otros retrocesos.

A menos de dos semanas de consumado el golpe de Estado contra Dilma Rousseff, el presidente no electo Michel Temer anunció, a través de su gabinete, que presentará un proyecto de ley para la reforma laboral a fines de 2016. La medida incluye la extensión de la jornada a 12 horas, la ampliación de la edad jubilatoria y la reducción de las negociaciones colectivas de trabajo, entre otros retrocesos.

Las medidas anunciadas hasta el momento van consonancia con aquellas aplicadas por el gobierno conservador de Mariano Rajoy en España. De hecho, expresa de manera lineal los reclamos de las cámaras patronales como la Confederación Nacional de la Industria y la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp).

El anuncio fue realizado por el ministro de Trabajo y pastor de la iglesia evangélica “Asamblea de Dios”, Ronaldo Nogueira, nombrado en su cargo por Temer el pasado 12 de mayo. En un encuentro con representantes sindicales realizado el viernes 9 de septiembre, Nogueira presentó parte del proyecto de ley que se conocerá de manera completa a fines de año.

El ministro informó que la reforma permitirá a las empresas la contratación temporaria para evitar indemnizaciones y elevar la jornada laboral hasta 12 horas, cuando actualmente son de ocho (con la posibilidad de extenderla a 10, sumando dos horas extra).

Nogueira detalló que el promedio de horas semanales de trabajo se mantendrá en 44 como lo es actualmente, pero que serán administradas día a día de acuerdo a las necesidades de la empresa, con un tope de 12 horas laborales por día. “El objetivo del gobierno es lograr seguridad jurídica para los empresarios”, afirmó el ministro, quien agregó que la reforma laboral busca terminar con «los juicios laborales que atormentan a los empresarios».

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El titular de la cartera laboral aseguró también que “hay trabajadores que prefieren trabajar más en la semana para no tener que trabajar el sábado. Buscamos reglamentar profesiones que prefieren la jornada de 12 por 36 [de descanso]. El tope será de 12 horas por día, incluyendo horas extras”.

La jornada laboral de ocho horas constituyó uno de los principales reclamos del movimiento obrero internacional en las primeras décadas del siglo XX. El ministro informó que el proyecto será presentado en el Congreso a fines de 2016 y enfatizó que la jornada de 12 horas no podrá ser aplicada hasta luego de aprobarse la reforma.

El proyecto de reforma laboral constituye uno de los principales intereses de Michel Temer quien ya lo había anunciado públicamente en el mes de junio, a través de su jefe de Gabinete, Eliseu Padilha.

“En momentos de crisis, existe la hipótesis de que los trabajadores acepten reducir el 25% de su salario para que el empleador no despida a nadie. La cuestión de las horas extra u horas acumuladas para francos es otra cuestión pasible de ser negociada. Hay que discutir la movilidad del horario de trabajo y la hipótesis de no ejecutar la función dentro de la empresa”, reveló Padilha el 7 de junio en entrevista con el diario Folha de S. Paulo.

En aquella ocasión el jefe de Gabinete, agregó que la reforma laboral no eliminará el aguinaldo o las vacaciones pero que el nuevo formato apuntará a la negociación por empresa. El funcionario ya se había mostrado favorable a la flexibilización laboral, y llegó a decir a los empresarios que el país precisa “caminar rumbo a la tercerización”.

Sin embargo, la reforma laboral ya se encuentra en marcha mediante diversos proyectos específicos que se encuentran en el Parlamento. Es el caso del proyecto de ley 4193, que actualmente está en la Cámara de Diputados. Este proyecto busca establecer que los derechos previstos en la ley laboral puedan ser ampliamente negociados entre los trabajadores y contratantes.


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En este sentido, por encima de los contratos se habilitaría la realización de modificaciones en base a convenios colectivos que no podrán ser depuestos por la Justicia. Se complementa con el proyecto de ley 472, que permite la negociación individual entre empleado y empleador. Algunos de los objetivos de esta reforma son debilitar la negociación colectiva, expulsar a los sindicatos de la mesa de negociación y reducir la intervención del Estado.

En la misma situación se encuentra la reforma de la ley previsional que ya se debate en la Cámara de Diputados. Esta prevé la elevación de la edad jubilatoria femenina de 60 a 65 años, estableciéndola en el mismo nivel para todos los géneros y tipo de trabajadores, ya sean rurales o urbanos. La jubilación será ajustada nuevamente al salario mínimo, mientras que en los últimos años se incluía un proporcional a la inflación.

En definitiva, de llevarse adelante la reforma laboral mediante todos estos proyectos y el proyecto de reforma de la Consolidação das Leis do Trabalho (CLT), nombre bajo el cual se conoce el paquete de leyes laborales, se alterará el sistema laboral brasileño creado durante los gobiernos de Getulio Vargas (1930-1945 y 1951-1954) y de Joao Goulart (1961-1964), en cuyo texto prevalecía la defensa de los derechos adquiridos por los trabajadores.

Temer y Macri, desempleo para la región

No es curiosa la ansiedad de Temer para concretar la flexibilización laboral. Esta reforma se plantea en un momento en el cual la economía brasileña se encuentra en una fuerte retracción, que se vio incrementada a partir del impeachment contra Dilma Rousseff. El miércoles 17 de agosto el Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE) anunció que el desempleo había alcanzado el 11,3% durante el segundo trimestre de 2016, lo que significa que más de 11 millones de personas se encuentras sin trabajo. Al mismo tiempo, se ha registrado un crecimiento del empleo informal que supera a la mitad de la masa trabajadora.

Por otro lado, el gobierno de Temer viene a enmarcarse en un proceso de avance de gobiernos conservadores en América Latina, iniciado con el triunfo de Mauricio Macri en Argentina el 22 de noviembre de 2015. Estos gobiernos aplican de manera simultánea una receta similar que incluye la flexibilización laboral, el aumento impositivo y de los servicios públicos, el recorte de las políticas sociales y la venta de empresas estatales y recursos naturales.

Dos días antes de que Nogueira anunciara el proyecto de reforma laboral en Brasil, el ministro de Trabajo de Argentina, Jorge Triaca, presentó ante la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Empleo Joven que apunta a flexibilizar el mercado del trabajo de las generaciones que actualmente se incorporan al mismo. Al mismo tiempo, Triaca admitió -por primera vez- que los índices de empleo en Argentina habían caído a partir de la concreción de 120 mil despidos (de los cuales la mitad corresponden a trabajadores estatales).

Rechazo popular al anuncio

El anuncio de la reforma laboral fue respondido con una masiva movilización en Sao Paulo realizada en la tarde del domingo 11 de septiembre. Bajo la convocatoria del Frente Brasil Popular -integrado por el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra y la Central Única de Trabajadores- y el Frente Povo Sem Medo (Pueblo sin miedo), más de 60 mil personas marcharon por la Avenida Paulista en rechazo a las medidas propuestas por el gobierno de Temer. Luego se realizó una concentración en el Monumento a las Bandeiras del Parque do Ibirapuera, con espectáculos culturales.

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La movilización, una de las más masivas contra el gobierno de Temer, fue nuevamente violentada por la Policía Militar (PM), quien detuvo a tres menores de edad por llevar máscaras. La PM atacó y detuvo a un fotógrafo que se encontraba trabajando en el lugar y que buscó evitar que los oficiales le peguen a un grupo de jóvenes.

La Central Única de Trabajadores anunció la paralización de tareas en los puestos de trabajo para el próximo jueves 22 de septiembre. Asimismo, el Frente Brasil Popular y el Frente Povo Sem Medo convocaron a una nueva movilización contra Temer para este miércoles 14 de septiembre en todo el país.

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

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