17 agosto, 2016
Dilma Rousseff propone realizar un plebiscito para anticipar elecciones
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que se encuentra enfrentando la fase final del proceso de impeachment, propuso la realización de un plebiscito para consultar a la población sobre la realización anticipada de elecciones y la convocatoria a una reforma política.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que se encuentra enfrentando la fase final del proceso de impeachment, propuso la realización de un plebiscito para consultar a la población sobre la realización anticipada de elecciones y la convocatoria a una reforma política.
Dilma Rousseff realizó una descarga pública mediante una conferencia de prensa realizada en la tarde del martes 16 de agosto. Su pronunciamiento, dirigido a la población brasileña y a los senadores y senadoras de Brasil, es realizado “para manifestar una vez más mi compromiso con la democracia y con las medidas necesarias para la superación de la crisis política que tantos perjuicios le causó al país”.
La presidenta Rousseff, suspendida desde el 12 de mayo de 2016, enfrenta la última fase del juicio político que puede llevarla a su destitución definitiva. “Mi retorno a la presidencia, por decisión del Senado Federa, puede contribuir decisivamente para el surgimiento de una nueva y promisora realidad política”, afirmó.
“Debemos fortalecer la democracia en nuestro país y, para esto, es necesario que el Senado elimine el proceso de impeachment en curso, reconociendo, delante de las pruebas irrefutables, que no hubo crimen de responsabilidad, que soy inocente”, agregó la mandataria.
Rousseff indicó que, según la Constitución brasileña, no basta la desconfianza política para suspender a un presidente, sino que hay que demostrar que existió un crimen de responsabilidad.
La declaración indica que es ilegítimo el objetivo planteado por los acusadores, que pretenden destituir a la jefa de Estado por el “conjunto de la obra”. Y agrega que el único que puede apartar a un presidente por ese motivo es el pueblo, en elecciones.
“Por esto, afirmamos que, si se consuma el impeachment sin crimen de responsabilidad, tendremos un golpe de Estado. El colegio electoral de 110 millones de electorales será sustituido, sin el sustento constitucional, por un colegio electoral de 81 senadores”, agregó.
Llamar a un plebiscito y convocar un pacto nacional
Rousseff manifestó además que la única vía para salir de la crisis política y económica que atraviesa actualmente Brasil, se define a través del voto popular en elecciones directas, en la construcción de un “pacto por la unidad nacional, el desarrollo y la justicia social”.
En su análisis, Rousseff concluye que la crisis es producto de un agotamiento del sistema político. “Estoy convencida de la necesidad y le daré mi apoyo irrestricto a la convocatoria de un plebiscito, con el objetivo de consultar a la población sobre la realización anticipada de elecciones, como así también sobre la reforma política y electoral”, afirmó.
“Debemos concentrar esfuerzos para que sea realizada una amplia y profunda reforma política, estableciendo un nuevo cuadro institucional que supere la fragmentación de los partidos, que moralice el financiamiento de las campañas electorales, fortalezca la fidelidad partidaria y de más poder a los electores”, argumentó Rousseff.
En este sentido, la presidenta considera que el pacto nacional que puede brindar el marco para fortalecer el Estado democrático de derecho, la soberanía nacional, el desarrollo económico y las conquistas sociales. “Ese Pacto por la Unidad Nacional, el Desarrollo y la Justicia Social permitirá la pacificación del país”, agregó.
Dilma consideró que esa transición sólo puede realizarse su se abre “un amplio diálogo entre todas las fuerzas vivas de la nación brasileña con la clara conciencia de qué lo que nos une es Brasil”. En este diálogo incluye al Congreso Nacional, a la sociedad en su conjunto, a los movimientos sociales, a los empresarios y a los trabajadores.
“Reafirmo mi compromiso con el respeto integral de la Constitución Ciudadana de 1988, con especial importancia en los derechos y garantías individuales y colectivos que en ella están establecidos. Nuestro lema seguirá siendo ‘ni un derecho menos’”, agregó.
Rousseff detalló que deberán realizarse modificaciones económicas para volver a crecer y generar empleo. Asimismo, denunció que desde el inicio de su segundo mandato “medidas, acciones y reformas necesarias para el que el país enfrente la grave crisis económica fueron bloquedas”, refiriéndose a los parlamentarios opositores a su gobierno. “Hubo un esfuerzo obsesivo para desgastar al gobierno”, sentenció.
Dentro de las reformas necesarias, Dilma destacó la necesidad de avanzar en la lucha contra la corrupción. “No aceptaremos cualquier pacto a favor de la impunidad de aquellos que, comprobadamente, y luego del ejercicio pleno y contradictorio y de amplia defensa, hayan practicado ilícitos y actos de malversación”, afirmó la mandataria, en referencia al presidente interino, Michel Temer y los miembros del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que están involucrados en decenas de casos de corrupción.
“Brasil vive uno de los momento más dramáticos de su historia”, pronunció Dilma. “No debemos permitir que una eventual ruptura del orden democrático, basada en un impeachment sin crimen de responsabilidad, fragilice nuestra democracia, que construimos con sacrificio en los derechos asegurados en la Constitución de 1988. Unamos nuestra fuerzas en propósito de la defensa de la democracia, del lado cierto de la historia”, manifestó, dirigiéndose al cuerpo de Senadores y al pueblo en general.
“Jamás encontrarán en mi vida un registro de deshonestidad, cobardía o traición. Al contrario de quienes dieron inicio a este proceso injusto e ilegal, no tengo cuentas en el exterior, nunca desvié ni un centavo del patrimonio público para mi enriquecimiento personal o de terceros y no percibí ‘propina’ de nadie. Este proceso de impeachment es frágil, jurídicamente inconsistente, un proceso injusto, desencadenado contra una persona injusta e inocente. Les pido a las senadoras y senadores que no cometan una injusticia para condenar un crimen que no cometí. No existe injusticia más devastadora que condenar a un inocente”
“Mi esperanza existe porque también hay esperanza democrática en el pueblo brasileño, que me eligió dos veces presidenta. Quien debe decidir sobre el futuro del país es nuestro pueblo. La democracia vencerá”, concluyó.
Mientras las movilizaciones bajo la consigna “Fuera Temer” crece en las calles de todas las ciudades del país, los parlamentarios aguardan a que finalicen los Juegos Olímpicos que tienen lugar en Rio de Janeiro. Luego del domingo 21 de agosto se realizará la última audiencia del juicio político en que el Senado Federal, presidido por el presidente del Supremo Tribunal Federal, deberán sentenciar la restitución o la destitución definitiva de Dilma Rousseff.
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