24 julio, 2016
Eugenio Raúl Zaffaroni: «En Argentina se acabó la república»
El ex juez de la Corte Suprema dialogó con el economista Itai Hagman en la primera edición de Diálogos Urgentes y brindó su mirada sobre la actualidad argentina, el gobierno nacional, la necesidad de una reforma institucional y la disputa por el derecho.

El ex juez de la Corte Suprema dialogó con el economista Itai Hagman en la primera edición de Diálogos Urgentes, un programa donde el dirigente de Patria Grande debate con distintas personalidades sobre la nueva etapa política que vive el país. En esta ocasión Zaffaroni brindó su mirada sobre la actualidad argentina, el gobierno de Mauricio Macri, la necesidad de una reforma institucional y la disputa por el derecho.
Colonialismo y fragilidad institucional
“Estamos en una etapa de colonialismo avanzado», aseguró el jurista y explicó que este es impulsado por «las corporaciones transnacionales que son las que tienen el poder en este momento». En este sentido detalló que esta nueva forma de dominación «entra por una vía distinta» ya que «no aparece un general, sino que directamente ingresa por la fragilidad de los aparatos institucionales de nuestros países» como sucedió, por ejemplo, en Brasil.
Respecto al caso argentino Zaffaroni ejemplificó: «Hay un presidente que reparte la copaticipación federal y extorsiona a los gobernadores. Los gobernadores extorsionados por el Poder Ejecutivo pesan sobre sus legisladores, entonces el Ejecutivo manipula el Congreso y a través del Senado nombra a la cúpula del Poder Judicial». «Se acabó la república», sentenció.
«Si por 400 mil votos de diferencia alguien puede manejar los tres poderes del Estado nuestra estructura institucional tiene una falla grave”, opinó.
Para el ex integrante del máximo tribunal se perdió la oportunidad de proponer una reforma institucional aprovechando «la mayoría que se tuvo en un momento dado». No obstante aclaró que esto no es un «pase de facturas» sino que es una omisión que está dada porque «los movimientos populares tienen poca confianza en el derecho; los pueblos no tienen confianza en el derecho». Y en esto «tienen razón» porque «cada vez que le mencionaron el derecho, la democracia, la libertad, las garantías, fue para estafarlos”.
“El principio de que el derecho es el instrumento de las clases dominantes era de Carlos Marx en el siglo XIX y tenía razón», aseguró Zaffaroni pero consideró que «hoy la cosa cambió». Porque en el siglo XX se hizo un genocidio en Europa «donde las víctimas tenían la misma carencia de melanina que los poderosos. Entonces se asustaron todos y empezó el asunto de los Derechos Humanos”.
Por eso actualmente en el derecho «hay un campo de lucha». «Tenés que pelear en ese campo porque si no te queda la violencia. En la violencia aunque ganes perdés, porque la mayor cantidad de víctimas siempre las ponen los más débiles”, dijo.
El genocidio por goteo
“Uruguay, nosotros y Chile nos venimos salvando, pero el resto de la región se caracteriza por dos cosas y es que somos campeones de dos índices: los de homicidio y los coeficientes de Gini (injusticia en el reparto de la riqueza)», expresó el juez.
En concreto la región tiene «coeficientes de Gini más altos que África. África es más pobre pero menos desigual”. Asimismo “de los 24 o 25 países que pasan los 20 homicidios cada 100 mil al año, 19 están en América Latina”, añadió.
Sin embargo “el subdesarrollo produce otros muertos» que se deben a «carencias alimentarias, sanitarias, inadecuación de los medios de transporte, inseguridad laboral». «Si sumás todos esos muertos, tenemos un Hiroshima y Nagasaki regularmente. Eso llamo genocidio por goteo”, subrayó Zaffaroni.
«Nuestro Estado no se preocupa por matar» sino que «fomenta las contradicciones entre los excluidos». Y mientras «se maten entre ellos» no solo «les ahorra el trabajo» sino que estos sujetos tampoco pueden «concientizarse y tener protagonismo político”.
¿Quiénes son los verdaderos liberales?
Consultado sobre la contraposición entre «populismo» y «liberalismo» que emergió nuevamente en el siglo XXI Zaffaroni aclaró que es «populista» y no lo considera un estigma. “Si no fuera por los populismos ¿cuántos de nosotros sabríamos leer y escribir?”, se preguntó.
De todas formas convocó a “recuperar un discurso» y no permitir «que ellos sean los monopilzadores del liberalismo».
“¿Quiénes fueron menos liberales en América Latina? ¿Los populistas o los gorilas?», se preguntó y enfatizó: «Por decirlo más brutalmente ¿quién se cagó más en la república, en la Constitución, en las garantías? Ellos”. Para el magistrado “la clase dominante usó el liberalismo pero no lo practicó nunca». La ideología de la clase dominante argentina «era spencereana, no era liberal. Era racista», insistió.
En ese sentido instó a «realizar una refundación institucional del país” cuestionando la consigna «vamos a volver». «No vamos a volver porque no nos fuimos», aseguró y analizó que «los pueblos no se quedan quietos» por eso es tiempo de pensar qué pasó y «cómo seguir adelante».
Zaffaroni explicó que esta nueva institucionalidad no debe ser pensada por «los eximios constitucionalistas y los juristas» sino que «tiene que ser el pueblo. Porque estas son cuestiones políticas y eso hay que poder discutirlas entre todos».
“A mi juicio hay que empezar a reforzar la institucionalización desde abajo, desde las manifestaciones terciarias del Estado. ¿Con quién está el ciudadano común en contacto? ¿Qué percepción tiene del Estado? La primera directa que tiene es con el Municipio. Entonces empezá a democratizar por ahí”, propuso.
Finalmente recordó que quién comenzó «el proceso de elitización» en Argentina fue Bernardino Rivadavia y lo hizo suprimiendo los cabildos que si bien «no eran muy democráticos» eran una manifestación local. «Hay que rearmar los cabildos», concluyó.
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