26 abril, 2016
Siete secuelas de los paraísos fiscales
Los Panama Papers desataron el escándalo, sin embargo, poco se ha hablado de las consecuencias que trae para la economía global la existencia de paraísos fiscales. La ONG británica Oxfam reveló en un informe reciente la conexión entre estos lugares y la creciente desigualdad mundial.
Los Panama Papers desataron el escándalo, sin embargo, poco se ha hablado de las consecuencias que trae para la economía global la existencia de paraísos fiscales. La ONG británica Oxfam reveló en un informe reciente la conexión entre estos lugares y la creciente desigualdad mundial.
La ONG Oxfam publicó un informe en enero de este año, previo al Foro de Davos, de acuerdo al cual el 1% de las personas más adineradas del mundo tienen mayores riquezas que el 99% restante. Allí alertan que la desigualdad no es algo estático sino que año tras año se ha ido profundizando: “En 2015, sólo 62 personas poseían la misma riqueza que 3.600 millones (la mitad más pobre de la humanidad). No hace mucho, en 2010, eran 388 personas”.
Sin embargo, el tamaño de la economía mundial se ha duplicado en los últimos 30 años, por lo cual este aumento en la brecha entre ricos y pobres es consecuencia de una apropiación desigual de los beneficios del crecimiento de la economía.
Una de las causas que alegan los investigadores de Oxfam para esta apropiación desigual de la renta es que entre 2001 y 2014, la inversión dirigida a paraísos fiscales se cuadruplicó: 7,6 billones de dólares (una suma mayor al PBI de Alemania y Gran Bretaña juntos) se esconde hoy en paraísos fiscales. Nueve de cada diez de las 200 empresas que estudiaron, entre ellas las más grandes del mundo y las socias estratégicas del Foro Económico Mundial de Davos, tienen presencia en paraísos fiscales.
El informe marca algunas pautas del círculo vicioso que genera el crecimiento de la desigualdad:
1. Se avanza en la creencia de que para estimular el crecimiento económico es necesario que las empresas y las personas más ricas estén sujetas a bajos impuestos. En cierta medida, esto empuja a los Gobiernos de los países que no son paraísos fiscales a competir en una incesante carrera a la baja por reducir los tipos impositivos que gravan a las empresas y a las grandes fortunas, castigando las arcas públicas.
2. Los impuestos no recaudados por la evasión fiscal comprometen los presupuestos públicos, lo cual se puede traducir en recortes de servicios públicos esenciales como la salud o la educación o en que los Gobiernos decidan compensar a través de impuestos indirectos como el IVA, que afecta desproporcionadamente más a los sectores más pobres de la población.
3. Casi un tercio (30%) de la fortuna de los africanos más ricos, un total de 500 mil millones de dólares, se encuentra en paraísos fiscales. Se estima que esto supone para los Estados del continente una pérdida de 14 mil millones de dólares anuales en concepto de ingresos fiscales, una cantidad que permitiría financiar la atención sanitaria que podría salvar la vida de cuatro millones de niños y niñas, y contratar a profesores suficientes para escolarizar a todos los niños y niñas de África.
4. La mayor parte de la riqueza offshore está gestionada por tan sólo 50 grandes bancos, y el 40% de estos activos están gestionados por los diez bancos con mayor volumen de negocio. Los bancos han llevado a cabo intensas actividades de lobby con el objetivo de proteger el funcionamiento de los paraísos fiscales que facilitan la evasión de impuestos por parte de grandes empresas internacionales. En 2014, las entidades financieras y las empresas de seguros dedicaron algo menos de 500 millones de dólares a financiar sus actividades de lobby tan sólo en Washington.
5. A largo plazo, el crecimiento de las economías en las que predomina un sector financiero de gran tamaño es más lento que el de otras más equilibradas, ya que la preponderancia de lo financiero desplaza al resto de sectores productivos.
6. El sistema requiere de un conjunto de profesionales muy bien remunerados de la banca privada y de inversión, despachos de abogados o auditores para justificar esta evasión impositiva. Solo las personas con más recursos y las grandes empresas pueden permitirse económicamente utilizar estos servicios y toda esta arquitectura mundial, para evitar tributar lo que en realidad les corresponde. La inversión de las entidades financieras en programas de investigación y think tanks también les garantiza una enorme influencia: por ejemplo, en 2014 el sector financiero dedicó al menos 1,3 millones de libras a financiar a los think tanks más poderosos del Reino Unido.
7. En total 7,6 billones de dólares se encuentran ocultos en paraísos fiscales, lo que supone una pérdida de 190 mil millones de dólares al año en ingresos tributarios. Se estima que la suma de los ingresos fiscales que pierden África, Asia y América Latina a causa de la riqueza oculta en paraísos fiscales asciende a aproximadamente 70 mil millones de dólares anuales.
Como conclusión, Oxfam sostiene que la existencia de paraísos fiscales “es una forma de hacer legal que los ricos se mantengan ricos pero que frena la redistribución de la riqueza necesaria para reducir la desigualdad y beneficiar al conjunto de la sociedad”.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.