23 febrero, 2016
José Rigane: “La energía dejó de ser un bien social para convertirse en mercancía”
José Rigane, secretario adjunto de la CTA-Autónoma y secretario general de Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (Fetera), dialogó con Radio Sur y analizó en una entrevista los motivos por los que Argentina se encuentra hoy ante una crisis energética.
José Rigane, secretario adjunto de la CTA-Autónoma y secretario general de Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (Fetera), dialogó con Radio Sur y analizó en una entrevista los motivos por los que Argentina se encuentra hoy ante una crisis energética. Destacó los procesos de privatización, la extranjerización y mercantilización de la energía y la falta de conciencia en el país con respecto a entender la energía como un derecho humano y un bien social.
– ¿Cómo llegamos a esta situación de crisis energética y a un cronograma de cortes pautados? ¿Es una solución efectiva realmente?
– Son varias cosas las que nos llevan a esta situación. Lo que hay que tener presente es que la crisis energética en nuestro país sucede después del proceso de privatizaciones. Lo que ocurre es que se desintegra todo el sistema energético nacional, sobre todo el eléctrico. Cuando decimos esto significa que se separó la transmisión de la distribución de energía. En capital tenés dos empresas de distribución cuando antes tenías una, por eso a veces tenés un corte de luz en una vereda, y en la de enfrente tenés luz, porque pertenece a otra empresa.
El modelo energético basado en la privatización y la extranjerización fracasó. La energía dejó de ser un derecho social, un derecho humano y paso a ser una mercancía, con políticas sostenidas por un sistema liberal de mercado. El usuario dejo de serlo para pasar a ser un cliente. A partir de allí las empresas dejaron de invertir, porque se preocuparon en conseguir la mayor ganancia posible en el menor tiempo para después girar ese dinero al exterior.
Para dar un dato, entre 1996 y 2001 las empresas extranjeras de energía giraron al exterior más de 450 millones de dólares. Las petroleras, entre 1999 y 2011 y principalmente Repsol, giraron al exterior del país más de diez mil millones de dólares. A las empresas nunca les ha importado prever el desarrollo de la sociedad acompañado de desarrollo energético.
– Hace poco se eliminaron los subsidios para la energía eléctrica ¿Qué relación hay entre el Estado y las empresas en este sentido?
– El gobierno de Macri ingresa y le cae la emergencia energética, podemos estar de acuerdo con eso. Ese diagnóstico es acertado, pero ahora hay que ver las medidas que toma para solucionarlo. Lo cierto es que lo primero que hace es aumentar las tarifas a los usuarios y pareciera que con eso se resuelven los problemas. Pero estamos absolutamente convencidos de que esto no resuelve nada, porque el problema no es que las empresas no tuvieron dinero como dicen, si no que nunca lo invirtieron como debía ser. Ese es el problema más importante y significativo.
¿Porque no hay una auditoria con respecto a la empresa? ¿A donde fueron a parar los subsidios destinados todos estos años? Si hoy las empresas suben las tarifas ¿Cuál es el plan que proponen con esos nuevos ingresos? No sé, nadie lo conoce. Todo recae sobre el usuario, en general sobre el pueblo consumidor, pero no se le exige nada a las empresas. Lo que se hace en desarrollo e iniciativa política es responder a la caja de la empresa pero no a las necesidades de los usuarios.
– ¿En que áreas no se invirtió para llegar a esta situación?
– No se invirtió prácticamente en nada y las inversiones que se hicieron las hizo el Estado. No solo el Estado argentino subsidiaba a las empresas, si no que también hacia todas las inversiones que estas se adjudicaban. Cuando hoy se habla de la tarifa de interés social, tratando de mostrar que hay un Estado que se va a ocupar, para nosotros no es una tarifa de la que se tenga que ocupar el Estado. De esa tarifa se tiene que hacer cargo la empresa. Lo ideal sería que las empresas reduzcan las tarifas para los que no están en condiciones de pagar, y el Estado reduzca los impuestos.
Ahora ¿qué sucede? En una provincia como Buenos Aires, donde hay una tarifa de interés social a cargo de las empresas por ley, quieren que se aplique solo la que se hace cargo el Estado. Entonces en una ciudad como Mar del Plata, donde hay unos 15 mil usuarios con tarifa social, va a pasar a haber cien mil, porque al hacerse cargo el Estado se las van a dar a todos, ya que el ingreso ellos lo tienen asegurado. Pero si se encargara la empresa, no lo harían.
– ¿Creció de una manera acelerada el consumo o es una excusa?
– No, es una excusa. El petróleo y la electricidad son industrias que actúan a demanda, a diferencia de otras que producen y después venden. En energía eléctrica uno solo produce porque hay más demanda, y la demanda se establece y se prevé. No es que no se puede prever, se puede con absoluta anticipación. Por eso no se puede solucionar nada de un día para el otro, porque esas soluciones requieren además de inversión, tiempo de infraestructura, instalación, etc.
No hubo planificación, no hubo inversión, y eso nos llevó a la situación en que estamos. Se sabe perfectamente bien cuanto aumenta el insumo en días de calor y en días de frio.
– ¿Qué garantías hay de que el gobierno se encargue de estar sobre las empresas y controlar que inviertan?
– Por ahora mientras que no cambien los contratos de concesión y mientras el Estado no asuma el rol que debe asumir, ninguna. Si este gobierno está dirigido por representantes de empresas privadas parece poco probable que la situación cambie. La política energética debe ser de Estado, no de empresas privadas. Tiene que tener continuidad más allá de cualquier administración gubernamental, es lo que no se entiende en Argentina.
En Inglaterra retrocedieron con las privatizaciones energéticas, porque se dieron cuenta que fue una decisión errónea. La Argentina, a través de los procesos de privatización y extranjerización, lo que ha hecho es perder riqueza además de hipotecar el futuro de las próximas generaciones.
Hay que entender que la energía es un bien social y un derecho humano. Si no hay energía para todos, es imposible llegar al objetivo de pobreza cero. No hay posibilidad de superar la pobreza si no se toca el tema energía, un tema que en Argentina no se tiene en cuenta.
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