Batalla de Ideas

31 agosto, 2016

Y usted preguntará por qué marchamos

Por Mariel Martínez. A partir del 31 de agosto se inicia una marcha federal que nuclea a centrales sindicales y movimientos sociales y políticos, y que culminará el 2 de septiembre en Plaza de Mayo. El nombre de la jornada la coloca en estrecha relación a la Marcha Federal de 1994, realizada durante el gobierno de Carlos Menem.

Por Mariel Martínez. A partir del 31 de agosto se inicia una marcha federal que nuclea a centrales sindicales y movimientos sociales y políticos, y que culminará el 2 de septiembre en Plaza de Mayo. El nombre de la jornada la coloca en estrecha relación a la Marcha Federal de 1994, realizada durante el gobierno de Carlos Menem.

Porque el grito no es bastante y porque venceremos la derrota

Cuando en 1994 se  organizó aquella primera marcha federal en Argentina, en México empezaba la rebelión zapatista que emergía de la selva Lacandona. Unos años antes, en nuestro país, se daban lugar las llamadas “puebladas” que en diferentes provincias levantaban fundamentalmente el reclamo por  trabajo: la desocupación empezaba a hacer estragos en cada uno de los pueblos, y hacía que también comenzaran a surgir los piqueteros, desocupados que se organizaban para exigir y construir trabajo digno. El Movimiento de los trabajadores Sin Tierra de Brasil continuaba siendo una guía en la resistencia y la lucha contra las políticas neoliberales y constituían un faro para las movilizaciones campesinas que en esos años se daban en Bolivia, Ecuador y Perú.

Esto también fue parte de los años 90, tan oscuramente recordados. El neoliberalismo crudo, la entrega de recursos naturales, la precarización laboral, el privilegio de las privatizaciones de la salud y la educación no se dieron completas ni sin resistencias. En cada sector de nuestra región latinoamericana estas trincheras tomaron sus formas particulares, se organizaron diversas, nacieron diferentes y diferentes fructificaron. Pero existieron, poderosas, contradictorias, difíciles. Existieron a pesar de las represiones, de los velos de ocultamiento, de los medios masivos al servicio del capital.

En nuestro país la marcha federal de 1994 (organizada y convocada fundamentalmente por la CTA y el MTA de Moyano) se sucedía mientras en Santa Fe sesionaba la asamblea constituyente, hija del Pacto de Olivos, que daría el marco constitucional a la reelección de Carlos Menem y a la entrega del poder de decisión sobre el destino de los recursos naturales -bienes comunes- a los gobernadores de turno. Pero en 1994, en nuestro país, también se resistía.

Si aceptamos que la historia no empieza cuando nosotros empezamos a ser parte de ella, tenemos que leer en esas resistencias los saldos organizativos que permitieron futuras victorias; ser capaces de reconocer como propias aquellas batallas que nos antecedieron; sabernos parte de un devenir. No empezamos de cero. Empezamos de antes del liberalismo y del neoliberalismo. Desde antes del PRO.

Y porque algún futuro y porque el pueblo

En nueve meses de gobierno macrista, son muchos los golpes que hemos recibido. Descontando los que venía sufriendo hace años la ciudad de Buenos Aires, las primeras medidas de diciembre del año pasado a marzo de este año las constituyeron una serie de despidos masivos orientados fundamentalmente a los trabajadores del Estado, achicando o barriendo programas enteros, cerrando espacios, destruyendo otros. Los subsiguientes tarifazos en los servicios públicos, acompañados también de despidos en el sector privado, la persecución y encarcelamiento de luchadores populares, la reducción real de los salarios, son solo algunas de las primeras ofensivas al pueblo que el gobierno de Cambiemos encarna.

Como hay historia y saldo, las resistencias no se hicieron esperar. Ya el 24 de febrero los trabajadores del Estado llenaron la Plaza de Mayo en el marco de una jornada de paro y movilización contundente, el 29 de abril se movilizaron las centrales sindicales, en mayo la comunidad universitaria entera se convocó en una jornada de lucha nacional como desde hacía varios años no ocurría, el pasado 7 de agosto diferentes movimientos ligados a la economía popular marcharon desde el barrio porteño de Liniers hasta la Plaza de mayo en una jornada que traía resonancias de aquella histórica movilización por «pan, paz y trabajo» convocada por la CGT en 1982.

No empezamos de cero porque aprendemos de nuestra propia historia. Aprendemos que cuando la ofensiva es grande la respuesta debe serlo mucho más, que para que la unidad deje de ser solo una consigna hacen falta más gestos de grandeza, que a los neoliberalismos no hay que “darles tiempo” ni “dejarlos gobernar”, que ellos cuentan que las penas las pongamos nosotros mientras vemos pasar las vacas ajenas. Nueve meses de gobierno macrista nos bastan para entender que la organización y la unidad son en este momento más que necesarias, imprescindibles.

La Marcha Federal que comienza este miércoles 31 de agosto y culmina el 2 de septiembre en Plaza de Mayo nuclea sectores y reclamos. En palabras de Hugo Yasky, secretario de la CTA de los Trabajadores, “es contra el ajuste y contra los despidos. Por la puesta en marcha de una agenda social que garantice políticas de defensa del empleo, por la promoción de la pequeña empresa, la solución de la crisis de subsistencia que genera el tarifazo, la recomposición del poder de compra de los asalariados y jubilados y por políticas que garanticen la continuidad de los emprendimientos sociales”.

La convocatoria cuenta con la adhesión de la totalidad de los gremios de la CTA de los Trabajadores y de la CTA Autónoma liderada por Pablo Micheli, de varias corrientes que integran la CGT, y de diferentes organizaciones sociales y estudiantiles. Las columnas que empiezan a movilizarse el 31 de este mes partirán, entre otros lugares del país, desde el Noroeste, el Noreste y la región de Cuyo. Más de mil kilómetros realizaran algunos patriotas para juntarse con otros y otras a decir que este pueblo tiene escuela en resistencia y organización, y que en este contexto de ajuste, ahogo y maltrato las salidas nunca son individuales ni locales. Por eso una marcha, por eso federal.

Usted debería sumarse. ¿O se pregunta aún por qué marchamos?

@Mariel_mzc

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