América Latina

25 julio, 2016

Caucannabis: legalización de semillas en Colombia con muchos interrogantes

El pasado 6 de julio se reconoció la primera cooperativa de medicamentos derivados del cannabis y la coca en el departamento del Cauca, Colombia. Esta cooperativa está integrada por 52 socios y se dedicará a cultivar, producir y comercializar productos medicinales derivados de la coca y la marihuana.

El pasado 6 de julio se reconoció la primera cooperativa de medicamentos derivados del cannabis y la coca en el departamento del Cauca, Colombia. Esta cooperativa está integrada por 52 socios y se dedicará a cultivar, producir y comercializar productos medicinales derivados de la coca y la marihuana.

La presentación de la cooperativa se realizó con la presencia de altos funcionarios del gobierno colombiano, como el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, quien manifestó que el lanzamiento de esta cooperativa es un gran paso hacia la paz en Colombia. Esto se debe a que la cooperativa se enmarca en el “posconflicto”, ya que se basa en el decreto 2467 de 2015, que fue aprobado en el marco de los acuerdos de La Habana entre las FARC-EP y el gobierno de Juan Manuel Santos, en el punto de acuerdos sobre cultivos ilícitos.

El Decreto 2467 es el primero que regula la legalización del cultivo, producción y comercialización de la semilla del cannabis y sus derivados, “destinados a fines estrictamente médicos y científicos”. Caucannabis apunta a ser la primera entidad en conseguir la licencia de obtención de semillas y de cultivo.

Sin embargo, el modo en que se realiza esta legalización está atravesado por múltiples contradicciones. Éstas se manifiestan específicamente en el Cauca, donde se concentra la mayor parte de la producción, debido a los abultados precios que el narcotráfico paga por estos cultivos frente a la depreciación absoluta y cada vez más profunda de otros rubros como café, frijoles y yuca. Una de las incógnitas es cuál será la diferencia de precio que la cooperativa pagará la producción con respecto al precio altísimo que paga el narcotráfico.

Al mismo tiempo, este territorio tiene una fuerte presencia de fuerzas paramilitares vinculadas al narcotráfico y de fuerzas militares estatales. Estas últimas se dedican a apresar a campesinos por cultivos ilícitos aplicando la ley 30, mientras las estructuras ilegales permanecen casi intactas. En este sentido, el decreto 2467 establece que los antecedentes por tráfico de drogas elimina la posibilidad de acceder a la licencia para el cultivo o producción de cannabis, excluyendo a muchos campesinos.

Por otra parte, el Cauca también es la región de Colombia con mayor población indígena, quienes tienen un conocimiento ancestral sobre el cultivo y uso de la plantas que consideran sagradas, como la coca. Pero ninguno de los 20 cabildos indígenas que conforman el gobierno de esta población se ha sumado a Caucannabis debido al riesgo de mercantilización y privatización del cultivo que estos cambios pueden traer.

El negocio del patentamiento de semillas y la introducción de multinacionales en su producción y comercialización es el principal problema dentro de lo que, a primera vista, parece un avance. Esta línea es alentada por el alcalde de Corinto, Edward García, que estuvo presente durante el acto de lanzamiento de Caucannabis, declaró recientemente a este municipio del Cauca como “territorio moderno”, lo que habilita a empresas multinacionales a desplegarse con mayores facilidades en ese territorio. García afirmó que “no hay que tenerle miedo al mercado internacional, de hecho ya hemos hablado con algunas empresas canadienses”. En este marco, la multinacional candiense PharmaCielo fue la primera en obtener la licencia para la producción y transformación de los derivados del cannabis.

Existen, además, una serie de obstáculos para que los campesinos accedan a las licencias que se basan en argumentos económicos. Esto quedó establecido mediante la resolución 1816 de 2016, que crea “condiciones diferenciadas” para el acceso a las licencias. El riesgo del patentamiento de las semillas implica su privatización y control por empresas multinacionales y la potencial eliminación de la participación del campesinado en estos cultivos.

Por otro lado, el lanzamiento de Caucannabis se inscribe en el marco de la finalización de los Acuerdos de Paz con las FARC-EP. Por eso, aunque todavía es apresurado lanzar conclusiones sobre esta experiencia, Caucannabis se pone en el centro de la atención para analizar el alcance concreto de los acuerdos en el marco del posconflicto, en una de las regiones y poblaciones más afectadas en Colombia durante las últimas décadas.

 

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