América Latina

28 julio, 2016

Crímenes, cámaras, corrupción: quién es Enrique Peña Nieto

La carrera política de Enrique Peña Nieto está atravesada por escándalos de corrupción y las sistemáticas masacres por parte de las fuerzas de seguridad y del crimen organizado. Se trata de un figura construida desde un laboratorio comunicacional, que determinó su aspecto, su discurso, su familia y hasta su historia de vida.

La carrera política de Enrique Peña Nieto está atravesada por escándalos de corrupción y las sistemáticas masacres por parte de las fuerzas de seguridad y del crimen organizado.  Se trata de un figura construida desde un laboratorio comunicacional, que determinó su aspecto, su discurso, su familia y hasta su historia de vida.

Es poco lo que se conoce de los primeros años de vida de este hombre, caracterizado por una baja formación académica y una breve carrera política, con respecto a otros presidentes mexicanos.

Enrique Peña Nieto (EPN) nació en Atlacomulco, Estado de México, en 1966. Se afilió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1984, pero su carrera política no inició hasta 1999, cuando fue asesor de campaña de Arturo Montiel, su tío. En el 2003, Peña Nieto asumió como diputado estadal y comandó al PRI en ese estado.

El recorrido político de EPN está signado por los escándalos de corrupción. En 2005, se convirtió en gobernador del Estado de México, tras suceder a Arturo Montiel. Durante la campaña, su contrincante, Roberto Madrazo, lo acusó de presunto enriquecimiento ilícito de más de seis millones de dólares en diversas propiedades en México, Francia y España.

Todavía gobernador, su tío lo eximió de toda responsabilidad, tratando de tapar el escándalo con una investigación. Como contrapartida, Peña Nieto “congeló” las investigaciones por corrupción durante la gestión de su familia.

Un presidente para la televisión

EPN es un presidente hecho para las cámaras. Su ascenso es resultado de una alianza entre el PRI, la embajada de Estados Unidos, grupos empresariales de la burguesía local ligados a la obra pública y los recursos del Estado y Televisa.

La estrategia utilizada se centró en la construcción de una figura mediática con una fuerte capacidad para evitar posicionarse sobre determinados temas o contestar a las preguntas que le formulan. EPN tiene esas características: no es un personaje con muchas luces, pero sabe aprender el guion y repetirlo sin fisuras.

Dentro de este plan se contempló el matrimonio entre EPN Peña Nieto en segundas nupcias con la famosa actriz de telenovelas de Televisa, Ángelica Rivera, en noviembre de 2010. La alianza entre EPN y Televisa se evidenció cuando se dio a conocer la existencia entre ambas partes por por 346 millones de pesos y otra cantidad de contratos prenupciales que incluían arreglos económicos entre el grupo empresarial, EPN y Rivera.

El actual presidente mexicano es identificado como miembro del “Grupo Atlacomulco”, una grupo de afinidad entre políticos del estado de México, vinculados por lazos políticos, familiares y empresariales: una suerte de “barones del conurbano” en versión mexicana, cuya existencia es negada por todos sus miembros.

EPN es el primer gobernador de este grupo que llega a presidente. Su carrera no se caracteriza por una intensa formación académica y política, sino por conocer los detalles de las lógicas políticas mexicanas y desarrollar un fuerte pragmatismo para moverse dentro de ellas.

La corrupción, una carrera política

Enrique Peña Nieto se convirtió en presidente de los Estados Unidos Mexicanos desde el 1ro. de diciembre de 2012, en medio de un fuerte escándalo por fraude contra el candidato del PRD, Alberto Manuel López Obrador. Su gabinete estuvo compuesto desde su inicio por una combinación de armado entre el “grupo Atlacomulco” y la herencia de Carlos Salinas de Gortari, quien fue presidente mexicano entre 1988 y 1994.

Los resultados de su gestión, que además incluye la privatización de las empresas públicas mexicanas, y el incremento de la pobreza -46% de la población- y la violencia.

El mayor escándalo de corrupción que lo involucró durante estos casi cuatro años de presidencia fue conocido como “la Casa Blanca”. Angélica Rivera firmó en enero de 2012 un boleto compra-venta por una residencia en Lomas de Chapultepec cuyo valor era de 7 millones de dólares. El dueño anterior de la casa era Juan Armando Hinojosa, propietario del Grupo Higa, un conglomerado de capitales chino-mexicano.

El escándalo de corrupción, cuya investigación quedó en la nada, volvió a resurgir hace pocos días. Es que con el destape de los Panamá Papers se conoció que el empresario Juan Armando Hinojosa ocultó 100 millones de dólares en paraísos fiscales. Hinojosa es conocido como “el contratista favorito de EPN”, ya que registro más 2 mil millones de dólares en contratos gubernamentales, según reveló la periodista Carmen Aristegui.

El pasado 19 de julio, ante el lanzamiento del nuevo Sistema Nacional Anticorrupción, EPN se calzó su mejor cara de acongojado y se dirigió a las cámaras: «En carne propia sentí la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente; por eso con toda humildad les pido perdón, les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé».

No es casual que EPN busque reflotar el asunto de la corrupción como centro de la escena y del debate, incluso aunque lo involucre o ponga en riesgo su simpatía. La opinión pública tolera aún más la corrupción que los asesinatos de los cuales son responsables los presidentes. Y sobre eso, Peña Nieto conoce demasiado.

Los crímenes del presidente

La primera vinculación de EPN con un crimen de Estado fue en 2006 con la Masacre de Atenco. Como gobernador fue el máximo responsable de la represión brutal contra los habitantes de San Salvador de Atenco. Tres mil efectivos de la  fuerza policial del estado de México ocuparon violentamente el poblado y asesinaron a dos estudiantes muertos, violaron a más de 26 mujeres  y realizaron 207 detenciones judiciales -entre ellas 10 niños- y 146 extrajudiciales.

El 26 de septiembre de 2014, cuando Peña Nieto ya ocupaba la residencia de Los Pinos, 43 estudiantes normalistas fueron apresados ilegalmente y desparecidos y otros dos asesinados por las fuerzas policiales del estado Guerrero, al sur de México. Ayotzinapa se convirtió en uno de los más graves crímenes de Estado en América Latina, en los últimos tiempos.

El 19 de junio de 2016, 13 maestros fueron asesinados por las fuerzas de seguridad en Nochixtlán, Oaxaca. Este hecho intensificó el enfrentamiento entre los sindicatos docentes, especialmente el CNTE, y el gobierno mexicano.

Durante la gestión de Peña Nieto se registraron más de 6400 femicidios, lo que significa que siete mujeres son asesinadas cada día, constituyendo la cifra registrada más alta de la historia mexicana.

En todos estos casos, los familiares de las víctimas apelaron a tribunales y cortes internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esto se debe a que el sistema judicial mexicano se encuentra absolutamente subsumido a la estructura del PRI, como quedó evidenciado en la investigación de la Procuración de la República durante la Masacre de Ayotzinapa.

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas