24 mayo, 2016
CABA: los clubes de barrio y las dificultades para enfrentar el aumento de tarifas
El jueves pasado, la Legislatura porteña aprobó por unanimidad la adhesión a la Ley Nacional N° 27098 que fue sancionada en diciembre de 2014 y que regula el régimen de promoción de los clubes de barrio y de pueblo. Ahora, mediante un registro, podrán acceder a una tarifa social para los servicios. Sin embargo, mientras tanto, ya deben afrontar los aumentos.

El jueves pasado, la Legislatura porteña aprobó por unanimidad la adhesión a la Ley Nacional N° 27098 que fue sancionada en diciembre de 2014 y que regula el régimen de promoción de los clubes de barrio y de pueblo. La diputada de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente Para la Victoria, Silvia Gottero, había recibido la semana anterior a representantes de distintos clubes que le habían transmitido su preocupación por el aumento de las tarifas de luz, gas y agua.
El Club Atlético Paternal
Cuando Andrés D´Alessandro nació, su familia vivía sobre la calle Fragata Sarmiento, justo enfrente del Club Paternal. A los cuatro años, su papá Eduardo lo llevó a la misma cancha donde él jugaba al fútbol, por las noches, con amigos. Quiso que su hijo entrenara con el equipo de baby que había fundado José Rao, hoy presidente del club.
– Al principio me negué a que Andrés jugara; los pibes tenían seis años, él era muy chico y sobre todo muy flaquito –recuerda Rao, a pocos metros de esa cancha, que los fines de semana se llena de chicos– Pero después lo vi jugar y me convencí.
Esa misma cancha a la que D´Alessandro consideró en algún momento el patio de su casa, fue una de las locaciones de la película argentina, recién estrenada, Hijos nuestros.
– ¿A dónde los llevo? –pregunta Hugo, el taxista fanático y ex jugador de San Lorenzo, que interpreta Carlos Portaluppi.
– A Fragata Sarmiento y San Martín –responde Ana Katz, en el papel de Silvia, madre de Julián, un adolescente hincha de Vélez, que entrena en el club “La Fuente”.
Ese club de nombre ficticio, donde Hugo se entusiasma con el talento y las habilidades futbolísticas de Julián, no es otro que el Club Atlético Paternal, donde entrenan más de 200 chicos durante toda la semana.
Esta institución se fundó en 1922 y aunque siempre se destacó por su dedicación al fútbol -hoy integra la Federación Amistad Fútbol Infantil- el club recibe a 500 personas que practican diversos deportes, que van desde el vóley o el boxeo hasta la pelota paleta y el muay thai.
Rao acaba de dejar el cargo de secretario general de la Federación para la Defensa de Clubes e Instituciones Barriales (FEDECIBA), que fue fundada a mediados de los ’90 y que es integrada por 80 clubes, en su mayoría de la ciudad de Buenos Aires pero también por otros del conurbano. Uno de los logros de la federación fue la sanción de las leyes de derogación de impuestos inmobiliarios y de deudas a los clubes barriales.
A pocos metros de la cancha, donde los pibes de las categorías infantiles de Paternal juegan un partido contra los de Camioneros, Rao explica que durante los años anteriores llamó a las empresas de servicios “para ver si podían reducir las tarifas pero me contestaron que no hacían reducciones porque los clubes eran considerados empresas”.
La tarifa de consumo de agua, cuenta Rao, subió un 422%: el club pagaba alrededor de 2600 pesos y la nueva factura mensual llegó por un total de 10.997. Un aumento parecido sufrió el costo de la luz, por la que ahora el último mes el club pagó 11 mil pesos. A partir de los aumentos de las tarifas, la comisión directiva tomó la decisión de cambiar las lámparas por otras de bajo consumo, y recién prendieron las estufas “por un rato” a mediados de mayo, a pesar del frío.
“Pagamos como grandes empresa -afirma Rao-. La planificación anual que teníamos estaba pensada sobre la base de los ingresos y los egresos del club, ahora nos aumentaron muchos los egresos pero no los ingresos”.
La ley
El texto de la Ley Nacional de Clubes de Barrio y de Pueblo sostiene que la misma tiene como fin fortalecer el rol comunitario y social de los clubes de barrio “con el objetivo de generar inclusión social e integración colectiva». En su artículo número 6 establece que una de las funciones de la Secretaría de Deportes (dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación) es «organizar, administrar y coordinar la asignación de la ayuda económica al club de barrio y de pueblo inscripto en el Registro Nacional, que deberá ser invertido para mejorar la infraestructura y los servicios de la entidad».
Para que los clubes puedan ser beneficiarios de las tarifas diferenciadas o sociales es necesario que sus jurisdicciones adhieran a la ley nacional. Por eso cobra fundamental importancia la resolución de la Legislatura porteña. Para Gottero, que integra la Comisión de Turismo y Deportes de la Legislatura y el Consejo Asesor del Deporte de la Ciudad la adhesión era necesaria “para garantizar una tarifa adecuada y proporcional porque la eliminación de los subsidios a los servicios los perjudica enormemente”.
Desde todos los bloques aseguraron que seguirán realizando reuniones con las distintas instituciones sociales y deportivas, tanto en la Legislatura como en las comunas para debatir políticas para la promoción social y cultural de las actividades. Además y en paralelo, los diputados porteños resolvieron trabajar en la elaboración de normas locales que ayuden a resolver los problemas económicos que afectan no sólo a los clubes de barrio, sino también las asociaciones de jubilados, centros culturales y teatros independientes.
El registro nacional
El secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister, también recibió a representantes de clubes de barrio para anunciar que los subsidios a los servicios públicos se comenzarán a aplicar «en 15 o 20 días», cuando el presidente Mauricio Macri finalmente emita el decreto. En esa misma reunión, el ex jugador de fútbol explicó que para que los clubes obtengan la tarifa social deben inscribirse en el registro a través de la página web.
Mac Allister afirmó que la creación del registro parte de la falta de aplicación de la ley nacional. “Si bien la ley se votó en 2014, nunca se reglamentó”, sostuvo. “Ahora van a llamar todos los gobernadores y se van a adherir, en 20 días van a estar todos los clubes y vamos a tener la tarifa social, lo que pasa es que hay que cumplir la ley”, afirmó el funcionario.
La implementación de la ley 27.098 también fue criticada por el legislador porteño por el Partido Socialista, Roy Cortina, que, al igual que Mac Allister, sostuvo que nunca se reglamentó.
Para Ariel Palombi, presidente del Club Flores Sur, el registro planteado por el gobierno nacional “va a ser un proceso complejo de adecuación y mientras tanto hay que seguir pagando”. Flores Sur nació en el 2009 y recibe a más de 250 personas de distintos barrios como Parque Chacabuco, Soldati y Bajo Flores.
Palombi explica la situación que atraviesa a partir de las nuevas tarifas: “Básicamente los aumentos que sufrimos en luz, agua y gas van del 300% al 500%. Estos aumentos restringen qué tipo de propuesta y de proyecto se puede pensar. Si uno tiene que trasladar esos costos a la cuota o al bono de fútbol, o a los costos de los socios, la verdad que quizás se puede sobrevivir pero se puede sobrevivir dejando de lado un montón de cosas que hacen al deporte social y a la inclusión”.
Analía Fernández Fuks – @Anuka_Fuks
Foto: Analía Fernández Fuks
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