Derechos Humanos

29 junio, 2016

Un nuevo nieto recuperó su identidad

Abuelas de Plaza de Mayo anunció que un nuevo hijo de desaparecidos recuperó su identidad. José Luis Maulín Pratto se suma con el número 120 al listado de nietos con identidad restituida.

Abuelas de Plaza de Mayo anunció que un nuevo hijo de desaparecidos recuperó su identidad. Se suma con el número 120 al listado de nietos con identidad restituida.

Se trata de José Luis Maulín Pratto, quien -de acuerdó a lo que detalló el organismo de derechos humanos, conoció su identidad en 2009, pero la Justicia federal de Santa Fe aún no le restituyó su verdadera filiación ni su nombre. Luego de conocer los detalles de la historia, Abuelas decidió incorporarlo al listado de nietos que recuperaron su identidad.

La organización presidida por Estela de Carlotto brindó una conferencia de prensa en la que difundió información sobre el caso y le dio «la bienvenida como Nieto 120». El joven estuvo presente durante el acto, acompañado Carlotto y sus hermanos biológicos, Walter y Gisela.

La justicia santafesina no reconoce la verdadera identidad de José Luis, a pesar de que en 2009 se comprobó gracias a estudios de ADN, que era hijo de Rubén Maulín, militante del PRT, y Luisa Pratto.  En octubre de 1976, según informó Télam, ambos fueron secuestrados en Reconquista, Santa Fe, por una patota de la III Brigada Aérea y sometidos a torturas y violaciones en el caso de Luisa, mientras estaba embarazada de cuatro meses.

José Luis nació en marzo de 1977 en una clínica privada, y fue entregado al matrimonio conformado por José Angel Segretín y Cecilia Góngora, civiles vinculados a la Fuerza Aérea. Fue inscripot por su apropiadores en el registro civil bajo el nombre de José Luis Segretín con un acta de nacimiento falsificada, firmada por la doctora Elsa Nasatsky de Martino.

Un dato distintivo del caso es que sus padres biológicos recuperaron su libertad y están vivos. En 2009, gracias a una intensa búsqueda de su hermana Gladys, se reencontraron.

Tras escuchar en la radio un relato de Luisa, su verdadera madre, y ya consciente de no ser hijo biológico de sus apropiadores, tomó contacto con su familia y en en 2009 viajó a Buenos Aires para realizarse estudios en el Banco Nacional de Datos Genéticos donde se acreditaron sus vínculos familiares.

La semana pasada comenzó en Santa Fe el juicio por su apropiación. En él están imputadas la apropiadora Cecilia Góngora -su apropiador falleció- y la médica que atendió el parto, Elsa Nasatsky de Martino. También estaba acusado el jefe de la Base de la III Brigada Aérea de Reconquista, Danilo Sambuelli, pero falleció en 2014.

En mayo José Luis entregó un escrito al Tribunal: «Soy José Luis Maulín, pero estoy obligado aún a nombrarme como José Luis Segretín», decía. Y sumaba «la congoja y la desdicha» de portar una identidad que no le es propia y «ser víctima de un delito que se cometió hace 38 años, pero que se repite cada día». Incluía dentro del delito la identidad de sus propios hijos de 12 y 16 años quienes no pueden llevar el verdadero apellido de su padre.

«Se trata de otro caso de sustracción, ocultación y falsificación de identidad de un bebé en el marco del terrorismo de Estado, como todos los de nuestros nietos y nietas apropiados», indicaron desde Abuelas de Plaza de Mayo.

Estela de Carlotto atribuyó la negativa del Poder Judicial santafesino a que los apropiadores son civiles. «Se trata de una cuestión política e ideológica que intenta tapar la complicidad civil con el terrorismo de Estado». Desde Abuelas exigieron la pronta restitución de la filiación a José Luis.

Foto: Abuelas de Plaza de Mayo

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas