Economía

25 febrero, 2016

Principio de acuerdo con Paul Singer

Los fondos buitre capitaneados por Paul Singer anunciaron un principio de acuerdo con Argentina. Las negociaciones en curso y el futuro de la sentencia Griesa. Un nuevo ciclo de endeudamiento externo.

Matthew McGill, abogado de los fondos buitre NML Elliot Management (Paul Singer) y Aurelius Capital Management, anunció durante una audiencia en Nueva York que el jueves pasado (25 de febrero) se llegó a un principio de acuerdo entre Argentina y los acreedores que representa.

El letrado comenzó indicando: “Tenemos un acuerdo sobre los términos económicos”, que alcanza según los detalles conocidos un reconocimiento de la deuda por 5800 millones de dólares (el reclamo con sentencia a favor era de 1600 millones). McGill agregó por otra parte que aún falta tiempo para terminar de cerrar el arreglo, en particular lo referido a la mecánica de pago.

La difusión de este acuerdo provocó la respuesta del mediador Daniel Pollack, para quien “esta declaración violó la confidencialidad de las discusiones entre las partes, que es un principio inviolable de las negociaciones a través de mí”. En el comunicado difundido, el mediador agregó que “cuando haya un acuerdo de principio alcanzado entre esas y cualquiera de las partes, yo lo anunciaré”. En el mismo sentido se pronunciaron desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas, afirmando que el acuerdo estará cerrado cuando el mediador designado por el juez Thomas Griesa lo anuncie.

La audiencia neoyorquina donde McGill comentó los avances de las negociaciones se había dado cita para tratar la presentación de los fondos buitre Elliot y Aurelius, contra el levantamiento de las actuales restricciones que soporta Argentina.

Esto sucedió luego de que Griesa aceptara reponer el stay (medida cautelar) y restablecer la cadena de pagos sí Argentina derogaba en el Parlamento las leyes Cerrojo y de Pago Soberano. Por otro lado el país debía comprometerse a concretar el pago acordado con todos aquellos buitres que aceptaran la oferta antes de la fecha límite del 29 de febrero.

El cambio de postura del juez del Segundo Distrito de Nueva York, justificado entre otras cosas en el recambio gubernamental de diciembre, había dejado en una posición debilitada a los fondos buitre comandados por Paul Singer. Levantadas las restricciones existentes desde junio de 2014 para que cobren los bonistas restructurados y con acuerdos cerrados con otros fondos buitre, Elliot y Aurelius quedaban en una posición desventajosa para obtener un mejor arreglo.

La audiencia de este miércoles en la Cámara de Apelaciones buscaba dar tratamiento a esta cuestión. Finalmente la Cámara resolvió prorrogar hasta dentro de dos semanas el levantamiento de las restricciones existentes contra Argentina y obliga a una nueva audiencia para escuchar las objeciones que los fondos buitre pudieran plantear.

En el camino el equipo económico de Cambiemos fue cerrando acuerdos con distintos fondos entre los que se cuentan Dart Management y Montreaux Partners, así como acreedores menores: Procella Holdings, Old Castle Holdings o Capital Ventures International.

El arreglo con estos fondos se realizará según las condiciones pactadas en Nueva York por el secretario de Finanzas, Luis Caputo, con una quita de alrededor del 25% y un pago en efectivo. La ganancia para estos holdouts rondará en torno al 1000%.

Para llevar adelante este pago Argentina emitirá deuda, según indicaron desde el Palacio de Hacienda, por unos 15 mil millones de dólares. A este monto, sin embargo, deberá agregársele unos tres mil millones más cuando se efectivice el levantamiento de la sentencia Griesa.

Esta situación es producto de que dichos fondos si bien estaban destinados al pago de los bonistas restructurados, el bloqueo producto de la sentencia Griesa permitía que se computaran como reservas del Banco Central. La decisión de Prat-Gay fue no tocar ese dinero para aliviar la presión sobre las reservas del Central y emitir deuda para llevar a cabo el pago.

El acuerdo con los fondos buitre y el cierre del capítulo del default de 2001-2002, que habilite una posterior reinserción en el mercado financiero internacional, se presenta por estos tiempos como la salida más buscada desde el macrismo.

Una vía que permita, en el corto plazo, la entrada de dólares por medio del endeudamiento externo. Las facilidades otorgadas por la alianza Cambiemos a los inversores extranjeros (eliminación de los controles de capital, devaluación y levantamiento de retenciones) aun no repercutieron en el tal mentando shock de confianza que anunciara Alfonso Prat-Gay.

Leandro Navarro – @navarro_lean

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