Batalla de Ideas

12 abril, 2016

Necesitamos un #BoletoEducativo

Por Ezequiel Galpern. Desde el viernes pasado viajar en tren, en subte o en colectivo nos cuesta hasta un 150% más caro que antes. Un estudiante que asiste a la Universidad de Buenos Aires va a gastar por mes, solo en viaje, el equivalente al 10% de un salario mínimo.

Por Ezequiel Galpern*. Desde el viernes pasado viajar en tren, en subte o en colectivo nos cuesta hasta un 150% más caro que antes. Tanto nos acostumbramos a este tipo de noticias que ya parecen pertenecer a un pasado lejano los anuncios oficiales del aumento del 300% para agua y gas, sin mencionar la suba del 500% de luz. Y casi naturalizamos lo que viene subiendo la comida o la ropa, en general la inflación que cada día crece más, quitándonos poder adquisitivo.

Está más que claro que este aumento brutal en las tarifas del transporte público, que está por encima de la inflación y (más aún) de cualquier acuerdo paritario, es una pésima noticia para los argentinos que menos tienen. Pero invito a reflexionar sobre el impacto que tiene en particular esta medida en la situación de los estudiantes.

Para dar un ejemplo concreto, un típico estudiante que cursa en la Ciudad Universitaria de la UBA y tiene que tomar dos colectivos para llegar a la facultad gasta $28 por día. En un mes, son nada menos que $560. Esto representa casi el 10% de un salario mínimo y mucho más sobre los ingresos con los que cuenta un estudiante. Vale recordar que, por ejemplo, las Becas Sarmiento de de la UBA son $650 mensuales. Queda claro que con este tipo de aumentos, el número de jóvenes que están perdiendo su derecho a estudiar va a crecer y mucho.

Sin embargo, desde las voces oficiales se nos plantea que este tipo de ajuste es en realidad un “sinceramiento”, que es necesario para resolver el “déficit” y “ser un país normal”. Pero al mismo tiempo resulta que a los grandes exportadores y a las megamineras les bajaron o directamente les suprimieron los impuestos (las retenciones). La inevitable conclusión es que, en realidad, estas medidas no son otra cosa que una gran transferencia de ingresos de los que menos tenemos a los grandes empresarios y al poder económico concentrado.

El otro argumento que se plantea es que, en realidad, las tarifas en Capital Federal estaban muy “retrasadas” respecto del resto del país. Ciertamente, en algunas provincias venía siendo sobradamente difícil para muchos estudiantes pagar el boleto a sus escuelas, colegios y universidades. También es cierto que en otras provincias y localidades ha avanzado mucho la lucha por un boleto. Por ejemplo la provincia de Buenos Aires, después de grandes movilizaciones, ha sancionado la ley de boleto estudiantil gratuito, pero la gobernadora Vidal sigue sin reglamentarla y por eso en las próximas semanas habrá nuevas marchas este 14 y una marcha provincial el 6 de mayo.

Distintos gremios estudiantiles y docentes ya se están organizando por un boleto educativo nacional y para todos los niveles. Para garantizar el derecho a estudiar de todos nuestros niños y jóvenes, se lanzó con un acto frente a la Legislatura porteña la Multisectorial por el Boleto Educativo. Es una iniciativa que busca aglutinar y organizar la participación espontánea de los cientos que ya salieron con este reclamo la semana pasada a las calles a partir de convocatorias por redes sociales. Mientras crece esta lucha, que hay que decir es histórica en nuestro país, esperamos que quienes gobiernan sean capaces de escuchar nuestras voces.

@eagalpern

* Consejero Superior Estudiantil de la UBA

Foto: Multisectorial por el Boleto Educativo

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