11 mayo, 2016
Senado brasileño votó a favor del impeachment contra Dilma Rousseff
El Senado brasileño culminó una maratónica sesión iniciada a las 10hs. del 11 de abril en la que se definió en buena parte el futuro político del país. El impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff fue aprobado con 55 votos contra 22, superando la mayoría simple necesaria de los 81 senadores.

El Senado brasileño culminó una maratónica sesión iniciada a las 10hs. del 11 de abril en la que se definió en buena parte el futuro político del país. El impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff fue aprobado con 55 votos contra 22, superando la mayoría simple necesaria de los 81 senadores.
Con cuatro ausentes, 70 senadores y senadoras se inscribieron en la lista de oradores. Cada uno de ellos dispuso de un máximo de 15 minutos para presentar su discurso. Luego, el relator (autor) del proyecto de impeachment en el Senado, Antonio Anastasia del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), dio lectura final del proyecto de impeachment y, finalmente, intervino el Abogado General de la Unión, José Eduardo Cardozo –quien se opuso al proceso de impeachment y llevó el caso a la Justicia-.
Al finalizar las intervenciones, la votación se realizó de forma electrónica. Aunque esta instancia fue rápida, la sesión terminó entrada la madrugada por la duración de las intervenciones.
Para oficialistas y opositores, la apertura del impeachment era un hecho varias horas antes de la votación. Ahora, la presidenta constitucional fue suspendida temporalmente por 180 días, y el vicepresidente Michel Temer del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) asumirá en su lugar por ese período. Se espera que en la tarde el jueves, Temer anuncie el nuevo gabinete de ministros, ya que los actuales deberán renunciar.
En este nuevo gabinete, muy probablemente Henrique Meirelles, ex presidente del Banco Central durante el primer mandato de Inácio Lula Da Silva, asumirá la cartera de Hacienda, instalando un gobierno provisional que probablemente se incliné por la apertura de mercados y el achicamiento de la intervención del Estado en la economía. En este sentido, el senador Humberto Costa (Partido de los Trabajadores, PT), manifestó que “los eventuales miembros del gobierno interino son francamente favorables a un cambio en el sentido de privilegiar una política que dependa más de los Estados Unidos y de los países europeos en detrimento de los latinoamericanos y africanos”.
Durante estos tres meses, el titular del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, presidirá el Senado donde se llevará adelante el proceso de juicio político. Para destituir a Rousseff, la oposición deberá alcanzar 54 de los 81 votos del Senado –dos terceras partes del mismo-.
La sesión
El presidente del Senado, Renan Calheiros del PMDB, inició la sesión del 11 de abril apenas una hora más tarde del horario que fue pautada. En la apertura, Calheiros –quien se encuentra investigado por supuesta corrupción por el Supremo Tribunal Federal- pidió serenidad e instó a los parlamentarios a evitar votar por “mera motivación partidaria”.
Jorge Viana del PT, vicepresidente del Senado, manifestó en su intervención: «Es un juego de cartas marcadas. No estarán sacando a Dilma, estarán sacando la soberanía del voto popular en Brasil”. Y continuó: “Éramos la segunda mayor democracia del hemisferio, fuimos admirados por haber superado el mapa del hambre de la FAO. Mañana acompañaré a Dilma”.
Viana agregó que actualmente el país vive una crisis política gracias “a una clase política fisiológica que avergüenza y disminuye la democracia brasileña”. “Esa misma clase va a toda costa cazar dos cosas: a Dilma y a los 54 millones de electores que votaron en ella. Delante de eso, no tengo dudas de que vamos a tener un gobierno absolutamente ilegitimo”, agregó el senador del PT.
Al finalizar la tarde, miles de personas se movilizaron a las puertas del Senado en Brasilia, para rechazar el impeachment, que califican como “un golpe institucional”. Sin ninguna razón aparente, la Policía Militar atravesó el cordón donde se encontraban los manifestantes, lanzando gases lacrimógenos y reprimiendo con golpes para “revisar” a los jóvenes que allí se encontraban. Aunque las manifestaciones se han incrementado a lo largo de la jornada, la mayoría de la población brasileña se mantuvo indiferente a este proceso de impeachment que, lejos de salir de la crisis, marcará una nueva etapa de inestabilidad en el país.
Foto: Antonio Cruz/Abr
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