El tablero regional en la mesa de negociación de Cambiemos

Por Micaela Ryan. Argentina se pronunció en una línea cercana a Brasil sobre la presidencia pro témpore del Mercosur en manos de Venezuela. El apoyo a Hillary y la candidatura de Malcorra a la ONU en la mesa de negociación de la política exterior de Cambiemos.

El próximo jueves 4 de agosto el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, visitará al presidente Mauricio Macri. Esta reunión se realizará en el marco de los acuerdos de trabajo establecidos durante la visita de Barack Obama a la Argentina, en marzo de este año. Luego, tanto Macri como Kerry viajarán a Rio de Janeiro para participar de la apertura de los Juegos Olímpicos 2016.

El 8 de agosto será el turno de la visita de Ban Ki Moon, secretario general de las Naciones Unidas y anterior jefe de la canciller argentina, Susana Malcorra. Tanto Malcorra como Macri aprovecharán ambas visitas para negociar la elección a la Secretaría General del organismo para 2017, en la que Malcorra es una de las postulantes.

En su editorial del domingo 31 de julio, Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín, publicó un artículo en el cual destaca el apoyo del gobierno nacional a la candidatura de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de EE.UU. Kirschbaum sugiere que la visita de Kerry puede favorecer la elección de Malcorra en la ONU. Así lo manifiesta: «El optimismo que se palpa en el oficialismo sobre las posibilidades de Malcorra contrasta con el octavo lugar en que llegó en la primera ronda. Pero se basa en la creencia (¿información clasificada?) de que tres de los más fuertes competidores -el portugués Guterrez, la búlgara Bokova y la neozelandesa Clark– serían vetados».

Pero esta adhesión de Cambiemos al Partido Demócrata no es homogénea. En esta disputa, sin dudas, una de las ganadoras es la canciller Susana Malcorra, cuyos vínculos con el Partido Demócrata son notorios, a través de su cercanía con Susan Rice debido a los años de trabajo en conjunto en la ONU y con la línea diplomática que ha logrado mantener en los nueve meses que lleva al frente de la Cancillería argentina.

La negociación urgente: la candidatura de Malcorra en la ONU

En este sentido, Macri y Malcorra durante la visita de Kerry buscarán, entre otros objetivos, debatir la campaña a favor de Malcorra en la elección de Secretario General en la ONU. Malcorra tuvo una mala elección durante la primera ronda de elecciones del Consejo de Seguridad de la ONU. La canciller ocupó el octavo puesto de 12 competidores, quedando muy por debajo de las posibilidades de ser elegida.

Si bien han funcionado en tándem, la principal diferencia entre Macri y Malcorra ha sido, hasta hoy, la estrategia sobre Venezuela y el Mercosur. Mientras que el presidente ha basado parte de su campaña en el desdeño y ataque permanente al gobierno venezolano, Malcorra ha optado por una vía de negociación, apuntando a un rol de liderazgo de consensos, propio de los funcionarios de los organismos.

Las diferencias entre Macri y Malcorra por la aplicación de la Carta Democrática, propuesta del secretario general de la OEA, Luis Almagro, dejaron en evidencia una política contradictoria, tímida y demasiado suave, con respecto a los discursos y posicionamientos de Macri.

Pero Macri no se resignó a perder su agresividad contra el chavismo, y no abandonó la idea de ser el abanderado que se adjudique el cierre de un período de “gobiernos populistas” en la región, como él mismo los define. Aunque tanto Macri como Malcorra opinan que hay que dirigir al Mercosur hacia la Alianza del Pacífico, los tiempos y las formas no son coincidentes.

Más allá de este tema, Macri y Malcorra se necesitan mutuamente. Mientras que Malcorra, una política de carrera con pocos compromisos ideológicos con Cambiemos, busca que la Cancillería argentina sea el paso previo a un gran puesto, Macri sabe que ella es una de sus mejores cartas dentro del gabinete. Los vínculos, la capacidad de lobby y el reconocimiento de su labor en los pasillos de la ONU y de Washington le agregan valor a la gestión presidencial. La Cancillería constituye, además, un botín de guerra dentro de la interna de Cambiemos.

En esta contienda intervino la actual crisis que vive el Mercosur, a partir de la transferencia de la presidencia temporal de Uruguay a Venezuela.  Mientras que, en un primer momento, la Argentina optó por apoyar la definición de Uruguay, fue el mismo Clarín quien informó -sin fuentes certeras- que la Cancillería argentina desconoció la presidencia temporal de Venezuela en el Mercosur.

Durante el 1ro de agosto trascendió en las redes sociales la carta que Malcorra le envió a las delegaciones diplomáticas de los demás países miembros del Mercosur. Allí, la canciller explica la posición de Argentina. Malcorra afirma que «para Argentina la presidencia pro témpore del Mercosur no puede ser asumida ni ejercida hasta tanto se concrete su traspaso por el Consejo del Mercado Común, bajo el formato y las formalidades del caso».

Si bien Malcorra no desconoce que Venezuela pueda asumir el mandato, propone un mecanismo transitorio utilizado en el 2002 en el que representantes de los países miembros pueden firmar normas de carácter urgente. Y propone una reunión inmediata para resolver la actual situación que entiende “inédita en los 25 años del Mercosur y pueden derivar en una parálisis de sus trabajos, con consecuencias negativas para todos los Estados Partes».

Malcorra se juega así su última carta con el apoyo de Macri y con la esperanza de cosechar resultados exitosos dentro del Mercosur y catapultarse hacia la ONU.

@LaMicaRyan