América Latina

19 junio, 2016

México: reforma educativa, represión policial y tres asesinatos

Tres personas fueron asesinadas durante una protesta docente en la madrugada del domingo 9 de junio en Oaxaca, México. Los maestros, que se oponen a la reforma educativa de Peña Nieto, bloqueaban la entrada a una refinería y fueron reprimidos con armas de fuego por oficiales de la policía nacional y estadual.

Tres personas fueron asesinadas durante una protesta docente en la madrugada del domingo 9 de junio en Oaxaca, México. Los maestros, que se oponen a la reforma educativa de Peña Nieto, bloqueaban la entrada a una refinería y fueron reprimidos con armas de fuego por oficiales de la policía nacional y estadual.

Desde hace varias semanas, los docentes de la 22 sección de Oaxaca, agremiados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), mantienen fuertes protestas contra la reforma educativa impulsada por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

En la noche del 18 de junio, un grupo de efectivos policiales se enfrentaron a docentes de la CNTE quienes bloqueaban el acceso principal al puerto de Salina Cruz, Oaxaca. La represión se inició cuando los docentes buscaban incrementar el bloqueo que mantenían desde el lunes 13 de junio sobre el acceso de la refinería Antonio Dovalí Jaime, única que produce gasolina premium en el país.

El ataque policial, que duró más de cuatro horas, se prolongó hasta entrada la madrugada. Cuando cayó la noche, el trabajo de los policías se dificultó, con lo que fueron apoyados por un helicóptero que iluminaba a los manifestantes y facilitaba su aprehensión.

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Durante la mañana, la represión continuó sobre la carretera federal 190 Oaxaca-México, a la altura de Asunción Nochixtlán, región de la Mixteca. Allí, 800 efectivos policiales arrojaron gases lacrimógenos y balas de goma contra un bloqueo de 500 docentes y pobladores que se acercaron a apoyarlos.

Los vecinos en el lugar de los hechos afirmaron que hubieron al menos 60 heridos de bala y golpes durante los enfrentamientos con la policía.

Durante la tarde del domingo 19 de junio, en conferencia de prensa desde México D.F., los docentes informaron que recibieron reportes de tres personas muertas debido a disparos con arma de fuego por parte de uniformados durante la represión. Sólo dieron el nombre de dos de ellos: Andrés Aguilar, de 25 años de edad y Yadith Jiménez, de 28 años.

Los profesores exigieron, una vez más, al gobierno de Enrique Peña Nieto la instalación de una mesa de diálogo para resolver la problemática generada por la implementación de la reforma educativa, y exigieron la libertad de “todos los presos políticos y de conciencia”, tanto de la CNTE como de otras organizaciones sociales.

El sábado 18 de junio, el juzgado quinto de distrito en materia penal del estado de Oaxaca dictó prisión formal al secretario general de la CNTE en Oaxaca, Rubén Núñez Ginez, quien se encontraba detenido desde hace algunos días, por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Esta detención se suma a la de Francisco Villalobos Ricardez, secretario de organización de la CNTE, quien está acusado del delito de robo de 10 mil libros y tentativa de homicidio.

En Oaxaca, los docentes mantienen bloqueados al menos unos cuatro ingresos más al puerto de Salina Cruz –donde se encuentra la refinería- y más de una decena de bloqueos de rutas en todo el estado desde el pasado 13 de junio. También mantienen cortes en al menos tres accesos a la ciudad de Oaxaca.

Movilización nacional contra la reforma educativa

El viernes 17 de junio, en la ciudad de México, se llevó adelante una masiva marcha convocada por la CNTE y acompañada por el movimiento estudiantil. La exigencia fue el cese de todo acto de represión y el establecimiento de una mesa de diálogo donde participen los docentes, de cara a la reforma educativa que busca imponer el presidente Peña Nieto, sin participación de la comunidad educativa.

La reforma educativa fue propuesta por Peña Nieto desde el año 2013. Sin embargo, el presidente ha definido reimpulsar la medida hace algunas semanas, mediante su secretario de Educación, aunque es rechazada por introducir elementos como un sistema obligatorio de evaluación y calificación docente, mediante el cual se establecerán los salarios y los cargos.

Si bien llegaron al centro del país más de 4 mil docentes de los estados de Chiapas, Guerrero, Guanajuato, Oaxaca, alrededor de treinta micros que transportaban docentes hacia México D.F. fueron detenidos en los puntos de control policiales, impidiéndoles llegar a la movilización. No obstante, una nutrida participación de docentes locales y del movimiento estudiantil logró una convocatoria de más de 14 mil personas.

La movilización inició frente al monumento al Ángel de la Independencia y fue encabezada por docentes, académicos e intelectuales como Ana Esther Ceceña, Elsie Rockwell, Antonia Candela, Alberto Arnaut, Hugo Aboitez, Tatiana Coll y John Ackerman, entre otros.

Frente a la embajada de Estados Unidos, un grupo del CNTE se desvió para realizar una denuncia. José Antonio Altamirano, integrante de la dirección política de la CNTE, afirmó: «Acudimos para exigir que México deje de seguir los dictados del imperialismo y de los organismos multinacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que impulsan la privatización de la educación pública».

La movilización fue bloqueada por vallas policiales que le impidieron arribar al Zócalo, centro político de la capital mexicana, donde se leería el documento final. Ante esta imposibilidad, los miles de docentes y estudiantes movilizados realizaron un plantón sobre la Avenida Juárez, donde se leyó la proclama. También participaron y llevaron su solidaridad con los docentes, los amigos y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

El documento denunció “la brutal represión que desde el gobierno federal se está aplicando contra los maestros y maestras de México”. “Pensamos que las autoridades deben apostar al diálogo, reconociendo las justas demandas del movimiento magisterial, y no a la fuerza para solucionar éste y cualquier otro conflicto, sobre todo en un país marcado por la violencia y la impunidad”, agrega el texto, que fue firmado por Pablo González Casanova y el obispo Raúl Vera, entre otros.

Foto: La Jornada

 

 

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