11 agosto, 2016
Cuestionan una muestra en la Biblioteca Nacional con libros de Lázaro Báez
Trabajadores de la Biblioteca Nacional, organizador en ATE, critican la propuesta del nuevo director de organizar una muestra con unos 300 libros incautados a Lázaro Báez y dejados en «custodia judicial» de la institución. Se critica la «falta de imaginación y el servilismo» de una muestra «amasada por los lenguajes propios de empresas hegemónicas de la comunicación».

La telenovela de Lázaro Báez encontró un canal insospechado para sumar un nuevo capítulo. La Biblioteca Nacional, actualmente dirigida por el escritor Alberto Manguel, confirmó que en los próximos meses realizará una muestra pública basada en volúmenes de la biblioteca personal del empresario que aún permanece detenido en Ezeiza. Trabajadores de la Biblioteca organizados en ATE repudiaron el “desafortunado anuncio” en un comunicado.
El proyecto de montar una muestra con los 312 volúmenes secuestrados a Lázaro Báez durante los allanamientos del mes de abril a la llamada Chacra 39 y puestos al cuidado de la Biblioteca Nacional que actúa como “depositaria judicial”, se habían filtrado a la prensa en forma de comentarios sin confirmación, pero esto, que los trabajadores de la institución suponían un “fugaz extravío”, encontró confirmación oficial en una nota del diario Clarín del pasado sábado 6. Allí se informa que la muestra se llamará “El lado oscuro del coleccionismo” se planea para los “próximos meses”, “una vez recibida la autorización del juez federal Sebastián Casanello”.
El comunicado “Manguel y el lado oscuro” explica: “Desde ATE Biblioteca Nacional leemos este anuncio con severa preocupación. Creemos que poner a nuestra Biblioteca Nacional al servicio de una agenda moldeada por la lógica de los grupos mediáticos concentrados resulta un retroceso mayúsculo en materia de políticas culturales, sobre todo si se trata, como en este caso, de decisiones atinentes a un organismo público”.
Al respecto también se aclara que históricamente las muestras y exposiciones de la Biblioteca Nacional “basadas en nudos y temáticas propias de nuestro acervo literario, historiográfico, ensayístico y cultural” siempre se han caracterizado, a lo largo de una historia de más de 200 años, “por dar a conocer al conjunto de los argentinos su valiosísimo patrimonio biblio-hemerográfico”. Y agrega: “Siempre evitó hacerlo sometiéndose a operaciones provenientes de los tendenciosos formatos que fabrican los que comunican desde posiciones del ámbito privado, el poder económico y el sesgo partidario”.
El comunicado luego reconoce que el material bibliográfico incautado al empresario pueda suscitar curiosidad ya que incluye “piezas nacionales y universales de valía” pero cuestiona que se utilice a la Biblioteca para “alimentar el morbo y el circo mediático». Entre los libros actualmente en custodia de la institución dirigida por Manguel se encuentran diversas ediciones históricas peronistas (La razón de mi vida autografiada por Evita y Del poder al exilio firmado por Perón, libros de lectura del primer peronismo), algunas primeras ediciones de Borges y otros ejemplares relativamente raros.
Sin embargo, más allá de las evidentes intenciones del diario Clarín de sumar el coleccionismo bibliográfico de Báez a las múltiples denuncias de enriquecimiento ilícito, denuncias de bóvedas inexistentes (un sótano donde el socio comercial de los Kirchner colocó cavas y muebles de madera con botellas de vino Rutini, utilizados para negar que allí hubo una bóveda) y de acumulación de bienes suntuarios, parece que el lote de 312 libros no sería especialmente valioso. El diario perseveró en su campaña con notas del tipo “Cómo se hizo bibliófilo el zar de las bóvedas y las enciclopedias” y “Operativo en Santa Cruz para tasar y retirar de la casa de Báez libros históricos y de colección”, a pesar de que días atrás había publicado una nota en la que se afirmaba “Para los anticuarios, la biblioteca de Báez no tendría mucho valor”.
La denuncia de los trabajadores de la Biblioteca, que denuncian que desde la asunción de Cambiemos los estatales debieron llevar adelante fuertes luchas contra los despidos, continúa: “Lo que cuestionamos es la falta de imaginación y el servilismo que implica intentar exhibir dichos libros bajo una mirada amasada por los lenguajes propios de empresas hegemónicas de la comunicación, cuyos intereses no debieran mezclarse en las decisiones de un organismo público fundamental de nuestra cultura como lo es la Biblioteca Nacional Mariano Moreno”.
El comunicado concluye exigiéndole al director Alberto Manguel que dé marcha atrás con el anuncio de la muestra para “pensar los rumbos de la Biblioteca Nacional por fuera de las mezquindades de intereses privados y partidistas que desprestigian a nuestra institución y nada tienen que ver con ella”.
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