Mundo Gremial

26 agosto, 2016

Trabajadores de la Línea 60 se manifestaron contra la judicialización del conflicto con la empresa

Trabajadores de la línea 60 de colectivos se movilizaron el martes a la Cámara de Apelaciones cita en Viamonte 1147 para acompañar en la audiencia al delegado Héctor Cáceres y exigir su la anulación de su procesamiento. «Carneros» de la empresa lo acusan de amenazas en el marco de una medida de fuerza gremial.

A un año de resuelto el conflicto que implicó 42 días de medidas de fuerza para exigir la reincorporación de medio centenar de trabajadores de la línea 60, el grupo DOTA continúa atacando la organización de los trabajadores.

El delegado Héctor Cáceres fue imputado tras la denuncia, realizada por dos «carneros de la empresa», que alegaron «amenazas» en el marco de la medida del no cobro de boletos. En comunicación con Llevalopuesto (FM La Tribu 88.7), Cáceres sostuvo que se trata de una estrategia más de la empresa para amedrentar el activisimo sindical “esta vez por la vía judicial, luego de intentar diferentes métodos para hacer fraude en elecciones o hasta incluso no pagarle el salario a los delegados». «La patronal mantiene carneros en la empresa para montar causas sobre falsas acusaciones”, denunció.

La empresa puso a disposición de los denunciantes sus propios abogados, en este caso del Estudio Orgeira y Asociados, bufet que defendiera al represor Roberto Viola en 1985. El fiscal Campagnoli aceptó el pedido del abogado y “sin pruebas ni más elementos”, denuncia Cáceres, la jueza de instrucción subrrogante Laura Bruniard lo procesó.

El 25 de junio de 2015, los trabajadores iniciaron una medida de fuerza para exigir la reincorporación de Ariel Alejandro Benítez, despedido sin motivo un día antes. “Estábamos entre la espada y la pared, al estar subsidiada la empresa por el Estado Nacional, parar los servicios no le afectaba, solo afectaba a los pasajeros y los trabajadores. Entonces innovamos en un no cobro del boleto,  y el conflicto terminó con los 45 compañeros despedidos reincorporados”, cuenta el delegado de la línea.

Organizaciones gremiales señalan que estos hechos se enmarcan en un contexto más general de persecución de la organización sindical, haciendo alusión al reciente fallo de la Corte Suprema que le da la razón a la empresa por despedir a un trabajador que adhirió a una huelga no convocada por su sindicato y el más reciente intento de imputar al delegado ferroviario de la línea Sarmiento, Rubén “el Pollo» Sobrero, por no haber notificado con antelación un paro decidido por asamblea.

Con una movilización hacia la Cámara de Apelaciones, trabajadores de la línea 60 y otras organizaciones gremiales, políticas y sociales, manifestaron su solidaridad con el delegado imputado.

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