Batalla de Ideas

12 agosto, 2016

Encontraron sin vida al oficial desaparecido en Río Negro

Por Javier Torres Molina. Al oficial Lucas Muñoz lo encontraron sin vida en un descampado y las principales sospechas recaen en sus colegas policías. La formación, el autogobierno y la impunidad de una fuerza de seguridad de largo y oscuro historial.

Por Javier Torres Molina. Luego de 27 días de estar desaparecido, fue encontrado sin vida Lucas Muñoz de 29 años, oficial de la policía de la provincia de Río Negro. Fue hallado en un descampado en las afueras de Bariloche, en un lugar que ya había sido rastrillado, por lo que se presume que el cuerpo fue dejado en ese lugar en las últimas horas. Aunque no hubo comunicación oficial, el cuerpo tendría un tiro en la cabeza. Por ahora no se puede determinar el momento en que se produjo su deceso, fue encontrado con su uniforme puesto y con su arma reglamentaria.

Fue visto por última vez el 14 de julio, cuando se dirigía a prestar servicios a la Comisaría 42 de Bariloche, la misma que ha recibido diferentes críticas por su actuación en femicidio de Micaela Bravo, ocurrido en marzo pasado, donde la policía demoró en realizar la búsqueda de la mujer cuando se encontraba desaparecida.

Cinco policías de la Comisaría 42 de Bariloche se encuentran imputados de realizar un allanamiento ilegal al domicilio de Lucas Muñoz, donde revisaron sus papeles, computadoras, placares y mochila, sin que existiera ningún tipo de orden escrita; y porque además se comprobó que se adulteraron al menos siete folios del diario de novedades de la comisaría, justo en el momento que se produjo la desaparición de Lucas Muñoz.

También dos policías se encuentran detenidos por encubrimiento agravado y abuso de autoridad. Según la causa judicial, los policías compraron un chip telefónico a nombre del policía al día siguiente de su desaparición, para de esa manera obtener el registro de llamadas entrantes y salientes de Lucas Muñoz, sin que exista orden judicial lo autorice.

Desde su entorno familiar han afirmado que se lo notaba nervioso, incluso Lucas Muñoz le expresó a su novia que regrese a su ciudad, a pesar que había ido a visitarlo el día anterior. Cómo hipótesis afirman que pudo saber algo relacionado a la interna de la 42, o que estaba investigando alguna situación particular. Desde su desaparición, los familiares de Lucas Muñoz afirmaron que la policía de Río Negro estaba relacionada con ese hecho, a tal punto que cuando la misma policía encontró el cuerpo sin vida, de inmediato solicitaron que se haga cargo la Gendarmería de resguardar la escena y solicitaron que quienes realicen el peritaje no pertenezcan a la policía provincial.

Una policía con prontuario

La policía de Río Negro tiene un largo historial en abusos, asesinatos y desapariciones.

Los jóvenes en las barriadas populares de toda la provincia son constantes víctimas del accionar policial, al ser revisados constantemente, detenidos ilegalmente y torturados en las comisarias. Ahora además con el aval del Superior Tribunal de la Provincia que ha expresado que es legal la detención de menores por averiguación de antecedentes.

También grafican ese historial la desaparición de Daniel Solano luego de estar detenido, el asesinato en la comisaría de Coco Garrido y el triple crimen de Bariloche donde fueron asesinados Diego Bonefoi, Sergio Cárdenas y Nino Carrasco. Además, existen sospechas sobre el accionar policial en los asesinatos de Otoño Uriarte y Atahualpa Martínez Vinaya, y la lista se puede ampliar.

La mayoría de esos crímenes siguen impunes. Y como se tratara de una política de Estado, la policía asesina, el gobierno provincial se desentiende y el poder judicial garantiza la impunidad. Luego la legislatura elaborará algún informe donde les dará la razón a los familiares y a las organizaciones de derechos humanos que desde el primer día denunciaron el accionar policial.

De hecho, desde la Multisectorial de Bariloche y en relación al caso de Lucas Muñoz se ha señalado: “¿Por qué no se investiga de una vez por todas desde la justicia cuál es participación de la institución policial en el delito organizado? Hablamos claramente de narcotráfico, armas, zonas liberadas para el robo de viviendas y trata de personas, coimas, allanamientos irregulares, apremios ilegales, etc. Sostenemos que tanto el poder judicial como el poder político por acción u omisión han sido y son cómplices y responsables de esta policía”.

Al comienzo de su gestión, el gobernador Alberto Weretilneck amagó con democratizar las fuerzas policiales, poniendo un jefe civil e intentando que tengan otro tipo de formación, aunque difundía listas negras de presuntos delincuentes, sin hacer mención a los delitos que cometían las fuerzas a su mando. El acuartelamiento policial del 2013 significó mucho más que una mejora en los salarios de la policía: al año siguiente la policía volvió a tener el manejo de las cárceles. El actual jefe de la policía es su ex abogado que ha trabajado para mantener la impunidad y, en marzo de este año, en forma sorpresiva se canceló el convenio que establecía que los futuros oficiales se debían formar también en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN). Todas acciones que han tenido como resultado la autonomía y el autogobierno policial.

Quién esto escribe fue docente de Lucas Muñoz, quién además de formarse en la escuela de policía, debía cursar la Tecnicatura en Seguridad Ciudadana en la UNRN.

Se trataba de brindar una formación que tuviera en cuenta los derechos humanos, la democracia  y la ciudadanía. Como en todas las carreras universitarias de las universidades públicas, se analizaban diferentes aspectos de la realidad social, el poder, las políticas públicas y especialmente se debatía sobre el desempeño de las fuerzas policiales y el Estado por lo menos desde la recuperación de la democracia.

A su vez, el alumnado podía confrontar la formación que se intentaba construir en la universidad pública con la que se desarrollaba en la escuela de policía, donde para adquirir “disciplina” se debía hacer guardia durante toda la noche, se revisaban constantemente las habitaciones y se procuraba que los objetos personales de los alumnos se encuentren acomodados y ordenados de menor a mayor en sus repisas, donde las mujeres siempre debían tener el pelo recogido en trenzas y los varones afeitados, sin que se les permita tomar mate en los tiempos de estudio y hasta fue prohibido que mujeres y varones estén en el mismo lugar al mismo tiempo. Si se incumplían éstas y las demás reglas impuestas, todos quedaban “presos”, es decir, sin poder salir los fines de semana de la escuela de policía.

¿Habrá cuestionado Lucas Muñoz ese tipo de “disciplina”? ¿Se habrá opuesto a que esa fuerza continúe administrando y generando delito? ¿Se habrá negado a ser parte de alguna práctica ilegal?

Por supuesto, no tenemos respuesta a esas preguntas. Sí sabemos que la policía de Río Negro puede tener la clave.

Foto: La Voz del Interior

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