Medio Oriente

2 febrero, 2016

“Pretenden que los palestinos bendigamos la ocupación”

El embajador palestino en Argentina, Husni Abdel Wahed, afirma que el Estado de Israel empuja a los palestinos a una tercera Intifada al continuar con la construcción de asentamientos y negarse a devolver los territorios ocupados a partir de 1967.

El embajador palestino en Argentina, Husni Abdel Wahed, afirma que el Estado de Israel empuja a los palestinos a una tercera Intifada al continuar con la construcción de asentamientos y negarse a devolver los territorios ocupados a partir de 1967.

El 30 de enero se conmemoró el “Día internacional de apoyo a los derechos de los palestinos del 48”. Con esta expresión se conoce a la población palestina que quedó y aún habita dentro de los límites del Estado de Israel, el cual se refiere a esta comunidad con el eufemismo de “árabes israelíes”, denegando el reconocimiento de una identidad palestina.

Husni Abdel Wahed, embajador del Estado de Palestina en la Argentina, lleva en carne propia las marcas dejadas por uno de los conflictos modernos de más larga duración. Nació en un campo de refugiados en la localidad de Aqbat Jaber, en las cercanías de Jericó. Su familia arribó allí después de que su aldea fuera destruida por fuerzas israelíes en 1948. Tras unirse a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), se licenció en la carrera de Periodismo en la Universidad de La Habana, Cuba.

“Se habla del sufrimiento del pueblo palestino como masa, se habla de Cisjordania, de la Franja de Gaza, de los palestinos en la diáspora, pero nunca se habló de aquellos que permanecieron en su tierra. Desde un principio fueron masacrados, desterrados de sus aldeas. A lo largo de los últimos 67 años de existencia del Estado de Israel han sufrido una política discriminatoria. El nivel de pobreza en Israel entre los judíos ronda el 14% y en el caso de los palestinos israelíes asciende al 55%. No hay que olvidar que constituyen el 20% de la sociedad israelí, y este 20% apenas tiene el 10% de miembros en el parlamento. Es un sistema de apartheid claro”, afirma Abdel Wahed.

– ¿Por qué la Autoridad Nacional Palestina (ANP) desarrolla en este momento una campaña de solidaridad con este sector?

– Porque en los últimos meses, con la ultraderecha israelí en el gobierno y sus tesis ultranacionalistas, fundamentalistas y fascistas, están dirigiendo una política sistemática contra la población palestina, que supuestamente es ciudadana israelí. Intenta empujarlos a migrar o, en el mejor de los casos, a romper con sus raíces palestinas y con la unidad de los diferentes sectores de su pueblo. Sesenta y siete años después de su creación, el Estado de Israel ha sido incapaz de integrar a esta parte de la población a la sociedad israelí y mantiene políticas discriminatorias en su contra.

– ¿Cómo es el tipo de organización de la población palestina en Israel y cuál es la relación que la ANP tiene con ella?

– Hoy, la sociedad palestina en Israel cuenta con un alto nivel de organización, tiene varios partidos políticos. Su principal objetivo es la lucha por la igualdad y por un Estado para todos sus ciudadanos.

Es un tema bastante complejo y las condiciones en que luchan ellos son sumamente difíciles. Claro que desde la OLP y la ANP, consideramos a estos como hermanos nuestros pero somos conscientes que jurídicamente poseen una condición distinta. Ellos han demostrado ser parte del Estado de Israel sin renunciar a su condición de palestinos y han mantenido los lazos con sus hermanos en Cisjordania y la Franja de Gaza.

– A raíz del último ciclo de conflictividad y el endurecimiento de las políticas de Israel, se ha hablado del posible estallido de una tercera Intifada. ¿Qué opinión te merecen estas afirmaciones?

– Hemos advertido lo delicado de la situación y que las políticas israelíes empujan a la población palestina a una tercera intifada. Es una ley de la física, de la naturaleza. Israel piensa desde otra perspectiva, que lo que no obtienen por presión o a la fuerza lo harán con mayor presión o mayor fuerza, y lo lógico es que se produzca una explosión. La ausencia de una esperanza de avanzar hacia el logro de los objetivos de lucha del pueblo palestino de libertad, justicia y paz y obtener su Estado independiente y soberano es el caldo de cultivo para el desarrollo de un movimiento de resistencia a los planes israelíes. Israel nunca dejó de confiscar tierra palestina y de construir más asentamientos -a pesar de que esto está penalizado por el derecho internacional- con el objetivo de imposibilitar la creación de un Estado palestino viable.

Hemos estado en un proceso de negociaciones durante 25 años con el Estado de Israel que no ha arrojado absolutamente nada. La comunidad internacional insta a las dos partes a volver a la mesa de negociaciones, de una forma injusta, como si estuvieran a la par la parte ocupante y el pueblo bajo ocupación. Si Israel anuncia que no va a permitir un Estado palestino independiente, anuncia que no va a devolver los territorios ocupados en el año 67, anuncia que no va a permitir el retorno de los refugiados ¿qué vamos a negociar? ¿Darle la legitimidad a Israel, a la ocupación? No lo vamos a hacer.

Hay un fundamentalismo judío que está gobernando Israel, que está intensificando sus medidas represivas cada día más frente a una población indefensa, cuya única arma es una piedra, un cuchillo, o su pecho, su vida. Esta es nuestra arma. Pienso que todo pueblo es un pueblo digno. El pueblo palestino no es la excepción, tiene su dignidad y está dispuesto a defenderla hasta las últimas consecuencias. Las autoridades palestinas insisten en que es un movimiento de resistencia pacífica y popular, pero [a las autoridades israelíes] les parece mucho alzar nuestras voces y rechazar la ocupación. Lo que pretenden es que los palestinos aceptemos la ocupación y que la bendigamos.

– Un punto presentado como condición para alcanzar una solución al conflicto ha sido la necesidad de unidad entre las principales facciones dentro de Palestina. ¿Qué perspectivas hay para la relación entre Hamas y Al Fatah?

– Lamento decir que tiene razón y esto ha debilitado el valor moral de la causa palestina. Lamento decir que, si bien Hamas es parte del tejido nacional del pueblo palestino, como movimiento no representa intereses palestinos ni responde en un 100% a los intereses del pueblo palestino. Es un movimiento palestino pero es la filial del movimiento de los Hermanos Musulmanes.

Pienso que ellos están revisando sus políticas y también Al Fatah tiene que revisar sus políticas, todos tenemos que revisarlas. En estos momentos hay encuentros entre las dos partes tendientes a formar un gobierno de unidad nacional y estaríamos frente a novedades el día 6 de febrero. Ojalá que algo se produzca ahí. Yo pienso que es el anhelo de todo palestino la unidad nacional, porque Israel no distingue entre un palestino y otro. Una bala israelí mata a uno si es de Hamas, de Al Fatah o independiente; simplemente mata a palestinos. Por lo tanto tenemos todos algo en común que es la liberación de Palestina y obtener la independencia y un Estado soberano.

Julián Aguirre – @julianlomje

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