1 septiembre, 2016
#LutarSempre: miles de personas en Brasil rechazan el golpe de Estado
En la noche del 31 de agosto miles de personas se encontraban movilizadas en las ciudades más importantes de Brasil en rechazo a la destitución de Dilma Rousseff. Un nuevo golpe de Estado es denunciado por el pueblo en las calles.
En la noche del 31 de agosto miles de personas se encontraban movilizadas en las ciudades más importantes de Brasil en rechazo a la destitución de Dilma Rousseff. Un nuevo golpe de Estado es denunciado por el pueblo en las calles.
Si bien las movilizaciones fueron creciendo a medida que se acercaba el 31 de agosto, la sentencia conocida en las primeras horas de la tarde fue el detonante para que todas las grandes ciudades brasileñas sean escenarios de protestas contra el golpe parlamentario. Los edificios de poderes del Estado y de los grandes medios de comunicación fueron los principales puntos de congregación y denuncia.
Asimismo, los episodios de represión se multiplicaron en todo el país, aunque los grandes medios de comunicación evitaron su difusión. El medio popular Mídia Ninja publicó en su página de Facebook: «Hemos recibido innumerables informes y fotos de los manifestantes que fueron brutalmente golpeados por la tarde en São Paulo esta noche para protestar contra el golpe parlamentario. Para los que tenían dudas, se hace evidente el significado del comienzo de la Edad Temer».
El Frente Brasil Popular, que nuclea a importantes movimientos sociales del país, emitió una carta dirigida a Dilma a pocos minutos de conocerse la confirmación del golpe parlamentario. Los movimientos sociales consideran que «la mayoría de los senadores brasileños se doblegaron sobre el fraude y la mentira aprobando un golpe parlamentario contra de la Constitución, la soberanía popular y la clase obrera».
«Las fuerzas reaccionarias, al interrumpir su legítimo mandato, impusieron un gobierno usurpador, que no esconde su perfil misógino y racista», continua el documento, en referencia a Michel Temer. «Atropellaron el resultado electoral, condenaron a una mujer inocente y sacramentaron el más grave retroceso político desde el golpe militar de 1964», agrega.
Los movimientos apuntan que el impeachment constituye una «ruptura del orden democrático y materializa los propósitos antipatrióticos y antipopulares de las élites económicas, empeñadas en privatizar el pre-sal, las compañías estatales y los bancos públicos, con el objetivo de vender nuestras tierras para extranjeros, comprometiendo la producción nacional de alimentos y el control sobre las aguas».
La carta se remite al discurso que emitió Dilma en su defensa ante el Senado, el pasado lunes 29 de agosto: «La voz de la compañera frente a sus juzgadores nos representa. Allí se pudo escuchar, con dignidad y audacia la verdad sobre un golpe en curso, su naturaleza de clase y su amenaza al futuro de nación, pues los usurpadores no esconden su sumisión a los centros imperialistas».
Los movimientos sociales concluyen diciendo que la resistencia apenas está comenzando y que la «lucha contra el gobierno golpista y su programa para la quita de conquistas, será implacable. Buscaremos la unidad y la movilización de las más amplias fuerzas populares, combatiendo sin cesar hasta derrotar la coalición antidemocrática que rompió con el Estado de derecho».
El presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, divulgó una nota en que rechaza el proceso que se llevó adelante sin pruebas de crimen de responsabilidad y destaca que el juzgamiento es un «desfile de hipocresía y cobardía». Además de expresar su profundo rechazo y tristeza por este proceso, Freitas manifestó: «Ejerceremos la resistencia diaria y aguerrida contra los enemigos de la patria. No estamos solos, ocuparemos todos los espacios y, de la misma manera que ya hicimos antes, combatiremos el arbitrio y la tiranía, siempre en defensa de la democracia, de la participación popular, de la distribución de la renta, justicia social y derechos de la clase trabajadora».
Hasta pasada la medianoche, las movilizaciones se mantenían en Manaos, Rio Grande do Norte, Brasilia, São Paulo, Rio de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre, Porto Velho, Florianópolis, Santos, Belem, entre otras. En Brasilia y Rio de Janeiro, la Policía Militar lanzó balas de goma y gases lacrimógenos contra los manifestantes en Brasilia y Rio de Janeiro, hiriendo a varias personas.
Foto: Mídia Ninja
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