América Latina

28 junio, 2016

Impeachment: informe a favor de Dilma preocupa a Temer

La Comisión Especial de Impechment (CEI) del Senado brasileño concluyó que no existen pruebas que vinculen a la presidenta Dilma Rousseff, apartada de su cargo, con el caso de “pedaleo fiscal” que se le acusa. De los cinco cargos que inicialmente se le imputaron, ya se descartaron dos.

La Comisión Especial de Impechment (CEI) del Senado brasileño concluyó que no existen pruebas que vinculen a la presidenta Dilma Rousseff, apartada de su cargo, con el caso de “pedaleo fiscal” por el que se le acusa. De los cinco cargos que inicialmente se le imputaron, ya se descartaron dos.

La presidenta Dilma Rousseff fue separada de su cargo por 180 días el pasado 12 de mayo, luego que el Senado diera lugar a las acusaciones que se le imputan por irregularidades en el manejo de fondos del Estado. A partir de ese momento comenzó el juicio político en su contra, cuya etapa de alegatos finaliza este miércoles 29 de junio. Más de 30 testimonios fueron escuchados durante este período, incluyendo el informe presentado por un equipo de peritos en el marco de la CEI.

Este informe, presentado el 27 de junio ante la Secretaría General del Senado de Brasil, determina que Dilma Rousseff es inocente en los cargos que se le acusan por “pedaleo fiscal” con recursos del Estado. El documento tiene 223 páginas y fue elaborado por tres peritos que coinciden en que no existen vínculos entre la presidenta y una acción de “pedaleo” fiscal entre el Tesoro Nacional y el Banco de Brasil. Dilma está acusada por haber emitido cuatro decretos presidenciales que debían ser autorizados por el Poder Legislativo y por una maniobra de “pedaleo fiscal”.

El “pedaleo fiscal” o “pedaleo impositivo” (“pedalada fiscal” en portugués) es un término que se utiliza para referirse a aquellas operaciones presupuestarias del Tesoro Nacional que no están previstas dentro de la legislación, y que permite atrasar el pago a los bancos con el objetivo de aliviar la situación fiscal del gobierno. Esta acción se ha practicado por todos los gobiernos desde 1985.

Los peritos concluyeron que no se encontraron acciones directas por parte de la jefa de Estado que hayan contribuido al atraso del pago de 3,5 mil millones de reales del Tesoro Nacional brasileño al Banco de Brasil. El dinero pertenecía a pagos del Plan de Cosecha, que son créditos para los agricultores.

Los técnicos investigaron además cuatro decretos suplementarios que habilitaban modificaciones crediticias por 3,5 millones de reales. Las conclusiones arrojaron que tres de ellos son irregulares porque no cumplen con los criterios previstos por la Ley de Presupuesto Anual 2015. Estas modificaciones debieron tener autorización previa del Congreso Nacional, cosa que no ocurrió.

En conclusión, según el peritaje Dilma es inocente del caso de “pedaleo fiscal” y, por lo tanto, no ha incurrido en un “crimen de responsabilidad” como se le ha acusado. Aún queda proseguir investigando los tres decretos mencionados. No obstante, el debate técnico sobre si el Congreso debía autorizar estos decretos o no, permanece abierto.

Vale recordar que Rousseff no fue acusada por corrupción o por robar recursos del Estado, como así tampoco por haber recibido coimas o por lavado de dinero. Por el contrario, muchos de los legisladores que la inculpan sí están procesados por delitos de este tipo, incluyendo al propio Michel Temer, actual presidente interino.

Temer: sin apoyo popular, negocia votos

Por su parte, el presidente interino se encuentra llevando adelante acciones desesperadas en búsqueda de los votos necesarios para declarar culpable a Rousseff. Son incesantes las reuniones, almuerzos, cenas, viajes y llamadas telefónicas en el Palacio de Planalto.

En recientes declaraciones a la prensa, el senador Roberto Requião (del PMDB, su mismo partido) manifestó: «Temer está comprando la bancada. Es una compra explícita de apoyo». Según la información publicada el domingo 26 de junio en Estadão, que fue brindada por Requião, las negociaciones son gigantescas e incluyen cargos políticos, empresas estatales, bancos públicos y propiedades. En ellas están vinculadas el senador y ex futbolista Romario y el senador y ex presidente de Cruzeiro, Zezé Perrella, entre muchos otros.

La búsqueda desesperada de Temer se produce porque aún debe conseguir los 15 votos faltantes para alcanzar los 54 necesarios, en su objetivo de declarar culpable a Rousseff. Sin embargo, Requião dejó entrever que por el otro lado son 30 los senadores que votarían por la inocencia de Rousseff si ella se compromete a realizar un referéndum para que la población decida si deberán haber nuevas elecciones antes de fin de año.

En este contexto, el Instituto Ipsos reveló que el presidente interino es rechazado por el 70% de la población, considerando encuestas de la primera quincena de junio. Los principales motivos del rechazo se vinculan a la falta de políticas que combatan al desempleo, el recorte del programa «Mi casa, mi vida» y «Bolsa familia», la agudización de la crisis política, la corrupción y la inflación.

Como presidente interino, Temer pareciera dedicarse a negociar contra el tiempo -no sólo votos, también leyes de ajuste- y eso repercute en su popularidad. Pero sabe que su posibilidad de gobernar no radica en los votos, sino en los artilugios finos de la democracia representativa, tanto dentro como fuera de sus reglas. Los plazos hacia el fines de agosto, momento en que debe concluir el juicio, se achican.

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

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