6 junio, 2016
Crece la tensión entre Bolivia y Chile por la salida marítima
El viernes 3 de junio se conoció públicamente el aumento de la tarifa portuaria sobre los cargamentos de las empresas mineras bolivianas en el puerto de Antofagasta, en Chile. Este conflicto, que fue dado a conocer a través del vicecanciller del Estado Plurinacional de Bolivia, Juan Carlos Alurralde, se enmarca en la creciente tensión entre Bolivia y Chile por las aguas del Silala.

El viernes 3 de junio se conoció públicamente el aumento de la tarifa portuaria sobre los cargamentos de las empresas mineras bolivianas en el puerto de Antofagasta, en Chile. Este conflicto, que fue dado a conocer a través del vicecanciller del Estado Plurinacional de Bolivia, Juan Carlos Alurralde, se enmarca en la creciente tensión entre Bolivia y Chile por las aguas del Silala.
Alurralde informó a los medios de comunicación, el pasado 3 de junio, que la tarifa aplicada por la Empresa Portuaria de Antofagasta (EPA) fue incrementada unilateralmente sin consenso ni diálogo con las autoridades y empresarios bolivianos.
Esta tarifa, que en 2004 alcanzaba los 1,87 dólares, en el 2015 ese costo alcanzó los 7,64 dólares. El vicecanciller junto al presidente de la Cámara Boliviana de Exportadores, Guillermo Pou Munt, denunciaron que en el puerto de Antofagasta existe un «trato discriminatorio» hacia Bolivia.
Por este tema, el Gobierno boliviano ha acusado a Chile de vulnerar el Tratado de 1904, que fijó los límites territoriales tras la Guerra del Pacífico (1879) y le quitó a Bolivia el acceso territorial al mar. Este Tratado, por otro lado, afirma que Chile reconoce a favor de La Paz «el más amplio y libre derecho de tránsito» por los puertos.
Sin embargo, Alurralde sostuvo que Chile está incumpliendo el citado tratado y una decena de acuerdos bilaterales de «comercio y libre tránsito que trascienden 1904».
El presidente Evo Morales se expresó así sobre el tema el pasado sábado 4 de junio a través de su cuenta Twitter @evoespueblo:
#Chile continúa vulnerando Tratado de 1904 al subir unilateralmente tarifa de exportaciones portuarias. Decisión injusta y discriminatoria.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) June 4, 2016
Y agregó otros tuits en los que manifestaba: «Un Estado que no respeta tratados es un Estado que desconoce el derecho internacional» y «Los gobiernos de #Chile no respetaron históricamente, ni respetan, a sus vecinos».
El gobierno boliviano presentó notas de queja ante el gobierno chileno y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), aunque todavía no obtuvo respuestas. Alurralde manifestó: «Siempre respetuosos de nuestra cultura del diálogo, queremos y debemos agotar la vía diplomática». Y agregó que, de agotarse la vía de Aladi y en el caso que Chile no responde a las notas y no convoque al mecanismo de consultas diplomáticas -cancelado por ese país en 2010-, y «si Chile continúa en esta actitud soberbia de poco diálogo, de poca comunicación, recién se van a ver los otros mecanismos».
Los funcionarios del gobierno boliviano no descartan que uno de esos mecanismos sea la Organización Mundial del Comercio (OMC), «porque el trato discriminatorio es inmediata causa de un panel» ante ese organismo, añadió el vicecanciller.
Alurralde también advirtió que su país no aceptará «ningún cambio nuevo de sistema, ningún incremento de tarifas, ni ninguna tecnología que se imponga de manera unilateral, vertical y discriminatoria» en los puertos chilenos.
«Es un mensaje que lo estamos dando ahora a los operadores privados de Chile, no vamos a aceptar nada que no se decida bilateralmente como mandan los tratados», agregó.
Aguas del Silala
Este conflicto se enmarca en un pleito que sostienen Bolivia y Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en relación a una sostenida demanda boliviana por la restitución del derecho de acceso al Pacífico, perdido en la Guerra del Pacífico de 1879.
En este marco, Bolivia denunció a Chile hace poco más de dos meses por el uso indebido que ese país hace sobre las aguas del río Silala, cuyas afluentes nacen en el departamento boliviano de Potosí. En ese momento, el gobierno boliviano formó una «Dirección de Defensa del Silala» que preparó la demanda internacional y que busca generar canales institucionales que permitan reafirmar la soberanía boliviana sobre sus recursos naturales.
Por su parte, la presidenta chilena Michelle Bachelet, anunció el lunes 6 de junio que contrademandará a Bolivia sobre el Silala, exigiendo que la CIJ de La Haya se pronuncie a favor de Chile y reconozca al río como un «río internacional».
«El Silala es un río que se utiliza hace mil años», argumentó la presidenta Bachelet. Por su parte, el gobierno boliviano que inició un litigio en la CIJ de La Haya sobre el Silala el 23 de marzo, argumenta que el manantial Silala nace en Bolivia, en la localidad de Quetena en Potosí, y fue desviado artificial e ilegalmente por Chile.
Evo Morales se refirió al respecto y respondió a la demanda chilena a través de un tuit:
Si las autoridades de #Chile tienen valores deberían preguntar a La Haya a quién pertenece los manantiales del Silala.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) June 6, 2016
Lo cierto es que el conflicto por la salida legítima de Bolivia al océano Pacífico se enmarca en una disputa continental por la soberanía sobre los recursos naturales. Bolivia, el único país que no posee litoral marítimo junto a Paraguay en América del Sur, inició los litigios internacionales por esta demanda histórica el 24 de abril de 2013 tras presentar su primera acción jurídica sobre Chile en la Haya. Esta demanda, no obstante, lleva más de 135 años de reclamo por los 400 kilómetros litoral marítimo boliviano, apropiado por Chile mediante las armas y sobre el que nunca existió una resolución pacífica.
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