21 agosto, 2016
Juegos Olímpicos: entre los logros argentinos y las grandes estrellas
Finalizaron los Juegos Olímpicos de Río 2016. La delegación argentina llevó 213 deportistas, un número que jamás había alcanzado. En términos de resultados, consiguió tres medallas de oro -cantidad que no se lograba desde Londres 1948- y quedó en el puesto 27 del medallero.

Finalizaron los Juegos Olímpicos de Río 2016. La delegación argentina llevó 213 deportistas, un número que jamás había alcanzado. En términos de resultados, consiguió tres medallas de oro -cantidad que no se lograba desde Londres 1948- y quedó en el puesto 27 del medallero.
Se trató del primer Juego Olímpico de la historia en el continente sudamericano (el segundo en Latinoamérica después de México 68) lo que hizo que los estadios estuvieran llenos de banderas celestes y blancas y que cada vez que un argentino participaba se sintiera como en el patio de su casa.
Argentina empezó los Juegos con el oro de Paula Pareto en judo y los cerró con el oro de los Leones. El de la Peque quizá fue la victoria argentina más anunciada por el favoritismo que acarreaba, pero también una de las más celebradas. Fue el primer Juego Olímpico donde nuestro país obtuvo una medalla dorada el primer día de competencia y Pareto tuvo su revancha después del bronce conseguido en Pekin y la frustración de Londres.
El oro en hockey masculino fue más sorpresivo para quienes no siguen habitualmente ese deporte, pero se prepararon para ir a Río a ganar y demostraron una maduración y un trabajo continuado que se vio reflejado en los resultados. Fueron de menos a más haciendo una buena primera ronda, pero se destaparon en el mata o muere donde ni España, ni Alemania, ni Bélgica fueron rivales para el equipo del Chapa Retegui. “No entreguemos el torneo”, dijo el entrenador el día que se aseguraron la medalla de plata goleando a la potencia alemana que venía de ser bicampeona olímpica. El oro de los Leones fue festejado por todo el hockey argentino, ya que consiguieron lo que se le venía negando a las Leonas desde Sidney 2000.
Lo mismo sucedía con la vela, deporte en el que desde 1996 siempre tuvimos representantes en el podio, pero nunca podíamos coronarlo con la presea más buscada y eso fue lo que consiguieron Santiago Lange y Cecilia Carranza. Lange -con sus 54 años, seis juegos, dos bronces y el hecho de haber superado un cáncer de pulmón poco tiempo atrás- pudo coronar una carrera brillante (aunque no descarta estar en Tokio 2020) y fue reconocido por todo el mundo del yatching. Carranza, que venía compitiendo en una categoría individual, decidió sumarse al proyecto de Lange para llevarse una medalla y su decisión trajo réditos. Además Santiago Lange pudo disfrutar estos juegos con sus hijos Klaus y Yago que hicieron su primera experiencia alcanzando un diploma olímpico.
La única medalla plateada se disfrutó como una de oro. Si bien Del Potro no pudo ganar la final, fue uno de los que se llevó toda la atención argentina en la primera semana de competencia. No solo porque jugaba todos los días sin descanso, sino porque llegar a la final estaba muy lejos de sus expectativas, más cuando se enteró que su primera ronda sería con el serbio Novak Djokovic. La Torre de Tandil llegó a Rio después de tres años de lesiones que lo tuvieron alejado de los primeros planos del circuito tenístico y en los Juegos tenía el objetivo de demostrar -y demostrarse a sí mismo- que estaba para seguir compitiendo con los mejores. Lo logró con creces al derrotar a Nadal en semis y poner contra las cuerdas a Murray en la final.
Además de los medallistas, estos juegos dejaron dos finalistas en atletismo, algo impensado para nuestro país en ediciones anteriores de los Juegos Olímpicos. Braian Toledo en lanzamiento de jabalina y Germán Chiaraviglio en salto con garrocha no solo son atletas que aún no han alcanzado su techo, sino que ambos son producto de un trabajo realizado durante años. Por ellos y sus entrenadores, pero también por una política estatal que supo acompañar el desarrollo deportivo de los dos.

Ambos fueron producto de los Juegos Bonaerenses Evita organizados por el gobierno provincial anterior y recibieron becas a través del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) que les permitió dedicarse exclusivamente a la práctica de su deporte. El caso de Braian Toledo es todavía más sorprendente por la historia que lo acompaña detrás. Un joven de 22 años del tercer cordón del conurbano bonaerense que encontró en la jabalina una salida a una durísima realidad que hoy siguen viviendo millones en nuestro país.
En el saldo positivo de estos Juegos también tenemos que poner el retiro de Manu Ginóbili y Chapu Nocioni que fueron a estos juegos a pasar la posta, a ayudar en el futuro del básquet argentino y a intentar que la Generación Dorada no fuera un mojón, sino el antes y después en la historia de este deporte. Las tres victorias en el primer grupo y la paridad con las potencias nos hicieron ilusionar. Sin embargo el cruce con el Dream Team en cuartos de final dejó un sabor agridulce.
Algo parecido pasó con el equipo de Velasco que fue a Río a dar un batacazo en un vóley muy parejo. Una gran primera ronda permitió soñar que era posible, pero el cruce nos enfrentó al local que venía herido y demostró allí el rol de potencia que le cabe en este deporte, donde finalmente se alzaría con el oro.
Pero no todo fue color de rosas. Las Leonas se bajaron del podio por primera vez en este siglo, quizás sufriendo los efectos tardíos de la era post Luciana Aymar. Otros que estaban para más eran los Pumas, que dejaron sabor a poco, al igual que el equipo de fútbol que quedó eliminado con Honduras en primera ronda y los nadadores que con poco podrían haberse metido en alguna semifinal.
El balance de la performance argentina (que incluye 11 diplomas en total) es que hay que seguir construyendo oportunidades y realidades para que el deporte de alto rendimiento permita a más niños tener la posibilidad de competir de igual a igual.
El resto del mundo
Es indudable que estos Juegos dejarán la despedida enorme de dos de los mejores deportistas de la historia: Michael Phelps se retira con 23 doradas y cinco plateadas en cuatro JJOO y Usain Bolt con nueve de oro en tres Juegos. Además ambos se retiran habiendo roto todos los récords posibles y, principalmente, dejando la impresión de haber sido imbatibles y ser irremplazables.
Se fue un Juego Olímpico que dejó las cinco medallas de Simone Biles en gimnasia artística, cinco de Katie Ledecky en natación y los récords que pudieron batir el brasilero Da Silva en salto con garrocha, el sudafricano Van Nieckerk en los 400 metros y la etíope Almaz Ayana en los 10 mil metros.
Se terminan los JJOO con la sensación de que, si al talento y la garra natural de los deportistas argentinos se le suma un trabajo dedicado y a largo plazo vamos a poder tener muchos más -y mejores- resultados.
Hernán Aisenberg – @Cherno07 y Sebastián Tafuro – @tafurel
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