10 febrero, 2016
Ayotzinapa: forenses argentinos desmintieron la versión oficial
Este martes el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que viene colaborando desde el comienzo con la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, volvió a cuestionar la versión oficial que indica que los jóvenes fueron quemados.

Este martes el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que viene colaborando desde el comienzo con la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, volvió a cuestionar la versión oficial que indica que los jóvenes fueron quemados.
Mediante una conferencia de prensa realizada junto a los padres de los estudiantes, los especialistas señalaron que los 43 no fueron quemados en un basurero en Cocula, como aseguró el Gobierno Federal de México pocos meses después del hecho.
De acuerdo con el EAAF en el basurero señalado, ubicado en el Estado Guerrero al sur del país, ocurrieron varios incendios en distintos momentos. Y aunque se encontraron restos óseos de por lo menos 19 personas, ninguno correspondía a los estudiantes de Ayotzinapa.
Asimismo, y según reseñó Telesur, «la vegetación que se encuentra en el basurero de Cocula tiene un nivel de desarrollo que no corresponde a la magnitud del suceso que describió el gobierno mexicano».
El EAAF fue contundente en su informe al afirmar que no se recabó información científica que sustente las versiones de los presuntos detenidos, bajo la cual basó su investigación el Estado mexicano. Esta es la segunda vez que se desmiente, mediante un informe detallado, la versión oficial.
Fue el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -que también ha intervenido como coadyuvante de la investigación que realiza la Procuraduría General de la República (PGR)- el que planteó en un primer momento dudas sobre la presunta quema de los cuerpos de los normalistas.
Mediante un documento presentado en septiembre de 2015, señalaron que para poder quemar a 43 cuerpos debieron usarse al menos 30 toneladas de madera y el fuego tendría que haber ardido por 60 horas, y no las 12 que mencionó la Procuraduría, en base a confesiones de los inculpados.
Otro indicio que desmiente la posible incineración de los normalistas es que no se reportaron testimonios de los residentes de las localidades cercanas al basurero. Ante una quema de tantos cuerpos, las llamas debían alcanzar una altura de siete metros y el humo unos 300 metros más, lo que hubiera llamado la atención de toda la comunidad y hasta de los medios de comunicación.
Por otra parte el planteo del GIEI pone en discusión los motivos que llevaron a que el hecho suceda. La versión más difundida hasta el momento hace referencia a que, debido a que los estudiantes se trasladaban hacia la ciudad de Iguala a realizar una manifestación contra el alcalde, fueron interceptados por la policía y luego quedaron a merced de los nacotraficantes que serían los responsables de su desaparición.
No obstante la hipótesis principal del informe del GIEI es que “la reacción extremadamente violenta y el carácter masivo del ataque” contra los jóvenes estudiantes está vinculada al negocio de la heroína. En Iguala opera una red de tráfico de esta droga hacia Estados Unidos, que mueve sus cargamentos en colectivos comerciales. El informe arribó a esta teoría mediante la recolección de evidencias obtenidas en investigaciones judiciales en Estados Unidos sobre la utilización de autobuses de transporte público para trasladar pasta de heroína desde Iguala al mercado estadounidense.
Aquel 26 de septiembre los normalistas se subieron sin permiso a varias unidades de transporte. Esta nueva línea de investigación plantea entonces que la intención era impedir que los autobuses abandonaran la ciudad, debido a que estos servían como mula para el tráfico de la heroína.
«Su mentira histórica se ha hecho pedazos. necesitamos saber la verdad ya», declaró luego de la conferencia del EAAF, Mario González, padre de uno de los normalistas desaparecidos. Los padres y familiares de las víctimas aseguraron que llevarán ante la Justicia a los funcionarios de la PGR que presentaron una versión que ha sido desmentida en varias ocasiones.
Cabe recordar que tras la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, la noche del 26 de septiembre del 2014, la PGR presentó su “verdad histórica” según la cual los jóvenes fueron detenidos por la Policía de Iguala y entregados al cártel narco Guerreros Unidos, que los habría asesinado e incinerado. Esta versión es rechazada por los padres de los desaparecidos ya que hasta ahora sólo han sido identificados los restos de dos normalistas: Alexander Mora Venancio y Jhosivani Guerrero.
Los familiares sostienen la desaparición de los 43 de Ayotzinapa “es culpa y responsabilidad del Estado mexicano”.
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