América Latina

30 mayo, 2016

Comenzó el paro agrario en Colombia

El lunes 30 de mayo comenzó en Colombia la Minga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular, un paro agrario con fecha de finalización indefinida. Los campesinos se movilizan en rechazo a las políticas económicas del gobierno de Juan Manuel Santos y denuncian el crecimiento del paramilitarismo y una escalada de asesinatos contra dirigentes sociales.

“Nos oponemos a las políticas gubernamentales que responden a los Tratados de Libre Comercio (TLC) y que se expresan en el Plan Nacional de Desarrollo, que pone en venta los recursos estratégicos de la Nación, las empresas públicas, los bienes energéticos, el agua, y distribuye de manera inequitativa la tierra”, manifestó Robert Daza, vocero de la Cumbre Agraria, en una conferencia de prensa brindada pocas horas antes de iniciar el paro.

Otros de los motivos de la protesta son las denuncias frente al creciente movimiento y accionar del paramilitarismo en los territorios rurales de Colombia. “Nuevamente el paramilitarismo y las fuerzas oscuras están asesinando a nuestros líderes y lideresas en el país. Más de 70 campesinos, campesinas, indígenas y afros van asesinados en lo corrido de este año”, agregó Daza.

La Cumbre Agraria es una articulación entre organizaciones campesinas que se gestó durante las movilizaciones campesinas de 2013, una de las más importantes en la historia colombiana. Estas movilizaciones habilitaron la creación de la Mesa Nacional Agraria y Popular de Interlocución y Acuerdo (MIA), con la que el gobierno de Juan Manuel Santos debió sentarse a escuchar las exigencias de la población campesina.

No obstante, casi tres años después, y con paros agrarios todos los años, las organizaciones campesinas nucleadas en la Cumbre Agraria manifiestan que “no se ha cumplido ni el 30% de los acuerdos”. Por lo tanto, los reclamos por los cuales se han movilizado en 2013, vuelven a ser el motivo de convocatoria y exigencia.

A este contexto se suman además los procesos de negociaciones de paz abiertos entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) como así también con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En este sentido, los campesinos y campesinas plantean que las políticas del gobierno de Santos obstaculizan los procesos de paz con las FARC-EP y el ELN.

Convocaron a la Minga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), la Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, como así también sindicatos y movimientos estudiantiles.

Inicio del paro y represión

Bajo lemas como “Minga Agraria a la calle: nunca más un país sin nosotros” y  “Sembramos esperanza y cosechamos país”, miles de personas se movilizaron desde horas tempranas del 30 de mayo a los más de cien puntos de concentración en los diferentes departamentos colombianos como Antioquia, Santander, César, Chocó, Cauca, Norte de Santander, Nariño, Huila, entre otros.

En Valle del Cauca, las fuerzas policiales asesinaron a Willington Quibarecama Nequirucama, indígena de 26 años de edad que participaba de la movilización. Al buscar impedir el bloqueo de una ruta en el punto La Delfina, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) embistió con una tanqueta a dos personas que cayeron al vacío, debido a que se encontraban lindantes a un precipicio. Sólo uno de ellos logró salvarse. Esto se produjo luego de que las autoridades se habían comprometido a garantizar la realización de las manifestaciones en paz.

¿Por qué se ataca al campesinado en Colombia?

Muchos de los dirigentes campesinos e indígenas señalan que las políticas del gobierno tienen como objetivo «destruir a la población campesina». Actualmente, el 32% de la población vive en zonas rurales, uno de los índices más altos de América del Sur. Pero ese porcentaje excedía el 50% hasta la década de 1970.

El desarrollo del narcotráfico y, fundamentalmente, del paramilitarismo, ha producido una forzosa migración del campo a la ciudad. Más de 6 millones de colombianos y colombianas han sido desplazados por el conflicto.

Actualmente, el 70% de los alimentos que consume la población colombiana son producidos por campesinos y campesinas de ese país. La introducción de Tratados de Libre Comercio, como así también la instalación de multinacionales que saquean los recursos naturales, va en detrimento directo de la actividad económica rural y, por ende, de la subsistencia de uno de los sectores populares más importantes del país y la región.

Micaela Ryan – @LaMicaRyan

Foto: Congreso de los Pueblos

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas