Nacionales

29 agosto, 2016

Radiografía de los planes de urbanización de las villas 20 y 31

En los últimos meses la discusión en torno a la urbanización de las villas de la Ciudad de Buenos Aires se volvió a colar en la agenda pública con los proyectos para la Villa 20 y la Villa 31. Tema nunca olvidado por sus habitantes y organizaciones, pero inviabilizado a lo largo de la historia.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó recientemente proyectos de urbanización para dos de las villas más grandes: la Villa 31, ubicada en la zona de Retiro, y la Villa 20, en el barrio de Lugano. Dos proyectos con historias y características distintas, pero que advierten sobre la voluntad del PRO de avanzar sobre estos barrios.

Como puntos de inicio de este proceso, las organizaciones barriales y el gobierno, marcan la toma y desalojo del Parque Indoamericano, en 2010, y el desalojo del Barrio Papa Francisco, en 2014, ambos ubicados en la Comuna 8. Estos casos pusieron en evidencia la enorme emergencia habitacional que se vive en la Ciudad y visibilizaron la problemática de las villas y su constantemente crecimiento (durante los últimos diez años se ha duplicado su población).

En los nueve años de gestión macrista poco se ha hecho por solucionar la problemática: no se han presentado proyectos de urbanización y las leyes existentes (Ley 148 para las villas de CABA, Ley 1170/05 para Villa 20, la Ley 3343/09 para Villa 31 y 31 bis, entre otras) no se han cumplido. Desde el 2011 existe un organismo específico para atender el problema: la Secretaria de Hábitat e Inclusión (SECHI), pero que ha desarrollado una limitada cantidad de obras, puntuales, sin planes integrales detrás. Por ello, estos proyectos presentados marcan un punto de inflexión a tener en cuenta.

Villa 20

x-defaultEl plan para la villa 20 fue dado a conocer a principio de año, con una propuesta muy distinta a la actual, concentrado en la construcción de mil viviendas. Fruto de la organización previa, el proyecto se trabajó en conjunto entre el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), la Subsecretaría de Hábitat e Inclusión Social del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat (SSHI), la Mesa Activa por la Reurbanización de la villa 20 (integrada por vecinos, organizaciones del barrio y asociaciones civiles y espacios especialistas en el tema) y la junta vecinal, dando como resultado un proyecto de ley presentado la semana pasada.

Debido al gran trabajo realizado por los vecinos, se ha logrado que el proyecto de ley sea integral -atendiendo las distintas dimensiones del problema- y contenga los deseos y necesidades de los habitantes. Llevado a cabo tal como está escrito, podría mejorar ampliamente las condiciones de vida de las personas que viven en la villa 20.

Todo el proceso debería estar ejecutado y evaluado por una “Mesa de Gestión Participativa para la Reurbanización del Barrio Villa 20”, integrada por representantes de los organismos competentes y de los espacios barriales.

Si bien es un gran triunfo en los papeles, queda un gran camino por recorrer, que los vecinos de la mesa de urbanización reconocen. “Todavía nos quedan muchas batallas por dar dentro de nuestro barrio para llegar a ese objetivo; ya que no solo fue importante ser protagonistas de la escritura del proyecto sino que también queremos ser garantes de que se aplique como corresponde, y que no se convierta en una oportunidad del macrismo, como ya lo hecho durante los últimos 8 años, para hacer negocios inmobiliarios y jugar con nuestros derechos”, declaró en un comunicado la Mesa Activa por la Reurbanización de la villa 20.

Villa 31

31La noticia de la posible urbanización a la villa 31 llegó de modo distinto. Con poca información, mediante rumores y sin vínculo con la mesa de urbanización.

A principio de año se creó la Secretaría de Integración Social y Urbana, dependiente de la jefatura de gabinete, como organismo encargado del “Plan de Integración” para la villa 31 y 31 bis. Los primeros días de agosto se presentó un plan, desconociendo la ley aprobada en 2009 fruto del trabajo de la mesa de urbanización y técnicos, nunca efectivizada por la falta de aprobación de un dictamen, requerido por la misma ley.

Según el proyecto presentado, construirán 1200 viviendas, para relocalizar a los habitantes del bajo autopista, debido a la modificación de la traza. Se iniciará un plan de mejoramiento para sólo 134 viviendas, con la proyección de alcanzar las dos mil. Y se realizarán 20 kilómetros de obra en los primeros 18 meses, enfocándose en las zonas que no cuentan con servicios.

A la vez, se proyectan otro tipo de obras, que el gobierno del PRO denomina “acupuntura urbana”, como la construcción de un centro cívico, donde funcionarían un Centro de Salud y Acción Comunitaria (Cesac), una escuela y una subsede comunal, el traslado del Ministerio de Educación de la Ciudad, la construcción de un polo educativo, un Centro de desarrollo laboral y un parque en altura. Estas obras requieren una alta inversión de dinero, permitirán elevar el valor del suelo de la zona, y deberían ser discutidas con el barrio, cosa que no ha sucedido.

El proyecto todavía despierta incertidumbres en torno a su alcance y si permitirá urbanizar la totalidad del barrio. Los vecinos buscan organizarse para disputar los lineamientos principales, retomando lo trabajado para la ley aprobada en 2009.

¿Qué intereses hay detrás de cada proyecto?

La atención está puesta en estos dos barrios, en los cuales hay intereses de negocios inmobiliarios. Asimismo no ha habido noticias de proyectos para urbanizar otras de las grandes villas porteñas.

La villa 31 ha sido históricamente conocida por ubicarse en el centro de la Ciudad y, con el posterior desarrollo de Puerto Madero, por ocupar una de las zonas más caras, con un potencial de negocio enorme. Por ello siempre ha resonado la idea de su erradicación.

Actualmente se puede pensar que, dándose un proceso de urbanización completo, con entrega de títulos, sería tierra que se incorporaría al mercado. Sin regulaciones claras, la propia valorización del suelo podría ir expulsando a parte de la población actual.

El caso de la Villa 20 es distinto, ubicada al sur de la Ciudad, la atención está puesta en que las próximas olimpiadas de la juventud se realizarán enfrente del barrio y por los proyectos de Ley que buscan vender a privados parte del Parque de la Ciudad. La historia de tomas recientes y la trayectoria de organización del barrio obligan al Estado a poner la mirada en este territorio.

Ambas experiencias parecen ser un laboratorio donde el PRO irá probando cuál es la mejor forma de intervenir, porque como han señalado en varias oportunidades “están aprendiendo”. En este sentido estas primeras experiencias serán claves para lograr proyectos que den cuenta de la realidad de las villas y atiendan sus problemáticas, teniendo en cuenta la organización de los vecinos y el acompañamiento de las organizaciones y técnicos especialistas en el tema.

Denise Brikman* – @Denise_Brik

* Socióloga e integrante del área de estudios urbanos del Instituto de Investigaciones Gino Germani (UBA)

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