5 abril, 2016
La Justicia absolvió a los policías acusados por la muerte de Gabriel Blanco
El 1 de marzo de 2007 Gabriel Blanco apareció con una cuerda en el cuello, en la comisaría 2da del barrio San Carlos, en La Matanza. La versión oficial dijo que fue un suicidio. Pero una segunda autopsia determinó que Blanco fue víctima de una golpiza. El pasado viernes, el TOC 5 de La Matanza decidió absolver a los uniformados.

El 1 de marzo de 2007 Gabriel Blanco apareció con una cuerda en el cuello, en la comisaría 2da del barrio San Carlos, en La Matanza. La versión oficial dijo que fue un suicidio. Pero una segunda autopsia determinó que Blanco fue víctima de una golpiza. El pasado viernes, el TOC 5 de La Matanza decidió absolver a los uniformados.
Nueve años pasaron desde que Gabriel Blanco dejó de respirar en aquel calabozo de contraventores de la comisaría 2da del barrio San Carlos, en Isidro Casanova. Nueve años pasaron desde aquella detención por un supuesto robo. Nueve años en los cuales sus padres, Teófilo Blanco y Carmen Cuomo, emprendieron un difícil camino hacia la verdad. Sin embargo, después de escuchar el fallo absolutorio en boca del presidente del Tribunal Oral Criminal 5 de La Matanza, Matías Mariano Deane, no pueden decir que se haya hecho Justicia.
“Asistimos a la crónica de una sentencia anunciada”, reflexionó Alejandro Bois que, junto a Cristian Blanco, llevó adelante la querella. Ambos son integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH), que acompaña a la familia de Gabriel desde un primer momento.
Son muchos los elementos que hacían pensar que existía una parcialidad por parte del TOC 5, integrado por los jueces Matías Mariano Deane, Gabriela Silvia Rizutto y el subrogante Guillermo Lucero. “Dieron de baja una prueba muy importante como fue la reconstrucción de aquel 1 de marzo de 2007. A nosotros eso nos parecía fundamental, porque permitía pensar que aquello que había sucedido con Gabriel no era un suicidio, sino que, en todo caso, lo habían ‘sucidado”, comentó a Notas Pablo Pimentel, presidente de la APDH La Matanza.
El Tribunal tampoco tomó como válida la segunda autopsia que tuvo lugar 23 días después de su muerte. El estudio fue realizado por Alfredo Armando Romero, en el distrito judicial de Lomas de Zamora. Ahí se remiten los cadáveres, para ser sometidos a análisis, que perdieron la vida en lo que se conoce como “muerte en custodia”. Por esta razón, no debe formar parte de este proceso ningún funcionario de las agencias de seguridad. Aquel informe dio cuenta de que Blanco había sido víctima de una golpiza antes de morir.
Sin embargo, el TOC 5 se quedó con la primera lectura que se hizo sobre el cuerpo de Gabriel. La misma fue realizada por Julio Cámera. Durante la declaración del 23 de marzo pasado, el nuevo perito desmintió uno por uno los puntos de la autopsia anterior y dejó claro que Gabriel Blanco fue golpeado en la comisaría.
También declaró un grupo de personas que estaba detenida en la 2da de Isidro Casanova, el día que Blanco fue ingresado. “Es preocupante que el Tribunal, al momento del fallo, no haya tenido en cuenta las palabras de los detenidos. Porque ellos están en una situación de doble vulnerabilidad. Ellos eran los ojos, aquel día. Pero están marginados”, comentó Cristian Blanco a Notas.
A esto se suma la falta cometida por un perito de parte. Por la Ley Orgánica de la Policía, sus miembros no pueden tener actuaciones en debates de este tipo, puesto que pueden contaminarlo con sus declaraciones corporativas. Algo que, por el testimonio del bonaerense Juan José Fenoglio, finalmente, sucedió. Este dato fue advertido por la Comisión Provincial por la Memoria. Fenoglio ya había hecho lo mismo en los casos de Fabían Gorosito y Gastón Duffau, también víctimas de la policía con idéntico resultado: absolución de los uniformados. Las audiencias tuvieron lugar en el mismo TOC 5.
“Se acabó el curro de los Derechos Humanos”
Al momento de los alegatos, el pasado viernes, el fiscal Carlos Arribas y la querella desestimaron las acusaciones sobre encubrimiento que pesaban sobre el ex comisario inspector Claudio Hundayn y el ex capitán Daniel Omar Dos Santos. También coincidieron en la solicitud de la pena de prisión perpetua para los tres imputados por el delito de tortura seguida de muerte: el ex subcomisario Rubén Darío Suárez, el ex suboficial Ariel Emiliano Gómez y el ex oficial Pablo Balbuena. Y plantearon la necesidad de que se les retire el beneficio de la prisión domiciliaria, por la gravedad de los delitos.
Entre los abogados defensores estaban Miguel Ángel Racanelli y Rubén Fernández. El primero fue quien tomó el micrófono para iniciar el alegato. Sus palabras, por momentos, parecían extirpadas de un discurso político. Tal vez un reflejo de su actual cargo como concejal: hoy es el jefe del bloque de concejales del PRO en el Honorable Concejo Deliberante de La Matanza. Además de titular del partido en el distrito.
“En estos tiempos de cambios -inició- luego del gobierno que sufrimos, estos grupos (de defensores de DDHH) se propagaron”. Y, más adelante: “Se acabó el curro de los Derechos Humanos, como dijo nuestro presidente”. Ante la mirada atónita de los presentes, calificó a Blanco de drogadicto, ladrón. Y ante los ojos húmedos de Carmen y Téofilo, dijo: “Gabriel Blanco no era ningún bebe de pecho”.
Rubén Fernández no hizo más que retomar lo que había comenzado su colega. Planteó que sus defendidos sean absueltos y que, además, sea investigada por falso testimonio una nieta de Teófilo Blanco, porque sus dichos no se condecían con lo que dijo en primera instancia. “Cabe aclarar -dijo Pimentel al terminar el juicio-, que esa chica era una nena cuando murió su tío. Pasaron nueve años hasta llegar al juicio. Hoy tiene quince años”. Fernández también pidió que sea sancionado Romero, quien realizó la segunda autopsia.
“Unanimidad”
El viernes 1° de abril debían concluirse los alegatos para que, después, el Tribunal pusiera fecha en la que se conocería el fallo. Pero todos fueron tomados por sorpresa cuando el TOC 5 anunció que daría a conocer su decisión ese mismo día.
Matías Mariano Deane, Gabriela Silvia Rizutto y el subrogante Guillermo Lucero debatieron durante tres horas. A las 16, Deane dijo que por unanimidad los tres policías serían absueltos por falta de pruebas, que se desestimaban las imputaciones sobre los otros dos, que sería citada la sobrina de Gabriel Blanco y el médico Romero por falso testimonio, que elevaría un informe al Ministerio Público por supuestas faltas en el proceso por parte del fiscal Arribas y que haría lo propio con los abogados Alejandro Bois y Cristian Blanco en el Colegio de Abogados de La Matanza.
Gabriel Blanco, ese muchacho que trabajaba pelando pollos, que tenía un hijo, que había conseguido reponerse de sus adicciones y que había sido tentado por la policía para dejarle zonas liberadas, tuvo la inconciencia de ser valiente y decir que no; está muerto hace nueve años.
Leandro Alba
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