26 mayo, 2016
Protestas y represión en Francia por la reforma laboral
Desde hace tres meses que se llevan a cabo protestas en todo el territorio francés contra la reforma laboral que impulsa el gobierno de François Hollande. Este jueves, en el marco de un paro y movilización de la Confederación General del Trabajo (CGT) la policía reprimió a los manifestantes.

Desde hace tres meses que se llevan a cabo protestas en todo el territorio francés contra la reforma laboral que impulsa el gobierno de François Hollande. Este jueves, en el marco de un paro y movilización de la Confederación General del Trabajo (CGT) la policía reprimió a los manifestantes.
La jornada estuvo signada por huelgas en varios sectores como la aviación comercial, puertos y la energía, que incluyó el paro de 16 centrales nucleares (que abastecen al 75% del país) y los trabajadores de la electricidad. A esto se sumó la paralización de las refinerías petroleras que produjo escasez de combustible en los depósitos y el sector ferroviario que había comenzado su cese de actividades un día antes.
En París, cuando la movilización que partió de la Plaza de la Bastilla estaba por culminar su recorrido en la Plaza de la República, las fuerzas de seguridad comenzaron a reprimir llevándose al menos 36 personas detenidas. La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Según la información del Ministerio del Interior, 77 personas fueron detenidas en todo el país, mientras que 15 agentes de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.
El secretario general de la CGT, Philippe Martinez, remarcó en el contexto de la octava jornada de movilización nacional que «mientras el gobierno se niegue a discutir, hay riesgos de que la manifestación se amplíe».
Desde esa central sindical se anunció la posibilidad de tomar acciones ante el inicio de la Eurocopa de fútbol, que se desarrollará en Francia entre el 10 de junio y el 10 de julio. La amenaza consiste en bloquear el acceso al partido inaugural en París si el gobierno no retira el proyecto de ley.
Más de 80 días de protestas
Las movilizaciones comenzaron el 9 marzo para exigir la eliminación definitiva del proyecto laboral y se han repetido a lo largo de las últimas semanas. Desde el gobierno aseguran que la iniciativa busca disminuir el desempleo que hoy se ubica en torno al 10%. Para esto se plantea una serie de medidas que flexibilizan las condiciones laborales haciendo más “económica” la contratación de empleados por parte de las empresas.
En ese sentido el primer ministro francés, Manuel Valls, apuntó que «la CGT no dicta la ley en este país» por lo que descartó la «retirada» del proyecto de ley.
El 31 de marzo, fecha en la que se iba a entregar el proyecto al Parlamento, las manifestaciones en toda Francia reunieron a 1,2 millones de personas. Ese mismo día se convocó, por primera vez, por redes sociales una vigilia pacífica en la misma Plaza de la República, bajo la etiqueta en Twitter #NuitDebout (la noche en pie).
Así durante varios días se realizaron asambleas y actividades. Cuando fueron desalojados por las fuerzas de seguridad, volvieron nuevamente a la noche siguiente. Actualmente el movimiento Noche en Pie se extiende a otras ciudades de Francia como Nantes, Rennes, Lyon y Toulouse, donde las personas se reúnen en plazas públicas.
Reforma y flexibilización
Reclamada desde hace tiempo por la Unión Europea y principalmente Alemania, la reforma del sistema laboral presentada por Hollande plantea una flexibilización de conquistas históricas de la clase obrera francesa.
Entre otros aspectos propone terminar con el horario laboral legal de 35 horas semanales. Y admite los despidos colectivos, con indemnizaciones rebajadas, en caso de “dificultades económicas” de las empresas. Para fundamentar los despidos colectivos, según el proyecto de ley, las compañías pueden aducir “descensos en pedidos o cifra de negocios”, “cambios tecnológicos” o “reorganizaciones para mantener la competitividad”.
Por otra parte, la legislación propuesta busca debilitar las negociaciones colectivas por rama, privilegiando los acuerdos en cada establecimiento de trabajo. “La primacía del acuerdo de empresa respecto al tiempo de trabajo pasa a ser el principio de derecho común”, dice el proyecto, dejando así menos protegidos a los empleados de pequeñas empresas con menor margen para negociar.
En el caso de las indemnizaciones, se había propuesto que las máximas pasaran de 27 a 15 meses para trabajadores con más de 20 años de antigüedad. Este artículo fue retirado por la presión sindical, sin embargo el resto del proyecto continúa vigente.
En palabras de Philippe Martinez, se trata de “una vuelta al siglo XIX” en términos de legislación laboral. No obstante, Valls insistió este jueves que el proyecto se aprobará en lo próximos meses a pesar de las protestas.
Fotos: EFE
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