Deportes

22 febrero, 2016

Los desafíos de Narváez: la categoría gallo y el tiempo

Omar Narváez encara una nueva locura: subir a la categoría Gallo a los 40 años. El viernes arrancó el camino con victoria ante el venezolano Jesús Vargas.

Omar Narváez encara una nueva locura: subir a la categoría Gallo a los 40 años. El viernes arrancó el camino con victoria ante el venezolano Jesús Vargas.

En la mayoría de los casos cuando un deportista se retira es porque el reloj biológico le marcó el final de su carrera. Pero hay extrañas excepciones en que se adelantan. ¿Quién no quiso que Zinedine Zidane se apiade y siga un tiempo más después de cabecear a Materazzi? El 10 galo nos dejó con las ganas de disfrutar su magia, tan visible en el mundial 2006, por unas temporadas más. Omar Narváez cumple el deseo: con 40 años esquiva al retiro y sube de categoría para que sigamos deleitándonos con sus presentaciones.

Cualquiera hubiese predicho que el 2015 iba a ser el último año del ex campeón mosca y minimosca. Tras caer el 31 de diciembre de 2014 con Naoya Inoue, Narváez dejaba la corona supermosca OMB en Japón y su futuro se anunciaba obvio: alguna pelea para cerrar la carrera con buen sabor de boca y retirase. Sus casi 40 años lo ponían en esa situación.

El Huracán es un dotado físicamente y ultra profesional para entrenarse. Volvió a los cuadriláteros en octubre, en una buena victoria contra Diego Pichardo donde consiguió el título latino supermosca OMB, para demostrar que estaba bien, que lo de Japón era solo un tropezón, una mala noche. Pero la revancha con Inoue estaba cada vez más lejos. Era su deseo, pero se tornó imposible cuando el japonés volvió (estuvo un año parado por lesión) y derrotó en dos rounds al filipino Warlito Parreña.

Entonces, ¿Qué le quedaba a Narváez? Otra vez muchos dijeron: el retiro. Pero no. Eligió subir a Gallo, categoría en donde hizo un intento mundialista allá por 2011, donde perdió categóricamente en 12 rounds contra el filipino Nonito Donaire. La imagen de su única velada en Estados Unidos, derrotado, tratando de aguantar la pelea, es un mal recuerdo que tapó con triunfos en su categoría.

El viernes arranco su camino al título gallo contra Jesús Vargas, que llegó con un récord de diez victorias, tres derrotas y un empate. El detalle es que el venezolano no es un gallo natural, el peso fue pactado para esta pelea, ya que su categoría es supergallo. Vargas había vencido en sus últimas peleas a Miguel Urdaneta y Yohangel Romero, ambos venezolanos que perdieron todas las peleas que disputaron en sus carreras.

En la velada no solo estaba en juego el vacante título latino gallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), sino que también se llevó las miradas el rendimiento físico del Huracán ante un rival más alto y 17 años más joven. Había que ver si podía encontrarle la vuelta a pelear con más peso, disfrutando de la localía en el estadio Nuevo Palacio Aurinegro de la ciudad de Puerto Madryn, provincia de Chubut, de donde Narváez es oriundo.

Tras un primer round de estudio, donde algunas izquierdas del argentino mostraron cual sería el camino, el Huracán destrabó la pelea e impuso su plan. Se metió en la corta y media distancia (así lo afirmó al finalizar) y pudo imponer su boxeo. Con variedad de golpes y el jab punzante le alcanzó para manejar el ritmo. Todos los rounds fueron para Narváez, que no solo fue superior sino que pareció una maquinita que hacía lo que quería frente a un rival inferior. El venezolano no salió a disputar el octavo asalto.

Pudo el Huracán superar el salto de categoría y sentirse cómodo en lo físico, pero se lo notó flojo en la definición, una constante en su carrera. Sus golpes eran certeros y continuados, aunque en ningún momento de la noche fueron lo suficientemente duros para tirar a Vargas, que a partir del cuarto round se arrastró por el ring.

Claramente el púgil argentino está en condiciones físicas y preparado técnicamente, demostrando que el tiempo no hace mella ni en su cuerpo ni en su rendimiento. Pero quizás sea una edad inadecuada para tamaño lanzamiento, sin descuidar que la pelea del viernes solo fue preparatoria, frente a un rival que no estaba a la altura. A pesar de estas variables, queremos ver un poco más de esa magia. Porque si él cree que puede lograrlo, nosotros solo debemos disfrutar.

Federico Cavalli – @willycavalli

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