22 junio, 2016
Los jueces ratificaron su rechazo a pagar ganancias
El debate sobre el pago del impuesto a las ganancias sumó ayer un nuevo capítulo. En el Palacio de Tribunales, y convocados por la Corte Suprema, se reunieron magistrados, fiscales y defensores de todo el país para unificar su postura contra el tributo.
El debate sobre el pago del impuesto a las ganancias sumó ayer un nuevo capítulo. En el Palacio de Tribunales, y convocados por la Corte Suprema, se reunieron magistrados, fiscales y defensores de todo el país para unificar su postura contra el tributo.
Tan ecuánime ella, la ley que regula el impuesto a las ganancias no prevé en la actualidad la exclusión de los jueces. Fueron en realidad los propios magistrados, a través de sus jefes supremos, los que dijeron que no, que ellos no iban a pagar el impuesto que sí pagaban los demás.
Fue en 1996, exactamente el 11 de abril. Con la firma de la mayoría de los entonces miembros de la Corte Suprema, la acordada 20/96 contradijo la ley del Congreso y consideró que el hecho de obligarlos a pagar el impuesto violaba la inmunidad de sus sueldos garantizada por la Constitución.
Los que conformaron esa mayoría fueron Carlos Fayt, Julio Nazareno, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano, Eduardo Moliné O´Connor y Gustavo Bossert. De los seis, cinco continúan con vida, pero ninguno se mantiene como juez del máximo tribunal.
Sin embargo, al cumplirse el vigésimo aniversario de la famosa acordada, el tema no pierde vigencia, sino todo lo contrario. Ayer, diversos representantes del Poder Judicial se reunieron en Tribunales para rever la postura del conjunto. Y así, tras una hora de reunión, luego de reverla, la confirmaron: rechazaron pagar el impuesto a las ganancias de manera unánime.
Protestas y argumentos
Antes de la reunión, apenas lanzada la convocatoria, todo parecía indicar que los miembros del Poder Judicial aceptarían empezar a pagar el tributo. Prueba de ello es que entre los convocados figuraba incluso el propio titular de la AFIP, Alberto Abad, quien supuestamente explicaría el modo de hacer efectivo el cambio.
A la misma conclusión, al parecer, arribó la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), uno de los sindicatos que representa a los trabajadores del sector, quienes tampoco están alcanzados por el impuesto. Ante la posibilidad de nuevos cambios, un acto masivo de la UEJN se hizo escuchar en la puerta de Tribunales rechazando la medida.
Sin embargo, la unidad finalmente quedó sellada. Unos por defender la premisa básica de que el salario no configura una ganancia en términos impositivos, otros por defender su sueldo de magistrados. En suma, todos rechazan pagar el impuesto.
Al respecto, el argumento central que vienen esgrimiendo los jueces desde hace décadas es que la Constitución, en su artículo 110º, garantiza la intangibilidad de sus ingresos. Y puesto que el tributo afecta precisamente a estos, el gravamen entraría en contradicción constitucional.
Del otro lado, naturalmente, están quienes consideran que la excepción autoproclamada por los jueces constituye un privilegio respecto a los demás trabajadores y que de ninguna manera un impuesto afecta la tan mentada intangibilidad.
Sea como sea, lo cierto es que el profuso debate cuenta hoy con un ingrediente nuevo: Horacio Rosatti, recientemente designado miembro de la Corte Suprema, quien ya anunció que está a favor del pago y que así procurará que se efectivice.
Al final de cuentas
No está claro, sin embargo, quién tiene la última palabra. No parece posible que una nueva ley intente forzar el pago de los jueces; menos si se tiene en cuenta que la UCR históricamente estuvo en contra de ello y que el PRO no querrá abrir un nuevo frente de batalla contra la Corte.
Tampoco, por cierto, parece ahora el máximo tribunal, en su nueva conformación, muy predispuesto a debatir nuevamente el asunto. Si de algo les sirvió la reunión celebrada en el Palacio de Tribunales fue justamente para dar una imagen de fortaleza y unidad. Si todos los jueces todos están en contra de pagar el impuesto, quien quiera presionarlos sabe ahora que encontrará una firme resistencia del otro lado.
Por lo pronto, sin mucho detalle al respecto, resolvieron armar una comisión de trabajo para continuar debatiendo el asunto. Básicamente, como más o menos viene sucediendo desde aquel 11 de abril de 1996.
Federico Dalponte – @fdalponte
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.