30 mayo, 2016
El 55 y el presente
Por Ulises Bosia. En distintos momentos, los visitantes del papa Francisco lo escuchan trazar una analogía entre el revanchismo social de 1955 y la actualidad. ¿A dónde terminamos si le seguimos el juego a Francisco y completamos el paralelismo histórico?

Por Ulises Bosia. En distintos momentos, el último de los cuales se dio en oportunidad del viaje de Hebe de Bonafini, los visitantes del papa Francisco lo escuchan trazar una analogía entre el revanchismo social de 1955 y la actualidad. ¿A dónde terminamos si le seguimos el juego a Francisco y completamos el paralelismo histórico?
Las comparaciones históricas en general iluminan algunos aspectos de la realidad y al mismo tiempo oscurecen otros, en la medida en que las cosas nunca se repiten tal como fueron. Pero vale la pena seguirle la corriente a Francisco y trazar algunas hipótesis sobre las tendencias de nuestro presente.
Si bien el final de la experiencia nacional y popular en 2015 fue muy diferente del de la de 1955, una por la vía democrática, la otra mediante un golpe de Estado militar, en ambos casos los gobiernos llegaron debilitados por fracturas de sus frentes internos y por dificultades económicas.
El giro de Perón en busca de inversiones extranjeras a partir de su reelección en 1952 y el fallido Congreso de la Productividad de 1955 se emparentan con el intento de los últimos años de Cristina de reanudar los vínculos con el capital financiero internacional mediante los acuerdos con el Club de París, el cierre de causas en los tribunales del CIADI y la indemnización a Repsol.
Detrás de ambos casos se encuentra el final de una primera etapa de crecimiento económico en la que tanto trabajadores como empresarios lograron beneficiarse, lo que generó un cuello de botella en el que para que la clase trabajadora continuara manteniendo sus conquistas fuera necesario afectar la rentabilidad empresarial. Ante esta situación, ambos gobiernos mantuvieron una suerte de “empate social” que, lejos de alivianar tensiones, hizo que estas recrudecieran, y se produjera desconcierto y divisiones al interior del frente nacional y acumulación de fuerzas en el campo antipopular.
Macri y la Libertadora
“Bajo el falso pretexto de una crisis económica sin precedentes, está por consumarse la gran estafa a los intereses y a las aspiraciones de la nacionalidad”. Con estas palabras Arturo Jauretche denunciaba al Plan Prebisch hace sesenta años, y continuando con las analogías históricas, hoy es posible transcribirlas pensando en la política económica del macrismo.
El cambio que prometió el actual gobierno de CEOs justamente es el de construir un país atendido por sus propios dueños, algunos de residencia local y la mayoría mediante sus empleados en el país.
Si el general Lonardi inició la “Revolución Fusiladora” anunciando “ni vencedores ni vencidos”, el presidente Macri hizo campaña con un espíritu similar, que se sintetizaba en las promesas de mantener la Asignación Universal por Hijo, o no privatizar Aerolíneas, entre otras. Sin embargo, de la misma manera que en el ’55, ese espíritu pacificador duró poco y nada. En nuestro caso, con sólo asumir Macri dejó atrás esas promesas de campaña y se concentró en la aplicación de un shock neoliberal.
El ingreso de nuestro país al FMI en 1956 fue la forma en que aquella dictadura encaró el mismo “volver al mundo” que en la actualidad Cambiemos resolvió mediante la sumisión a los fondos buitres, en ambos casos argumentando que el capital extranjero no solamente es necesario para el país sino que además el endeudamiento externo no compromete la soberanía nacional.
Finalmente, la propia Cristina en la puerta de los tribunales de Comodoro Py trazó un paralelo histórico entre la persecución al peronismo, simbolizada por el famoso decreto 4161 de proscripción de marzo de 1956 y los procesos judiciales por corrupción contra funcionarios de aquel gobierno, con la más edulcorada persecución judicial y mediática actual y con la criminalización de dirigentes populares como Milagro Sala. La posibilidad de una eventual “proscripción” a Cristina bajo la forma de una inhabilitación para ejercer cargos públicos sería un paralelo más en esta historia.
Lo que vino después
En un contexto donde los principales cuadros políticos y sindicales peronistas no estuvieron a la altura de las circunstancias, con la mayoría de los sindicatos intervenidos y con Perón aislado, vencido y exiliado, se inició la resistencia peronista, que fue duramente enfrentada por la represión del Estado.
Al poco tiempo, el propio Frondizi, que accedió a la presidencia con el peronismo proscripto mediante un acuerdo con Perón, rápidamente dejó a un lado sus promesas nacionalistas de campaña y aplicó una política de fomento a la llegada de capitales extranjeros que supuso el disciplinamiento del movimiento popular.
No parece imposible que Massa u otro dirigente justicialista intente una jugada similar en nuestros tiempos, adoptando un ropaje “opositor” y “defensor de la industria nacional” buscando atraer a una parte de los simpatizantes del kirchnerismo, en el caso de que Cambiemos no logre consolidarse.
Asimismo, con el tiempo surgió la idea de un “peronismo sin Perón”, mediante el que distintos sectores políticos y sindicales peronistas pudieran integrarse al régimen de la época, en un juego abierto de resistencia e integración por el que transcurrió por muchos años la política nacional.
Fue un proceso lleno de idas y vueltas, de ascenso social y también de fuertes retrocesos, que con el paso de los años dio lugar a que una parte importante de la juventud y las clases medias politizadas se acercaran gradualmente al peronismo, impactados por la Revolución Cubana y por el auge de los movimientos de liberación nacional en todo el mundo.
Está por verse si la analogía histórica esbozada por Francisco se continúa hacia adelante. Por lo pronto, todavía es difícil decir que existe un proceso de resistencia al neoliberalismo, aunque hayamos visto en los últimos meses un clima de movilización popular defensiva. Y será muy interesante seguir los alineamientos y redefiniciones que irán ocurriendo el interior del campo popular.
@ulibosia
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.